L. Díaz Madrid | viernes, 14 de septiembre de 2018 h |

La acción de Almirall cotiza en 16,5 euros moviéndose cerca del límite superior de su rango de variación del último año. Desde noviembre este valor viene ganando posiciones, en una senda que inicialmente tuvo una pendiente moderada pero que se intensificó, destacando la subida durante la primera mitad de agosto tras el anuncio de la compra de Allergan, operación que fue valorada positivamente por el mercado; tras este repunte Almirall ha continuado ganando posiciones, situándose en niveles similares a los máximos del primer semestre de 2017, antes de sufrir este valor una súbita corrección en la que llegó a perder la mitad de su capitalización bursátil.

Los últimos resultados corresponden al cierre del primer semestre. Las ventas ascendieron a 398 millones de euros, con un crecimiento en el año del 6,5 por ciento, mientras que el EBITDA fue de 105 millones de euros, un 80 por ciento mayor que en el ejercicio anterior. Este crecimiento se explica por un crecimiento de los ingresos y una reducción del coste de las ventas, lo que origina un incremento del margen bruto del 19 por ciento, a lo que hay que añadir una reducción de gastos. El beneficio en los seis primeros meses ascendió a 52,2 millones de euros, mayor que los 9,2 millones (resultado neto normalizado) del ejercicio anterior. En el aumento de ventas destaca el comportamiento de productos como Crestor y Skilarence, más que compensando caídas en otras referencias, y el impacto negativo por la competencia de genéricos y especialmente por el tipo de cambio (estimado en -5 millones de euros).

Por áreas destacan las ventas en dermatología, que supusieron el 35 por ciento de la facturación, con una caída interanual del 6,2 por ciento, focalizada en el mercado norteamericano y resto del mundo, ya que en Europa vio crecer su facturación un 3,3 por ciento.

Desglosando las ventas por mercados geográficos, Europa aportó el 77 por ciento de los ingresos, creciendo su cifra de negocios un 11,5 por ciento; Estados Unidos, el 7,3 por ciento, disminuyendo los ingresos un 28,3 por ciento; mientras que los mercados emergentes, aportaron el 16 por ciento, repitiendo prácticamente la cifra del ejercicio anterior. Este grupo destinó en el primer semestre 38,2 millones de euros a I+D, un 19,3 por ciento menos que en igual periodo del ejercicio anterior, disminución que se explica por la cancelación de algunos proyectos en fase III. Esta inversión supuso un porcentaje sobre ventas del 10,4 por ciento.

Tras la presentación de resultados Almirall revisó al alza sus estimaciones para el ejercicio estimando un crecimiento de los ingresos en el entorno del 5 por ciento, mientras que el EBITDA podría situarse un 30 por ciento por encima del pasado año (la anterior estimaba un crecimiento del 20 por ciento).

En relación con su posible comportamiento en el corto plazo, señalar que su senda sigue siendo alcista si bien con una pendiente que se viene moderando. Almirall podría ganar posiciones antes de entrar en un proceso de consolidación, no exento de volatilidad en la medida en la que algunos accionistas puedan comenzar a materializar ya las elevadas plusvalías generadas en los últimos meses.