sara calvo La Felguera (Asturias) | viernes, 16 de marzo de 2018 h |

El año 2017 ha sido un periodo de consolidación del crecimiento que arrastra Bayer desde hace cinco años, cuando empezó el principio del fin de la crisis económica que todavía colea en estos días. “Positivo” es un buen adjetivo para definir este último ejercicio, en el que se ha superado el volumen de ventas de 2016 en 2,3 puntos hasta alcanzar los 842 millones de euros. La inversión de la compañía en España y Portugal ha rondado los 13 millones de euros, destinados a los ocho centros de trabajo con los que cuenta en nuestro país, entre oficinas, centros de investigación y plantas de producción de cada una de las divisiones.

Para este 2018 se espera que la inversión oscile en torno a esta cantidad y se prevé reactivar los acuerdos que mantiene la compañía con cerca de 1.000 instituciones, centros hospitalarios y de investigación con las que apuesta por un modelo de innovación continuada. “Los datos reflejan nuestro compromiso con Iberia y nos dan solidez para afrontar los retos del futuro con optimismo”, apuntaba el Consejero Delegado de Bayer en España y Portugal, Rainer Krause. Según anunció, su idea es que en los próximos dos años se aumente la plantilla en su centro de servicios de Barcelona en unas cien personas, donde actualmente emplean a unas 470 trabajadoras y trabajadores. La compañía hace públicas, así, sus cifras por sectores. Por ejemplo, en el farmacéutico, anuncia 433 millones en facturación, lo cual supone un incremento del 1,4 por ciento respecto a 2016.

“El impulso de ese incremento ha venido marcado por la comercialización de varios productos innovadores”, apuntaba Krause, entre los que destacan los fármacos cardiovasculares para prevenir ictus, los recomendados para la degeneración macular u otros como Kyleena, su dispositivo de liberación intrauterina (DIU) hormonal con una dosis baja de 19,5 miligramos, apto también para las mujeres que no han tenido hijos. El segmento de Crop Science, dedicado a productos agrícolas, facturó unas ventas de 234 millones y creció un 5 por ciento. De esa cantidad, 203 millones corresponden a ventas en España y 31, en Portugal. “Además, el 30 por ciento de esas ventas vienen de productos lanzados en los últimos cinco años”, añadía Krause. El crecimiento también hincha las cifras del sector veterinario de la compañía, que aumentó un 5,5 por ciento en España. El beneficio neto global de la compañía ha ascendido a 7 mil millones de euros, lo cual supone un incremento de más del 60 por ciento respecto al ejercicio anterior.

Cerrar la compra de Monsanto

Como destaca el Consejero Delegado de Bayer en España y Portugal, este aumento de los beneficios ha venido “muy influido” por la venta de las acciones que la compañía tenía sobre Covestro y de la que ahora solo posee un 33 por ciento de participación. Esta medida se tomó como mecanismo de ahorro y puente de financiación para poder finiquitar la compra de Monsanto este tercer trimestre.

Esa es, al menos, la voluntad de Bayer. La penúltima palabra la tiene la Comisión Europea y se pronunciará el próximo mes de abril, fecha en la que está previsto que concluya sus estudios para asegurar que esta transacción económica, anunciada hace más de dos años, no distorsiona la competencia en el mercado europeo.

Krause también aprovechaba la presentación de los resultados económicos de Bayer en Iberia para explicar que cuatro millones irán destinados a mejorar las infraestructuras y los procesos de producción de una empresa que facturó en nuestro país 678 millones de euros, un 1,7 por ciento más que en 2016.

La presentación de los resultados económicos ha tenido como escenario su planta de La Felguera, en Asturias, donde se acaba de inaugurar un nuevo edificio para conmemorar los 75 años de existencia de esta fábrica, la única en la que se elabora el ácido acetilsalicílico. El principio activo de su producto estrella -se consumen 200 millones de aspirinas al día- llega a todos los rincones del mundo desde aquí. “Bayer y Asturias están presentes en la cabeza y el corazón del mundo” zanjaba Jorge Álvarez, director de esta planta.