En España, el amianto -también conocido como uralita o asbesto- continúa presente en muchas de las construcciones que están operativas en la actualidad. Este material, que es un grupo de minerales que se encuentra de forma natural en el entorno, puede producir secuelas en la salud que pueden aparecer hasta 20 años después de la exposición a esta sustancia. De hecho, la Organización Mundial de la Salud lo califica como un carcinógeno de primer grupo.

En este contexto, la compañía Bristol Myers Squibb ha impulsado un estudio social sobre el nivel de concienciación de los españoles sobre el amianto y las enfermedades que provoca. Los datos de la encuesta reflejan que el 60 por ciento de los españoles desconoce si hay amianto en las instalaciones de su hogar, a pesar de que el 70 por ciento conoce el mineral y el 40 por ciento es consciente de los riesgos que supone.

Laura Mezquita, oncóloga del Hospital Clinic de Barcelona y oncóloga de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), señala que el amianto es el principal factor de riesgo para el desarrollo del mesotelioma, un tipo de cáncer que afecta al mesotelio (un tejido que rodea la mayoría de los órganos internos y suele afectar a la zona de los pulmones).

“El amianto no se debe manipular, es fácilmente fragmentable y sus fibras pueden ser inhaladas”

Laura Mezquita, oncóloga del Hospital Clinic de Barcelona y oncóloga de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM)

A pesar de que una gran parte de los españoles conoce el amianto y los riesgos que supone, el 87 por ciento de los españoles no sabe lo que es el mesotelioma. De hecho, el 84,6 por ciento de los encuestados no tiene ubicado el área terapéutica de la patología y afirma que no sabe si se trata de una enfermedad infecciosa.

Por territorios, Canarias (23,3 por ciento) y Murcia (20,6 por ciento) son las comunidades con mayor nivel de conocimiento, mientras que en el extremo contrario se encuentran Cantabria (8 por ciento) y La Rioja (6,7 por ciento).

El amianto, un material “perjudicial” para los españoles

Acorde al estudio, el 72 por ciento de los españoles percibe al amianto como un material muy perjudicial para la salud. En una escala de 0 a 10 en cuanto al perjuicio que el amianto puede ocasionar, la puntuación media otorgada por los españoles fue de 8,92 puntos, siendo considerado muy negativo para la salud.

De los encuestados, solo el 10,2 por ciento de los encuestados otorgó una puntuación por debajo del 6 en cuanto a su nivel de riesgo.

Por otro lado, los españoles consideran que las mejores acciones preventivas para evitar el mesotelioma son evitar el contacto con materiales con amianto (59,8 por ciento), no consumir tabaco (42,9 por ciento) y practicar ejercicio físico (41,3 por ciento).

Sin embargo, en este contexto de datos, solo el 8,4 por ciento considera que algún familiar suyo podría estar expuesto al amianto. El amianto es un mineral ampliamente utilizado en muchas edificaciones construidas antes de 2002, año en el que se prohibió su utilización y uso en España. Por ello, el amianto está presente en muchas formas.

La más conocida es mediante los tejados de uralita, pero también está presente en revestimientos externos, aislamientos para tuberías o cables, así como en multitud de objetos con fibrocementos como macetas o jardineras. De esta forma, de los españoles que conocen este material, más del 70 por ciento afirma saber dónde puede encontrarse.

Recientemente, el Parlamento Europeo ha instado a la Comisión Europea a la creación de una estrategia para la retirada del amianto en todos los países miembros. Entre las propuestas del Parlamento Europeo, se incluye una relativa al control obligatorio de presencia de amianto en los edificiosy la expedición de certificados.

El objetivo de la Unión Europea es eliminar todo el amianto para finales de 2032

Incremento de mesotelioma

Debido a que el amianto está presente en numerosos materiales de edificación, algunos grupos específicos de profesionales como los trabajadores de la construcción, fontaneros o electricistas están más expuestos a sus consecuencias negativas. Se ha demostrado que la exposición al amianto provoca la aparición de diversas enfermedades, entre las que se encuentran: las placas pleurales; la fibrosis pleural difusa; el derrame pleural benigno; el síndrome de Blesowski; la abestosis; el cáncer de pulmón y el mesotelioma.

Este último, el mesotelioma, es una de las consecuencias más graves de la exposición al amianto y está declarada enfermedad profesional. El mesotelioma es un tipo de cáncer de difícil diagnóstico y la mayoría de los casos suelen descubrirse en estadios avanzados de la enfermedad.

De acuerdo con la SEOM, esta patología tiene una incidencia de unos 2,1 casos por cada 100.000 habitantes al año , aunque se espera que la prevalencia de la patología siga creciendo hasta 2030.

Los pacientes con mesotelioma tienen una esperanza de vida promedio aproximada de 12 a 21 meses después de recibir el diagnóstico . Los principales síntomas de la enfermedad incluyen dificultad para respirar, dolor en el tórax, pérdida de peso repentina, cansancio, anemia, fiebre, dolor abdominal y obstrucción intestinal. Sin embargo, solo el 3,2 por ciento de los españoles afirma conocer los síntomas de esta enfermedad. De igual manera, solo un 3,7 por ciento conoce los factores de riesgo asociados a la enfermedad y un 7 por ciento considera que puede estar en riesgo de sufrir la patología.


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