El Global Madrid | viernes, 25 de mayo de 2018 h |

En el marco del l XXXIII Congreso Nacional de la Sociedad Española de Nutrición Parenteral y Enteral de España (SENPE) celebrado del 17 al 19 de mayo en las Palmas de Gran Canaria, Nestlé Health Science ha organizado el taller “Abordaje clínico para la mejora del estado nutricional y recuperación funcional en el anciano frágil: R+ACTIVA” , con el objetivo de dar un sentido más pragmático a la intervención del profesional ante un anciano frágil y desde dos dimensiones complementarias: la nutrición y el ejercicio físico para que la calidad de vida de la persona se mantenga, por frágil que sea.

El taller contó con la ponencia de José Viña, Catedrático de Fisiología de la Universitat de València y director del Instituto Gerontológico de la Comunidad Valenciana que, bajo el título, “Ejercicio físico y suplementación nutricional hiperproteica: Una combinación ganadora para prevenir y tratar la fragilidad en el adulto mayor” que puso de relieve los beneficios sinérgicos que puede suponer a un adulto mayor combinar la suplementación con el ejercicio físico a la hora de prevenir y tratar la fragilidad. La fragilidad es una condición que resulta del declive acumulativo de varios sistemas fisiológicos. Aunque las causas de este declive multisistémico son vagas, se estima que factores genéticos y de cambios moleculares relacionados con la edad pueden tener un papel importante.

La fragilidad se asocia con una reducción funcional del sistema nervioso central y con el sistema endocrino, con la desregulación homeostática, los cambios en la composición corporal y el desequilibrio energético. Se caracteriza debilidad, cansancio, pérdida de peso, lentitud y baja actividad física, que conllevan a un deterioro de las funciones básicas y, finalmente, a la discapacidad y dependencia. La desnutrición, muy prevalente en geriatría, es uno de los principales factores de riesgo para la fragilidad mientras que un buen estado nutricional reduce el riesgo de desarrollarla. “Tanto el ejercicio físico como la nutrición adecuada son fundamentales para prevenir, e incluso curar, la fragilidad”, afirmó Viña.

La parte práctica fue compartida por Estrella Petrina, del Servicio de Endocrinología y Nutrición del Complejo Hospitalario de Navarra, y Álvaro Casas, médico geriatra y presidente de la Sociedad de Medicina Geriátrica (SEMEG). La actividad científico-educativa consistió en la presentación y desarrollo de un caso clínico. Petrina se centró en la importancia de la realización de una valoración e intervención nutricional individualizada en el paciente y cómo los suplementos nutricionales enriquecidos con proteínas producen beneficios nutricionales, clínicos y funcionales significativos. Casas, por su parte, compartió con Petrina su ponencia-práctica “Caso clínico: de la valoración a la intervención especializada en el anciano frágil” cuyo objetivo fue aproximarse a los profesionales sanitarios en el abordaje clínico que ha demostrado ser más eficaz para la mejora del estado nutricional y funcional en el anciano pre-frágil y frágil.

Tras analizar el caso clínico, Casas revisó y presentó las diferentes herramientas para una óptima evaluación de la capacidad funcional, propuso algoritmos de actuación y de intervención, mostró cómo pautar ejercicio físico como si fuera un medicamento (tipo de ejercicio y dosis) y por qué desprescribir medicamentes en caso de polifarmacia, mensaje que resumió de manera informal como “Menos pastillas y más zapatillas”.

Ambos ponentes concluyeron que la combinación de una intervención nutricional individualizada con ejercicio físico refuerza los efectos que, independientemente, cada una de estas intervenciones pueda tener sobre la mejora del estado nutricional y de la capacidad funcional en este colectivo de personas. Esto indica que la fragilidad en el anciano puede ser prevenida y tratada con la ayuda de la combinación de un programa específico para estos pacientes. Casas destacó: “No es ético no prescribir ejercicio físico ni no realizar una valoración e intervención nutricional si precisa, en el anciano frágil”.

Ayuda al profesional sanitario

Nestlé Health Science, siguiendo con su objetivo de mejorar la calidad de vida de los pacientes, pone a disposición del profesional sanitario distintas herramientas y servicios específicos para facilitar su práctica diaria en el abordaje de la mejora y funcional en el anciano frágil para ayudarles a ganar en calidad de vida. Herramientas como R+ACTIVA, un programa de educación nutricional y actividad física en el anciano para el médico basado en la evaluación de la capacidad funcional y nutricional y según el diagnóstico resultante, establecer un plan individualizado de ejercicio físico.

Además incluye algoritmos para ayudar al profesional a la toma de decisión, una guía de ejercicios, planes semanales y pautas para una buena realización del ejercicio. Recientemente, se ha presentado Planea, nueva plataforma online, una iniciativa de la Unidad de Nutrición y del Servicio de Geriatría del Hospital La Paz, el Instituto de Investigación sanitaria del hospital (IdiPaz) y Nestlé Health Science. Esta permite a los profesionales, tras la introducción de los datos del paciente, ofrecer planes dietéticos semanales y tablas de ejercicio físico adaptados a los distintos perfiles de personas de edad avanzada en función de las necesidades nutricionales, el grado de dependencia y las patologías.