La búsquedad de una vacuna contra la Covid-19 centra en la actualidad los esfuerzos de la industria farmacéutica y la comunidad investigadora. Dentro de esta carrera, cada vez hay más participantes luchando por encontrar una vacuna eficaz. Esta semana la compañía farmacéutica MSD anunciaba un acuerdo de colaboración con IAVI (International AIDS Vaccine Initiative) para tratar de desarrollar una vacuna que inmunice contra el SARS-CoV-2. Ana Céspedes, Chief Operating Officer de IAVi, explica cómo se está llevando a cabo esta iniciativa.

Pregunta. ¿En qué consiste esta colaboración entre MSD e IAVI para desarrollar una vacuna contra la Covid-19?

Respuesta. Se trata de un acuerdo para desarrollar de manera conjunta el candidato VSV-SARS-CoV-2, un candidato a vacuna para COVID-19 basado en una tecnología en la que ambas organizaciones tenemos una gran experiencia, la plataforma del virus de la estomatitis vesicular (VSV).  

Se trata de una plataforma tecnológica que ofrece tres características muy importantes. En primer lugar, ya se ha utilizado con éxito previamente en la vacuna de Ébola aprobada en 2019 y desarrollada por MSD. Esto disminuye el riesgo técnico. En segundo lugar, existe un nivel de evidencia razonable para pensar que esta vacuna, de resultar eficaz y segura, solamente necesitaría de una dosis. Lo cual simplificaría la administración tremendamente. Y finalmente, e igualmente importante, MSD tiene una gran experiencia en procesos de producción a gran escala utilizando esta tecnología, lo cual facilitaría poder desarrollar una vacuna accesible a nivel mundial.

P. ¿Cómo se está desarrollando este trabajo? ¿En qué punto se encuentra actualmente?

R. Los equipos de investigación y desarrollo clínico de ambas organizaciones están trabajando contrarreloj. Iniciaremos el estudio en humanos en unos meses, hacia finales de 2020. Se trata de un esfuerzo extraordinariamente acelerado, dada la urgencia desatada por esta pandemia y en el que colaboraremos con las autoridades regulatorias para asegurar que el proceso de desarrollo continúa con la mayor agilidad posible.

Para IAVI, colaborar con una organización con la experiencia de MSD en vacunas en general y en particular, en la tecnología de VSV, es un paso enorme, del que nos sentimos muy orgullosos porque sabemos que uniendo esfuerzos con MSD avanzaremos este candidato a la mayor velocidad posible.

P. ¿Qué está aportando cada parte a este trabajo conjunto?

R. En IAVI tenemos un laboratorio en Nueva York dedicado exclusivamente al diseño y optimización de este tipo de vectores virales, así como contamos con gran experiencia en desarrollo clínico de los mismos, tanto en SIDA como en otras enfermedades infecciosas como Lassa Fever y Marburg, en particular en LMIC (Low and Midle Income Countries). MSD es uno de los principales expertos mundiales en vacunas en general y, además, tiene gran experiencia en la plataforma que estamos utilizado, gracias al desarrollo clínico y la producción a gran escala de ERVEBO, su vacuna contra el Ébola y que está basada en esta tecnología. Es, por tanto, un acuerdo que permitirá aprovechar las capacidades de ambas organizaciones y de este modo, acelerar al máximo el desarrollo de este candidato a nivel global.

P. ¿En base a qué método se está llevando a cabo el desarrollo de esta vacuna?

Nuestro candidato a vacuna VSV-SARS-CoV-2 es un vector viral modificado por ingeniería genética y que conserva la capacidad para replicar. Es decir, se trata de un virus no patógeno en humanos (el de la estomatitis vesicular, VSV) al que además se elimina una parte del material genético original y se sustituye por parte del material genético del virus SARS-CoV-2. En este caso, nuestros científicos han reemplazado el gen que codifica la proteína de superficie del VSV con un gen que codifica la proteína spike característica del SARS-CoV-2. De este modo, la vacuna está diseñada para que el sistema inmunitario desarrolle anticuerpos frente al virus, sin desarrollar la enfermedad y consecuentemente, proteja al individuo ante posteriores exposiciones al virus.

Dado que el vector viral que utilizamos mantiene la capacidad para replicar y teniendo en cuenta lo que conocemos hasta ahora y la experiencia previa en Ébola, es previsible que en caso de demostrarse eficaz y segura, una dosis de esta vacuna podría ser suficiente, lo que simplificaría significativamente el escalado a población general.  

P. ¿Qué plazos se marcan para las distintas fases de desarrollo de la vacuna? ¿Tienen alguna estimación de para cuándo podría estar disponible si no se encuentran obstáculos durante el desarrollo?

Es demasiado pronto para concretar un calendario de disponibilidad. Estamos contribuyendo a un esfuerzo global de extraordinaria urgencia, y los plazos ordinarios se están agilizando de forma insólita tanto por parte de las autoridades regulatorias como de los investigadores. Con este acuerdo de colaboración con MSD, sabemos que seremos capaces de avanzar este candidato a la mayor velocidad posible. Puedo decir que los científicos de ambas organizaciones no están perdiendo ni un solo día, porque sabemos que cada día cuenta y nos despertamos cada día con ese sentido de urgencia.


 Noticias relacionadas: