El número de medicamentos termolábiles, es decir, aquellos que precisan ser conservados en frío para evitar su pérdida de propiedades, se incrementará en los próximos cinco años. Según un informe elaborado por la consultora IQVIA, casi la mitad de los nuevos medicamentos lanzados hasta 2027 requerirán almacenamiento en frío, respecto al 37 por ciento del periodo 2013-2017 y el 45 por ciento de 2018 a 2022.

La consultora estima que en torno al 70 por ciento de los nuevos medicamentos que lleguen en los próximos cinco años sean terapias especializadas complejas que requieran una manipulación, administración y cuidados especiales para el paciente, frente al 61 por ciento de del periodo de 2013 a 2017.

La cadena de frío constituye el conjunto de eslabones de tipo logístico que garantizan una temperatura entre dos y ocho grados durante los procesos de almacenamiento, manejo, transporte y distribución de los medicamentos. En caso contrario, se pueden modificar las propiedades de los medicamentos en grado variable según la temperatura alcanzada y el tiempo de permanencia a dicha temperatura. Las insulinas, algunas vacunas, colirios o incluso antibióticos son ejemplos de medicamentos que necesitan conservarse en frío.

En concreto, las vacunas presentan unas características especiales en lo referente a su naturaleza y finalidad. Esto significa que su colocación dentro del frigorífico requiere seguir un orden que varía en función de su susceptibilidad. En este sentido, la disposición en las bandejas será la siguiente: en las más altas se incorporan las vacunas con virus vivos, mientras que las vacunas de virus inactivados en las siguientes.

En los centros hospitalarios existen circuitos de recepción, almacenamiento y distribución de los medicamentos que garantizan el mantenimiento de la cadena de frío. Para ello, cuentan con los procedimientos normalizados de trabajo y con instalaciones para garantizar el mantenimiento de la temperatura adecuada. Sin embargo, la complejidad de los circuitos de distribución de medicamentos de los hospitales implica que se disponga de cámaras frigoríficas en un elevado número de localizaciones, tanto en los almacenes del servicio de farmacia, como en los botiquines de las unidades de hospitalización, hospitales de día, áreas de quirófanos y consultas externas, entre otros.

Tendencias y distribución del uso de medicamentos

La pandemia de COVID-19 tuvo importantes repercusiones en los sistemas sanitarios y, a medida que se va superando, sigue condicionando la demanda y el uso de medicamentos en todo el mundo. En este sentido, las continuas repercusiones directas e indirectas de la pandemia se traducen en un aumento de la demanda de tratamientos.

Según las previsiones recogidas por IQVIA, el mercado mundial de medicamentos crecerá a una tasa interanual de entre el tres y el seis por ciento hasta 2027. Entre los principales motores del crecimiento durante el periodo de previsión figuran la aportación de nuevos medicamentos, el impacto de la expiración de patentes y el creciente impacto de los biosimilares.

Si se hace un análisis del crecimiento por regiones, se espera que América Latina, Asia-Pacífico y África y Oriente Medio crezcan más de un 10 por ciento en volumen y más de un 30 por ciento en valor hasta 2027, impulsados por el crecimiento demográfico y el cambio hacia productos más caros. Por su parte, se estima que Europa Occidental, Japón y Estados Unidos registren un crecimiento global del volumen entre plano y bajo, mientras que el gasto aumentará más de un 20 por ciento en Europa Occidental y Estados Unidos, pero se mantendrá plano en Japón a medida que sigan evolucionando los controles de precios.

Otro de los aspectos analizados en el informe ha sido la distribución del uso de medicamentos entre las áreas terapéuticas por regiones. En este caso, este recoge que los territorios con un PIB medio más elevado como Europa Occidental, Japón y Estados Unidos presentan un uso notablemente mayor de tratamientos cardiovasculares, diabéticos, respiratorios y neurológicos. Sin embargo, en aquellas regiones con un PIB medio más bajo se observa un mayor uso en otras áreas terapéuticas, como las vitaminas y minerales en Asia-Pacífico y África y Oriente Medio. En el caso de América Latina, el 23 por ciento se atribuye a los dermatológicos.


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