En julio de 2018 las primeras terapias de células T con receptores de antígenos quiméricos (chimeric antigen receptor, CAR) llegaron a Europa. La Agencia Europea de Medicamentos (EMA) emitía la primera recomendación de autorización para dos terapias con células CAR-T: Kymriah (tisagenlecleucel), de Novartis, indicado para el tratamiento de la leucemia linfoblástica aguda (ALL) y para el linfoma difuso de células B grandes (DLBCL); y Yescarta (axicabtagene ciloleucel), de Gilead, para el tratamiento del linfoma difuso de células B grandes (DLBCL). Estos pertenecían a una nueva generación de inmunoterapias personalizadas contra el cáncer que se basan en la recopilación y modificación de las propias células inmunes de los pacientes para tratar su cáncer.

Tal es la expectativa que despertaban estos nuevos tratamientos que la Sociedad Estadounidense de Oncología Clínica (ASCO) decidió conceder el título de Avance del año 2018 a este nuevo tipo de inmunoterapia. Tal como la describió entonces el presidente y miembro de la ASCO, Bruce E. Johnson, “esta técnica permite a los médicos reprogramar genéticamente las propias células inmunitarias de los pacientes para encontrar y atacar las células cancerosas en todo el cuerpo”.

El Plan de Terapias Avanzadas del Ministerio de Sanidad ha sido clave para el desarrollo de estas innovaciones

El proceso es, cuanto menos, complejo. Primero se extraen las células T del paciente y se llevan al laboratorio, donde se realizan cambios genéticos en las mismas para que ataquen a las células cancerosas. Estas células T con CAR se cultivan en grandes cantidades y luego se inyectan al paciente. Una de las características de este tratamiento es que es una “terapia viviente”, según Johnson.

Pero son los resultados los que demuestran lo prometedoras que pueden llegar a ser estas nuevas terapias. En un ensayo clínico realizado en varios centros con 63 pacientes pediátricos y adultos jóvenes con ALL de precursores de células B, ya sea recidivante o refractaria, la tasa general de remisión con la terapia Kymriah a los tres meses de tratamiento fue del 83 por ciento. Además, en tres de cada cuatro pacientes, la ALL todavía no había regresado después de 6 meses.

En el caso de Yescarta, un ensayo clínico en pacientes con DLBCL que habían empeorado después de al menos dos tratamientos previos, se observó remisión del linfoma en el 43 por ciento de los pacientes. A los seis meses después de recibir la terapia, el linfoma todavía no había regresado en casi el 80 por ciento de los pacientes.

En los primeros tres años del plan, Sanidad ha valorado ya 497 solicitudes para el tratamiento de pacientes

El Ministerio traza su Plan

Tal ha sido el impacto de estas terapias que el Ministerio de Sanidad puso en marcha el Plan de abordaje de las Terapias Avanzadas en el Sistema Nacional de Salud. La colaboración, la identificación temprana de pacientes y el desarrollo de centros autorizados son algunas de las claves de una estrategia que ha sido clave para poder introducir estas terapias disruptivas en el sistema sanitario.

Desde entonces, hasta este 2021, el Ministerio de Sanidad ha valorado 497 solicitudes para el tratamiento de pacientes con estas terapias. Tres años en los que las CAR-T ha ido ganando relevancia, especialmente, en el último año, donde se han duplicado las solicitudes.

Según el análisis anual de la gestión de los casos remitidos de CAR-T elaborado por el Ministerio de Sanidad, todas las comunidades autónomas han realizado al menos una solicitud y 122 hospitales han intermediado en estas peticiones. Cataluña, Comunidad de Madrid y Andalucía han copado la mitad de las solicitudes con un 17,71, 17,10, y 16,90 por ciento, respectivamente. A estas le siguen la Comunidad Valenciana (10,06 por ciento), Galicia (6,24 por ciento), Castilla y León (5,84 por ciento), y Castilla La Mancha (5,04 por ciento).

Los resultados clínicos de estas terapias han cambiado el rumbo de enfermedades con una alta mortalidad

Este plan ha sido también decisivo para la promoción de las terapias CAR-T académicas. Uno de los centros excelentes, tanto en la investigación de terapias como en la asistencia clínica con terapias industriales es el Clinic de Barcelona, reconocido este 2021 como mejor Unidad de Referencia en Terapia Celular CAR-T en los premios Best In Class (BiC) otorgados por GACETA MÉDICA. Para Álvaro Urbano, jefe de Servicio de Hematología del Clínic de Barcelona, el plan lanzado en 2019 por el Ministerio de Sanidad ha sido fundamental para el desarrollo de estas terapias, así como la evolución de los centros hospitalarios, referentes a nivel internacional.


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