R.C./J. R-T Madrid | viernes, 20 de abril de 2012 h |

Muchos eran los motivos que habían creado expectación ante la primera comparecencia en el Congreso de los Diputados de la secretaria de Estado de Investigación, Desarrollo e Innovación, Carmen Vela. Uno de los más polémicos fueron las palabras pronunciadas por el ministro de Economía, Luis de Guindos, en la sesión de control al Gobierno del 11 de abril, donde abogó por eliminar las subvenciones públicas a las políticas de investigación e innovación para dar paso a una inversión privada poco arraigada en España. Se temía lo peor pero, como en otros casos, el tamaño del parche disimuló la profundidad de la herida.

Los 1.392 millones de euros que se han recortado respecto al ejercicio de 2011, un 26,1 por ciento menos, dejarán sin respiro a los Organismos Públicos de Investigación (OPIS), aunque no ahogarán por completo sus proyectos. Al menos, este año el remanente de las entidades investigadoras permitirá, a duras penas, contrarrestar la partida de recortes que anunció Vela en la Comisión de Economía y Competitividad.

Los presupuestos desgranados por la secretaria de Estado dejaron un reguero de números rojos que trató de justificar bajo el dogma de “la eficiencia, de conseguir más con menos”. Dentro de los capítulos destinados a gastos de operación, aquellos que sufragan gastos de personal, infraestructuras y servicios, la cifra se contrae un 5,6 por ciento hasta los 36.371 millones de euros.

Para los capítulos 4 y 7, destinados a subvenciones, el bisturí rasgó el 22,8 por ciento, hasta los 2.079 millones de euros. Por último, la partida destinada a créditos financieros fue reducida un 28,5 por ciento, es decir, 2.300 millones de euros. Vela justificó este último apartado y señaló que en el curso 2011 solo se consumió el 43 por ciento de la partida destinada. De hecho, bajo esta defensa justificó las cuentas presentadas, ya que “el objetivo es ejecutar los 3.943 millones de euros que hemos presupuestado, cifra que en el caso de conseguirlo estaría por encima de la destinada en 2011”. Aún así, la secretaria de Estado reconoció que “no son los presupuestos que me hubiera gustado presentar pero la crisis nos obliga a una contención del gasto”.

Para optimizar los escasos recursos, desde la secretaría de Estado quiere sostener sus políticas bajo “cinco ejes prioritarios”: el desarrollo de la Ley de Ciencia, Tecnología e innovación aprobada en 2011 bajo la consigna de la eficiencia; la excelencia e impacto; la participación del sector privado; la internacionalización; y los recursos humanos.

Las víctimas directas de los recortes presentan la cara amarga de la resignación. Las OPIS sufrirán los efectos de la tijera bajo la esperanza de que la tendencia negativa revierta el año próximo. La partida presupuestaria destinada al CSIC se contraerá hasta los 668 millones de euros, un 4,4 por ciento en relación al que invirtió la secretaría de Estado el curso anterior. Igualmente, el Instituto Carlos III, donde se incluyen organizaciones de la talla científica como el CNIO, CNIC o el Caiber, también verá reducido su presupuesto en un 4,4 por ciento, hasta los 293 millones de euros.

Marisol Quintero, directora de innovación del CNIO, explicó a EG que “la disminución de inversión no es una buena noticia. No obstante, lo más importante no es que se produzca un recorte tan importante en un momento económico tan difícil como el actual, sino conocer la estrategia a medio y largo plazo”. La misma preocupación mantenía Joaquín Casariego, director del Caiber. “Nuestro problema es 2013. Este año podemos seguir con un nivel de actividad normal. Tenemos en marcha 64 ensayos multicéntricos que dependerán del nivel de inversión del ISCIII el año próximo”, argumentó. Asimismo, Casariego insistió en que más que recortes se necesitan reformas. “Qué financiamos y cómo lo financiamos es la reforma que necesitamos”, dijo.

Uno de los recortes más acuciados y que ya revelaron los Presupuestos Generales del Estado se sitúa en la partida del CDTI. El organismo contará este año con un 78,1 por ciento menos que en 2011, circunstancia a la que Vela le ha querido dedicar una explicación especial. “El impacto tremendo que han sufrido se justifica por el remanente del que dispone la tesorería, que asciende a los mil millones de euros”, espetó al tiempo que aseguraba que se trata de un recorte “puntual que no volverá a repetirse el año próximo”.

Varias asociaciones científicas han criticado las cuentas presentadas por Vela al considerar que “dañan el entramado de investigación en España a corto y largo plazo”. Así, el presidente de la Federación de Asociaciones Científico Médicas Española (Facme), José Manuel Bajo, argumentó que se tiene que potenciar la apuesta por la investigación. “El sector privado puede complementar y apoyar nuevos proyectos, pero la financiación pública es vital para el desarrollo científico”, dijo. Otra preocupación radica en los titubeos de España a la hora de apostar por la investigación como motor económico. Isabel García, secretaria general de Asebio, argumentó que “se debe priorizar la I+D+i de una forma mucho más contundente”.

Por su parte, Ana Arce, directora del Departamento de Internacionalización e Innovación de Fenin, expresó su temor por la posible cancelación de proyectos. “Nos preocupa que la situación actual frene los proyectos que estamos impulsando. Hay que contribuir a la creación de una estructura estable de I+D+i para convertir la tecnología sanitaria en uno de los motores de cambio del modelo económico”, declaró. Sin embargo, Vela no comparte la negatividad que despiertan los presupuestos en el colectivo científico. Para la secretaria de Estado, a pesar de reconocer que se han presentado partidas económicas exiguas, el futuro es esperanzador. “Los programas Marco, en especial el Horizonte 2020, van a contar con nuestra presencia desde un principio y para finales de década tendremos un retorno de 1.000 millones anuales”, se defendió.

Crítica al modelo productivo

El término de las explicaciones de Vela dio paso al turno de réplica a los grupos opositores. El primero en tomar la palabra fue el portavoz del grupo socialista, Miguel Ángel Cortizo, quien criticó asociar la eficiencia y eficacia “a la receta de hacer más con menos”. “Eso no funciona, ya en 2011 se invirtió un 2,4 por ciento del PIB y ahora un 1,8 por ciento. Mientras el resto de Europa invierte más I+D+i en tiempos de recesión nosotros invertimos menos”, argumentó. Con él coincidió su compañero de partido, el portavoz socialista de Sanidad en el Congreso, José Martínez Olmos, que en declaraciones a EG, precisó que “el recorte en I+D+i es un error de planteamiento conceptual porque la salida de la crisis requiere también un cambio de modelo productivo”.

La secretaria de Estado se defendió de las acusaciones de Cortizo y precisó que se trabajará “buscando la excelencia”, además de recordarles que los porcentajes que había facilitado “tenían trampa, ya que hablaba de la cantidad presupuestada y no la ejecutada”. Vela incidió durante sus intervenciones varias veces en este punto ya que aseguró que “si conseguimos ejecutar el por cien de los presupuestado estaremos por encima de los destinado a I+D+i en 2011”.

Alberto Garzón, portavoz del grupo de Izquierda Plural, esgrimió las críticas más ácidas a los planteamientos de Vela. “Con estos presupuestos nos convertimos en un país en vías de subdesarrollo”, afirmó. Garzón preguntó directamente a la secretaria de Estado “cuál era el modelo productivo que quería para España”, ya que, según resaltó el portavoz, las partidas del capítulo 4, destinado a subvenciones, “no alcanzan para las necesidades de las OPIS”.

Las reivindicaciones que hizo Garzón son similares a las de la Federación de Jóvenes Investigadores (FJI) que, tras varias cartas al ejecutivo liderado por Rajoy, siguen denunciando los recortes en I+D+i son “los menos acertados”. Ester Artell, portavoz de FJI, recordó que los resultados en investigación “se ven a largo plazo” y que no apostar por la ciencia “significará perder el tren del desarrollo”. Por su parte, Rafael Larreina, portavoz del Grupo Mixto en la Comisión de Economía y Competitividad le animó a “pelear para que el 2013 tenga otro presupuesto”, preocupación que, por encima de todas, sobrevuela sobre la investigación y el desarrollo de España.

El anuncio realizado por Luis de Guindos hizo presagiar una sangría aún mayor de la que se ha producido finalmente

El presupuesto para el CSIC y el Carlos III se verá reducido en un 4,4% con respecto al destinado en 2011

Las asociaciones científicas critican las cuentas al considerar que “dañan el entramado de investigación en España”

PSOE, IU y el Grupo Mixto consideran la receta del recorte como un suicidio económico para el futuro del país