Más de un año después de la fecha prevista inicialmente, los días 11 y 12 de mayo se celebraba la XIV Conferencia de las Plataformas Tecnológicas de Investigación Biomédica. Dos jornadas en las que expertos de diferentes campos han hecho balance de lo vivido y abordado los retos que quedan por conseguir como país para impulsar el potencial de la ciencia e investigación.

Protagonismo de la investigación

Humberto Arnés, director general de Farmaindustria, se manifestaba durante la inauguración del encuentro en esta línea. “Desde Farmaindustria, llevamos más de 15 años con el intento de conseguir múltiples objetivos, fomentando la cooperación público-privada, eliminar obstáculos en I+D y lograr el bienestar para nuestros ciudadanos”, señalaba. Y bajo el punto de vista de Arnés estos esfuerzos han dado “éxitos evidentes”. “Nos hemos posicionado como un país referente en investigación a nivel internacional, concretamente el primero a nivel europeo y el cuarto a nivel mundial en COVID-19”, resaltaba.

En esta senda hacia el impulso de la I+D, hay armas fundamentales. Una de ellas, tal y como señalaba Arnés, “la cooperación público-privada es fundamental para que avance la investigación”. Ahora, instaba a “seguir trabajando, teniendo en cuenta que la competencia internacional es fuerte y utilizando las tecnologías digitales en este proceso, por ejemplo, en la monitorización de ensayos clínicos”. Siguiendo este hilo, consideraba importante “mejorar el esfuerzo en materia de equidad y cohesión territorial, aprovechando los recursos de todo el territorio para que estos ensayos clínicos y la innovación derivada de los mismos lleguen a cualquier lugar”.

Y es que, para el director general de Farmaindustria, España cuenta con todos los factores a favor para “colocar la investigación biomédica como una prioridad en nuestra sociedad”. “Junto a la digitalización y la transición ecológica, la investigación biomédica va a marcar el futuro de las sociedades modernas y España va a jugar un papel fundamental; tenemos profesionales preparados, centros muy bien dotados y una industria farmacéutica con una larguísima tradición investigadora, lo que hace que reunamos las condiciones básicas para poder participar activamente en el progreso científico”, concluía.

Importancia de la digitalización

Coincidía con Arnés en la importancia de acelerar la digitalización Margarita Alfonsel, secretaria general Federación Española de Empresas de Tecnología Sanitaria. “La innovación es siempre la piedra angular para llevar a cabo cualquier transformación y la pandemia ha acelerado la necesidad de la digitalización, poniendo de manifiesto que debemos apostar por la innovación, el desarrollo y la investigación”, afirmaba.

Alfonsel apuntaba que, según las previsiones “en 2027 la inversión del sector aumentará hasta el 2,12 por ciento del PIB, lo que nos situará en la media europea; aunque esto sea positivo la inversión debe aumentar no solo hasta la media, sino llegar a cifras de países del entorno que hacen una gran apuesta en investigación”. A este respecto agregaba que “esta ha de ser una apuesta sostenida en el tiempo; si algo hemos aprendido de la pandemia es que los países que más apuestan por la innovación son los más resilientes. Para lograrlo, solicitaba, “contar con el apoyo de las administraciones”.

Asimismo, Alfonsel ofrecía la fórmula para conseguir que España sea un referente en investigación. “Se necesita más financiación y apoyo estable a la ciencia e investigadores, más transferencia de resultados; más emprendimiento y ecosistemas de cocreación, más competitividad, más atracción y retención de talento y más diálogo y colaboración público privada”.

Reforzar capacidades industriales

En este último punto incidía Ion Arocena, director general de la Asociación Española de Bioempresas (AseBio). “Somos un sector que vive de la colaboración público-privada, un sector de pymes y micropymes”, detallaba. Relacionado con esto, Arocena advertía que “a pesar de la importancia que han cobrado la ciencia y biotecnología, llevábamos décadas arrastrando una falta de inversión en I+D que había lastrado nuestra competitividad”. “Ahora, la pandemia ha destacado esa necesidad de invertir en ciencia e innovación para reforzar nuestras capacidades industriales”, reflexionaba.

Asimismo, Arocena ponía de manifiesto el esfuerzo del sector biotecnológico, del que subrayaba “se ha volcado en trabajar con premura en los plazos para dar respuesta a la COVID-19 con vacunas, tratamientos y soluciones de diagnóstico”. “Este compromiso es el que nos ha permitido a las empresas biotecnológicas tener un impacto; ahora, España tiene el gran reto de convertir el conocimiento científico en soluciones concretas, impulsando una industria biotecnológica propia capaz de desarrollar soluciones ‘made in Spain’”, finalizaba.

Esfuerzo conjunto

En esta edición del encuentro participaba Veterindustria, patronal española de la industria veterinaria. Su director general, Santiago de Andrés, recordaba el potencial que tiene también este sector, con un “tejido industrial y productivo importante, con 29 plantas de fabricación”. En esta misma línea subrayaba que “siete de estas plantas están destinadas a la fabricación de productos inmunológicos, que van a estar en primera línea de la fabricación de productos y vacunas contra la COVID-19”. Todo esto pone de relieve, según De Andrés, “la importancia del concepto One Health”, que hace referencia al concepto que aúna todos los agentes relacionados con la salud para obtener soluciones satisfactorias.

También Josep Samitier, director del Instituto de Bioingeniería de Cataluña (IBEC) hacía referencia a su campo de estudio, la nanomedicina, considerando que “para acelerar el desarrollo de productos médicos y farmacéuticos innovadores basados en la nanomedicina y todos los pasos hasta su llegada a la clínica, involucrando a todos los agentes del sector y fomentando la cooperación”. Así, abogaba por que “la salud tienda hacia una medicina participativa y de precisión con una integración de la visión del paciente”.

Pedro Duque, ministro de Ciencia e Innovación, era el encargado de clausurar la primera sesión de esta cita ensalzando también el papel de la ciencia e innovación como motor “para ofrecer las mejores soluciones en momentos críticos”. Aun así, indicaba que “a pesar de que España cuente con una industria biomédica de alto nivel, todavía hay amplio margen de mejora”. Para terminar, Duque apreciaba que más allá de que durante este año se haya hecho uso de la innovación para dar soluciones a nivel global, “la pandemia ha mostrado que la ciencia solo ha ofrecido soluciones si se ha trabajado en ella a largo plazo” haciendo referencia a utilizar todos los mecanismos disponibles para impulsarla mediante un aumento de recursos.


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