Nieves Sebastián Madrid | viernes, 18 de enero de 2019 h |

A pesar de la agitación vivida durante la semana pasada en el Parlamento británico, todavía no se ha aclarado cómo va a ser la salida de Reino Unido de la Unión Europea. El acuerdo del Brexit presentado ante la Cámara de los Comunes fue rechazado, pero la primera ministra británica, Theresa May, superaba la moción de censura propuesta por la oposición laborista ante el fracaso del documento.

Los posibles escenarios que se derivan de esta situación son diversos, y van desde una salida sin acuerdo hasta que se realice un nuevo referéndum sobre el Brexit, opción que va cobrando fuerza paulatinamente; a principios de esta semana, May tiene que presentar una nueva propuesta que esclarezca el camino a seguir en este proceso.

Para la industria farmacéutica, una salida sin acuerdo sería catastrófica, ante la incertidumbre respecto a todos los temas que la atañen: suministro de medicamentos, validez de los ensayos realizados en Reino Unido y la UE en todo el territorio europeo, o las dificultades que podría suponer este divorcio a la hora de intercambiar datos. Las entidades del sector llamaban por ello a todos los agentes de la industria a prepararse para el peor escenario posible, implementando medidas que aseguren que no se ponga en riesgo la seguridad de los pacientes.


Varias entidades de la industria llaman a prepararse para el peor escenario posible que se pueda presentar


Fuera de la industria, desde los Estados miembro hay opiniones encontradas: mientras que algunos consideran que el acuerdo presentado por May era el mejor que se podía alcanzar dadas las circunstancias, otros animan a reconsiderar la situación e impulsar una segunda votación para tratar de evitar el Brexit y su impacto negativo.

Respuesta de la Efpia y ABPI

La Efpia respondía ante la falta de acuerdo de Brexit asegurando que están preparados ante los posibles escenarios que se puedan presentar. La directora general de la entidad, Nathalie Moll, apuntaba que “es hora de que los responsables políticos tanto de Reino Unido como de la UE dejen de lado la política y pongan en marcha medidas para evitar que este proceso afecte a los pacientes europeos”.

Moll agregaba que, en concreto, hay que asegurar que el Brexit no afecte “al suministro de medicamentos, por factores como los retrasos en el transporte en la frontera y donde el desarrollo, fabricación, embalaje, pruebas de seguridad y regulación del medicamento ya no se benefician del reconocimiento mutuo”.

La entidad enumeraba también una serie de medidas que cree que se deben tener en cuenta durante este proceso, entre las que se incluían reconocer las pruebas sobre medicamentos realizados en Reino Unido al menos hasta que puedan transferirse a la UE, impulsar iniciativas para que el país británico participe en plataformas de intercambio de datos o eximir a los fármacos y materiales para ensayos clínicos del control de aduanas. Como conclusión, desde la Efpia destacaban que el objetivo final es poner el foco en los pacientes, asegurando el suministro de medicamentos sea cual sea la relación post-Brexit. La entidad explicaba además que, junto a otras organizaciones del sector, se comprometen explícitamente a trabajar en una cooperación extensa a largo plazo en cuanto a la regulación de medicamentos y tecnologías sanitarias, siempre tratando de asegurar los intereses de los pacientes y la salud pública.

Por su parte, Mike Thompson, CEO de ABPI, consideraba que “el foco de las compañías de la industria está puesto en asegurar que los medicamentos y las vacunas lleguen a los pacientes sea como sea”, a lo que añadía: “esto incluye el almacenamiento y la duplicación de los procesos de manufactura en Reino Unido y en Europa; además, seguimos trabajando conjuntamente con el Gobierno por si hubiera una salida sin acuerdo”.

A pesar de esta afirmación, Thompson aseveraba: “una salida sin acuerdo sería un desafío demasiado grande; el tiempo se agota y esperamos que el Parlamento encuentre una solución rápida a este estancamiento para asegurar que el suministro de medicinas no se interrumpa en 2019”.

Por su parte, desde la Agencia Europea del Medicamento (EMA) recordaban que ya impulsaron en agosto del año pasado un grupo de trabajo para tratar de controlar las interrupciones en el suministro durante los próximos años, ya que sí tienen previstas irregularidades en el abastecimiento derivadas del Brexit.


La EMA cuenta con un grupo de trabajo para controlar las interrupciones de suministro en los próximos años


Reacciones comunitarias

En España, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez lamentaba que no se aprobara el acuerdo ya que lo consideraba “el mejor posible” y añadía que, bajo su punto de vista, en ese documento se priorizaban los derechos de los ciudadanos y residentes; Sánchez expresaba también su temor a que se produzca una salida más compleja de la Unión que, opinaba, sería negativa para la UE y catastrófica para el Reino Unido.

Desde Alemania se mostraban más optimistas ante esta tesitura, y opinaban que es poco probable que el divorcio entre Reino Unido y la UE vaya a causar problemas de desabastecimiento, al menos en lo que a fármacos esenciales se refiere, según un informe elaborado por el Instituto Federal de Medicamentos y Dispositivos Médicos.

Para concluir, el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, al conocer el rechazo del Parlamento británico al acuerdo de Brexit, abogaba por replantear la situación expresando en sus redes sociales: “Si un acuerdo es imposible y nadie quiere la salida sin acuerdo, ¿quién va a atreverse a decir cuál es la única solución positiva?”.