c. r. Valencia | viernes, 01 de marzo de 2013 h |

La Generalitat Valenciana ha dado una respuesta inmediata a la publicación de sus cifras de déficit de 2012. Cerró el ejercicio con un déficit de 3.460 millones de euros, un 3,45 por ciento del PIB, más del doble de lo permitido y el mayor de todas las comunidades. Bajo este prisma hay que leer el decreto-ley en materia de prestación farmacéutica aprobado el viernes que a través de 20 artículos distribuidos en cinco capítulos pretende ahorrar 300 millones de euros. Para lograrlo pondrá en marcha diversas medidas, entre las que destacan la selección automática del medicamento “con mejor balance coste-efectividad” o la dispensación en centros sanitarios.

La selección automática se llevará a cabo a través de una aplicación interactiva en el sistema de información de la Consejería de Sanidad. En todo caso, el departamento asegura que “se mantendrá la libertad de prescripción del médico”, ya que también se habilita la posibilidad de prescribir fármacos distintos al propuesto por el sistema informático, siempre que se justifique clínicamente. La consejería se propone destinar parte de los ahorros como incentivo a los profesionales que hayan participado en su consecución.

El 1 de abril comenzará su aplicación en patologías y factores de riesgo de alta prevalencia como la diabetes, la dislipemia o hipercolesterolemia, el asma y la enfermedad pulmonar obstructiva crónica, la osteoporosis y los antiácidos, en una estrategia de reducción del gasto muy similar a la implementada a la del Gobierno de Castilla-La Mancha en grupos terapéuticos de alto impacto. En cuanto al ámbito hospitalario, el decreto-ley valenciano contempla la potenciación de la compra centralizada de fármacos, y se establecerán protocolos comunes de utilización de medicamentos de alto impacto en todos los centros sanitarios.

Dispensación

En la dispensación, las medidas contempladas en el decreto-ley incluyen programas especiales de suministro “directo y eficiente” de productos farmacéuticos a crónicos. Es decir, la individualización de la entrega, con la disminución del precio de coste de adquisición gracias a la entrega directa. Estos programas son, por una parte, la entrega de apósitos, tiras reactivas y extractos hiposensibilizantes (vacunas) en los centros sanitarios públicos, y la entrega de absorbentes y dietoterapéuticos a domicilio (que se irá implementando a partir del 1 de abril) o la entrada en funcionamiento de los servicios de suministro centralizado de farmacia en residencias sociosanitarias, por otra.

En este sentido, se impulsa la disminución del coste de adquisición mediante programas personalizados donde se puedan utilizar envases clínicos o medicamentos adjudicados en central de compras, tanto para residencias sociosanitarias como para programas de atención farmacéutica domiciliaria a pacientes crónicos.

También se han actualizado las condiciones básicas de la prestación farmacéutica en las farmacias. El decreto propone nuevas opciones de concertación, impulsa la aplicación de procesos automatizados en dispensación, facturación y pago de la prestación farmacéutica en el marco de la e-receta y protege la asistencia farmacéutica de las farmacias con ingresos reducidos (facturación anual inferior a 200.000 euros). Aproximadamente, el 10 por ciento de las boticas estarían en esta situación (218), pero solo suponen el 2 por ciento del conjunto de la facturación. Las ayudas a destinar se aproximan al millón de euros.

La farmacia, ‘perpleja’

“No hemos sido informados con anterioridad de esta normativa”, aseguraba a EG la presidenta del COF de Valencia, María Teresa Guardiola, quien mostró su “perplejidad” ya que esta misma semana han “mantenido reuniones con la consejería de Sanidad regional para avanzar en el Plan de Atención Farmacéutica Domiciliaria” y en las mismas, no les dijeron nada de este decreto-ley.