Buenos resultados de las experiencias piloto pioneras en País Vasco y Cataluña

Un 50% de diagnósticos tardíos en España exige concienciación sobre la prueba

| 2010-10-22T16:37:00+02:00 h |

Cecilia Ossorio

Barcelona

En los últimos años, la tasa del infradiagnóstico del VIH en España está estancada en un 30 por ciento. Se estima que hay entre 120.000 y 150.000 personas infectadas por VIH, según datos del “Plan Multisectorial frente a la infección por VIH y el sida en España 2008-2012”. Esta situación se traduce en un 50 por ciento de casos de detección tardía (tasa de linfocitos CD4 inferior a 350 por mm3) en las consultas, que no sólo conduce a una peor morbimortalidad y una peor respuesta al tratamiento antirretroviral del paciente, sino que contribuye a aumentar la epidemia.

“Por cada caso diagnosticado a tiempo se evitarían tres nuevas infecciones”, puntualizó Josep María Gatell, coordinador de la Red Española de Investigación en Sida (RIS). Por ello, durante la Conferencia “VIH en España 2010” se reiteró la importancia de concienciarse sobre la necesidad de desenmascarar casos ‘ocultos’.

Un punto clave para conseguirlo es ampliar el acceso al test de detección rápido a escenarios no clínicos, como las oficinas de farmacia y las ONG. Así, destacaron los buenos resultados obtenidos por las experiencias pioneras en farmacias que han llevado a cabo en Cataluña y País Vasco.

Según Daniel Zulaika, director del Plan del Sida vasco, 18 meses después de su implantación se han realizado la prueba 3.300 personas, “un 65 por ciento más de lo esperado”, puntualizó. Del total, han obtenido 45 positivos, y Zulaika destacó que un 31 por ciento de los testados eran extranjeros.

Por su parte, Antoni Plasencia, director general de Salud Pública de la Generalitat, recordó que en los últimos 14 meses se han practicado en Cataluña 2.649 test rápidos en 36 oficinas de farmacia de 21 poblaciones. Se han registrado 24 resultados positivos, de los cuales 14 se han confirmado en laboratorios de referencia.

A pesar de la utilidad de los test rápidos, durante la conferencia se destacó el problema del “periodo ventana” y la “falsa seguridad” que pueden entrañar. Como señaló Jorge del Romero, vicepresidente de la Fundación para la Formación e Información sobre Tratamientos en el ámbito del VIH (FIT), “el 70 por ciento de los pacientes con test negativo se ha infectado posteriormente”.

Por otro lado, se reiteró la responsabilidad de los profesionales médicos, ya que en las consultas se observan marcadores clínicos de infección subyacente, que con frecuencia se obvian.

El reto en nuestro país para evitar los diagnósticos tardíos pasa por una estrategia de ‘dirigida’ (Opt-In), basada en “prescribir” el test del VIH “a todo paciente que presente un evento definitorio de sida o una situación indicadora precoz”, explicó Gatell.

En alusión al modelo de cribado universal (Opt-Out) de Estados Unidos, que han imitado países europeos con Francia, el experto señaló que “no está funcionando”. “La propuesta intermedia, el Opt-In, ya es un buen compromiso en España cuando partimos de una situación con estadísticas escalofriantes de pacientes con enfermedades indicadoras como la tuberculosis que se quedan sin testar”, concluyó.