L. Díaz Madrid | viernes, 09 de marzo de 2018 h |

El sector farmacéutico cerró la semana con un claro predominio de los movimientos bajistas rompiendo la línea alcista de las semanas anteriores: de los valores integrantes del Índice Global, 6 cerraron en positivo frente a 19 que lo hicieron con pérdidas. Los movimientos más significativos fueron, por el lado alcista la subida de Rovi del 4,5 por ciento mientras que por el lado bajista Takeda retrocedió un 6,7 por ciento.

El Índice Global cerró la semana con un retroceso del 1,1 por ciento, comportamiento peor que el de la media de los mercados. En la comparación interanual este indicador acumula una pérdida del 4,5 por ciento, comportamiento en línea con el promedio de las bolsas.

Otsuka cerró la semana cotizando en 5.228 yenes. Su evolución en el último año muestra una primera fase bajista, marcando un mínimo el pasado mes de septiembre en 4.325 yenes. A partir de entonces este valor inició una fase de recuperación que con ciertos altibajos ha mantenido hasta el día de hoy. En los 6 últimos meses este valor se ha revalorizado un 22 por ciento mientras que en la comparación interanual Otsuka presenta una ganancia del 11 por ciento, ganancia que contrasta con la pérdida que sufre el sector. En el último mes Otsuka se ha recuperado con fuerza de un mes de enero bajista mostrando un perfil alcista que previsiblemente pueda mantener en el corto-medio plazo.

Sanofi cerró la semana en negativo retrocediendo un 2,3 por ciento que le lleva a cotizar en 64,1 euros, moviéndose en la parte inferior de su rango de variación del último año. En las últimas semanas este valor se ha estabilizado superando una línea bajista dominante en el último año y que le ha llevado a retroceder hasta un 25 por ciento, situándose entre los valores de la muestra con peor comportamiento en este periodo. Analizando un periodo temporal más amplio se puede observar el máximo histórico que marcó en 2015 superando los 100 euros; desde entonces Sanofi ha retrocedido un 35 por ciento, si bien esta caída no ha sido lineal sino que marcó un mínimo en 2016, seguido de una recuperación con máximo en el primer trimestre del pasado año, para dar paso a continuación a una nueva fase bajista en la que se encuentra.

Bayer retrocedió un 1 por ciento hasta los 97,1 euros, situándose en la franja inferior de su rango de variación del último año. Su evolución en este periodo ha sido predominantemente bajista, pasando de un máximo anual por encima de los 120 euros en junio del pasado año a moverse actualmente por debajo de los 100 euros, retrocediendo a niveles de 2016. Analizando un periodo temporal más amplio se puede observar el máximo histórico que marcó este valor en 2015 cuando llegó a superar ampliamente los 140 euros. Desde entonces Bayer ha retrocedido un 30 por ciento.

GlaxoSmithkline (GSK) fue uno de los valores que cerró la semana en positivo anotándose una ganancia del 1,4 por ciento que lo lleva a cotizar en 13,2 libras. Su perfil en el último año ha sido predominantemente bajista pasando de cotizar en el entorno de las 17 libras a moverse en los niveles actuales, acumulando una caída en el año superior al 20 por ciento. En los últimos meses GSK ha venido evolucionando horizontalmente superando la intensa tendencia bajista dominante en los meses anteriores. A corto plazo es posible que este valor se mantenga en los niveles actuales pudiendo iniciar algún intenso de recuperación. Por su parte, AstraZeneca (AZN) retrocedió en los últimos días un 0,8 por ciento, cotizando actualmente en 47,6 libras, situándose en una zona intermedia dentro de su rango de variación.