Yolanda Martínez. Doctora en Periodismo y profesora de la UCM
El responsable de la unidad de Delitos Económicos del Grupo de Investigación de la Guardia Civil, Luis Vallés, ha lanzado una advertencia sobre el incremento del tráfico medicamentos falsificados pero, al tiempo, ha elogiado la “magnífica” situación del sistema farmacéutico en España, en contraposición al panorama de otros países “no muy exigentes” que han inundado el mercado de la UE con productos falsos. Se sigue constatando que la entrada de este tipo de falsificaciones tiene una doble vía: a través de Internet o los traen personas que vienen a España desde sus países de procedencia. ¿Los fármacos más falsificados? Los indicados para la disfunción eréctil, los adelgazantes, los anabolizantes… Pero lo peor es que Vallés señala que existe la posibilidad de que afecte a otros grupos y que esto puede dar lugar a un problema “muy grave”.
En el aspecto puramente aduanero, las cifras preocupan: el incremento de los productos farmacéuticos incautados en toda la UE en 2008 se situó en un 57 por ciento, y el número de unidades intervenidas en un 118 por ciento. Mientras que se comprueba que los equipos electrónicos mayoritariamente vienen de China, los productos de alimentación y bebidas falsificadas proceden de Indonesia, mientras que los Emiratos Árabes Unidos y la India son el origen mayoritario del tabaco y los medicamentos. Pero la Oficina de la ONU contra la Droga y el Delito denunció el incremento del comercio de medicinas falsificadas en África occidental, que privan a las personas del tratamiento adecuado y que puede aumentar la resistencia a los fármacos de las enfermedades más peligrosas.
Parece que entre el 50 y el 60 por ciento de los antivirales revisados en África y Asia tenían una cantidad insuficiente de componentes activos. Este tipo de fármacos son más peligrosos que los que no tienen ninguno, ya que pueden contribuir a incrementar la resistencia de los virus a los medicamentos y generar los súper microbios, que se pueden expandir por la región. Tan hondo ha calado este negocio macabro en continentes como el africano que los traficantes reproducen con exactitud el formato y los distribuyen por las rutas y métodos ya aplicados para otros “productos pirata”.
La ONU valora en 450 millones de dólares los beneficios obtenidos de la venta de los medicamentos falsos contra la malaria. Y las previsiones de este horrible crimen contra la humanidad no conocen la palabra crisis, ya que para 2010 se estima que el mercado ilegal de falsificados genere unos beneficios de 75.000 millones de dólares para los traficantes. Y ahora la ‘moda’ es vender antivirales contra la gripe A. Lo ha denunciado Interpol. Dicho queda.