Las terapias CAR-T han llegado para revolucionar el abordaje de las enfermedades oncohematológicas. Sin embargo, el proceso necesario para poder ofrecer estas terapias a los pacientes es largo y costoso. Con el fin de mejorar el acceso de los pacientes a estas terapias, desde Bristol Myers Squibb anunciaban en evento virtual que la compañía contará con dos nuevas plantas especializadas en estas terapias en Holanda y Massachusetts.

Desde la compañía destacan que han conseguido una red de suministro con capacidad de operar a nivel global; esta tiene sedes en Estados Unidos, Asia y Europa. Ahora, el objetivo pasa por seguir ampliando estas capacidades, logrando una red de suministro sólida que cuente con los recursos humanos y tecnológicos necesario.

Importancia de las CAR-T

En palabras de Snehal Patel, vicepresidente global y director de Cell Therapy Manufacturing, “el objetivo es personalizar el tratamiento; cada terapia CAR-T es única puesto que se utilizan las propias células T del paciente, reprogramándolas para que ataquen al cáncer”. Para lograrlo, indicaba, “es necesario un sofisticado proceso de producción”. Estas terapias ofrecen una nueva alternativa a pacientes de cánceres hematológicos; entre ellos, diversos tipos de linfoma, leucemia o mieloma en los que los tratamientos convencionales no han tenido efecto.

Para avanzar en esta materia, Patel destacaba que “ha sido fundamental la experiencia de la compañía tanto en hematología como inmunooncología, estudiando cómo se podía llegar a un mejor abordaje de los pacientes con estos tipos de cáncer”.

Y es que el proceso es arduo y laborioso. En primer lugar, se extraen las células T de los pacientes, las cuales se envían a las instalaciones de producción. Allí se analizan y se estudia la manera más efectiva de reprogramarlas para que ataquen a la enfermedad; esto requiere de un detallado proceso de personalización. Una vez culmina esta parte, se vuelven a enviar al lugar de tratamiento del paciente, donde este debe estar preparado para que se le infundan estas células. El proceso no acaba aquí. Los pacientes que reciben la infusión de CAR-T son monitorizados durante un periodo de tiempo para controlar los posibles efectos secundarios que puedan aparecer.

En este sentido, Patel informaba de que en BMS están desarrollando “una tecnología wearable que ayude a monitorizar este proceso; se trata de que controle la temperatura de los pacientes a los que se les ha aplicado esta terapia para poder identificar posibles complicaciones cuanto antes”.

Además, se ha puesto en marcha una plataforma con información que facilite la comprensión y manera de actuar para los pacientes y sus cuidadores.

Proceso global

Ann Lee, vicepresidenta senior de Cell Therapy Development and Operations, ponía el foco en que la producción de estas terapias “es solo una fase de este proceso”. En esta línea detallaba que se trata de una operación “muy personalizada, que permite dar esperanza a los pacientes”.

A este respecto, Snehal Patel subrayaba que “las células T son muy frágiles por lo que se toman precauciones muy extremas”. Por ejemplo, Lee se refería a partes del tratamiento de las células como el proceso de lavado o criopreservación, cruciales para garantizar la calidad de las terapias, y los cuales cuentan con controles muy estrictos.

En este contexto, Ann Lee resaltaba que para llevar a cabo todas las fases del proceso es necesario contar con ”trabajadores de perfiles muy diversos y con una gran coordinación entre ellos, para asegurar que todos los pasos se ejecutan correctamente”.

Suministro y distribución

Uno de los problemas que presentan este tipo de terapias es que tener que ‘producir’ un tratamiento específico para cada paciente, puede dilatar los plazos de aplicación de la terapia. Sobre todo, teniendo en cuenta que en muchas ocasiones los centros de producción de CAR-T están muy alejados de los hospitales en que se trata a los pacientes.

Por ello Krishnan Viswanadhan, vicepresidente senior de Global Cell Therapy Franchise en BMS apuntaba que las nuevas instalaciones dedicadas a CAR-T son un paso importante para “hacer que esta red siga creciendo alrededor de todo el mundo”.  Mirando al futuro, Viswanadhan ponía el foco sobre algunos de los temas relativos a estas terapias en los que BMS quiere poner el foco. Entre ellos, “mejorar la experiencia con las CAR-T, aumentando la capacidad de producción y reduciendo costes de tal forma que se mejore la atención que se ofrezca a los pacientes”. También, indicaba que “es necesario seguir creando infraestructura e instalaciones con la misión de mejorar la cadena de suministro”. Con todo esto, consideraba, “debería consolidarse el liderazgo de BMS en CAR-T”.


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