El impacto que tiene el virus de inmunodeficiencia humana (VIH) en la sociedad, sigue siendo a día de hoy un reto en el que seguir trabajando. Y es que la enfermedad se ha conseguido cronificar, pero la cura aún se resiste.

Según datos de Onusida 1,5 millones de personas contrajeron la infección por VIH en 2021 en todo el mundo. En el mismo año, 650.000 personas murieron de enfermedades relacionadas con el sida. Y en total, en todo el planeta, 38,4 millones de personas vivieron con la enfermedad en 2021.

A pesar de estos datos, el abordaje de esta patología ha mejorado progresivamente desde 1996. José Ramón Arribas, presidente de Ge-SIDA (Grupo Español de Estudio del VIH) explica que el tratamiento normalmente es con la forma más tradicional, con medicación oral que consiste en la administración de una pastilla diaria.

“Es una pastilla con pocos efectos secundarios y con una capacidad para controlar al virus enorme y además, no es nada fácil para el virus hacerse resistente a este medicamento”, apunta.

Estigma

Sin duda el estigma es uno de los desafíos a afrontar en VIH. Y es que en 40 años de enfermedad no se ha conseguido que el VIH sea visto como cualquier otra patología. “Nadie dice abiertamente que tiene anticuerpos porque se va a sentir juzgado, mientras que con otra enfermedad esto no pasa”, subraya.

Tanto es así, que un estudio recientemente presentado por ViiV Health pone de manifiesto que el 43 por ciento de los encuestados afirma que solo su entorno más cercano sabe que tiene VIH y que se lo ocultaría a otros, incluso si se lo preguntaran.

“No tengo una barita mágica, pero es trabajo de todos avanzar para que de una vez por todas se dejen los prejuicios de valor atrás con esta enfermedad”

José Arribas, presidente de Ge-SIDA

Además, señala que, estigmatizar cualquier enfermedad lo único que consigue es que las personas se hagan menos pruebas diagnósticas porque no “quieren pasar a ser parte de ese grupo estigmatizado”.

Diagnóstico

Según pone de manifiesto el presidente de Ge-Sida otra de las necesidades no cubierta es el diagnostico de todas las personas que están infectadas. Así, explica que, en los objetivos de la cascada de tratamiento en el Sida, se falla fundamentalmente en el primero: el diagnostico de todas las personas.

“Casi un 13 o 14 por ciento de las personas con VIH en España, no están diagnosticadas, obviamente hay que hacer muchos más test en diagnósticos”, recalca.

En este sentido, la promoción de programas de cribado del VIH en los servicios de urgencia españoles toma fuerza. Cabe recordar que casi la mitad de las personas con nuevos diagnósticos de VIH tienen menos de 360 defensas, por lo que se considera VIH avanzado, y según explica el especialista, múltiples estudios han demostrado que casi un 50 por ciento de esas personas con diagnostico avanzado no han tenido un contacto con el sistema sanitario en los últimos dos años.

“Los propios profesionales sanitarios tenemos que incrementar el número de test que hacemos. Estos sistemas de cribados en servicios de urgencias y en atención primaria son muy importantes”

José Arribas, presidente de Ge-SIDA

Además, el especialista recalca que el 30 por ciento de las personas no diagnosticadas en España, no han nacido aquí, por lo que es muy importante que todas ellas puedan tener acceso a tratamiento antirretroviral, algo que ya se ha conseguido.

Existen otros asuntos importantes a tener en cuenta que José Arribas pone sobre la mesa, como el relevo generacional: muchas médicos que tratan a las personas con VIH, se jubilarán en pocos años y debido a la carencia de la especialidad de enfermedades infecciosas, no está garantizado el relevo generacional.

Curación

La curación continúa siendo el objetivo principal que hay en el frente. Así la OMS propone como meta para 2030 cero nuevas infecciones por el VIH, cero muertes relacionadas con el sida y cero discriminaciones.

“Ojalá lleguemos a la curación. Hasta ahora, se han curado un número de pacientes muy escaso y no tenemos en este momento una terapia que sea escalable que la podamos administrar en muchas personas”, indica.

Becas Gilead

Gilead celebró hace unas semanas la entrega de las VIII y IX edición de las Becas Gilead a la Investigación Biomédica, en las que se han seleccionado un total de 43 proyectos en áreas como VIH, COVID-19, Hepatitis Virales C y Delta, Infección Fúngica Invasora, Hemato-oncología y Oncología Médica.

Según apunta José Ramón Arribas, el hecho de que una compañía dentro de su responsabilidad corporativa incluya becas para financiar a investigadores es muy importante. Asimismo, destaca el hecho de que estas becas sean evaluadas de forma independiente por el instituto de salud Carlos III ya que “lo hace también muy atractivo porque es una evaluación independiente”.

Un empuje y una puerta para los investigadores en este caso, en el campo del VIH ya que todos estos estudios son traslacionales y su objetivo es mejorar la capacidad para entender la enfermedad del VIH y para tratar a los pacientes.

María Río, vicepresidenta y directora general de Gilead España apuntó que “estas becas son el mejor ejemplo de la importancia que tiene para nosotros la investigación y la innovación, y creemos que esta iniciativa es una de las aportaciones más valiosas que hacemos a la sociedad”.

Además ha añadido: “Nuestro compromiso se plasma en una misión de la que nos sentimos tremendamente orgullosos: poner a disposición de quien lo necesita fármacos verdaderamente innovadores en enfermedades que amenazan la vida y donde no existían alternativas terapéuticas como en el VIH, entre otras muchas otras”.


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