| viernes, 02 de octubre de 2009 h |

Yolanda Martínez. Doctora en Periodismo de la UCM

Los Presupuestos Generales del Estado que ha elaborado el Gobierno para 2010 han puesto de manifiesto la distancia que va entre lo que se promete y lo que se da. En esta ocasión una partida que ha sufrido un significativo recorte en el gasto público ha sido la de ciencia y tecnología. Y lo peor es que la anunciada Ley de Economía Sostenible parece que no va a solventar este problema. La necesidad de apostar por la investigación como motor de cambio para la salida de la crisis parece que queda para “mejor ocasión”.

No parece haber hecho mella en nuestras autoridades políticas la apuesta realizada por países de nuestro entorno como Alemania, Francia o Estados Unidos que han optado por reforzar los programas de apoyo a la ciencia. En este sentido, podemos poner el ejemplo del presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, quien anunció recientemente un incremento de 21.600 millones de euros.

En España hemos asistido a una batería de declaraciones sobre la necesidad de apostar por la consolidación de un nuevo modelo productivo basado en la innovación. Nuestra economía está lamentablemente cimentada por un sector de servicios hipertrofiado y por el desarrollo inmobiliario que se ha desinflado como un globo. Tales circunstancias debieran impulsar las áreas de investigación a medio y largo plazo, que alejen la impresión de provisionalidad de soluciones a modo de parches.

La evidencia que deja el proyecto de Presupuestos Generales del Estado para 2010 es de falta de credibilidad de las autoridades por la contradicción evidenciada y deja traslucir que la Ciencia es un tren que no nos interesa. La necesidad de impulsar la colaboración entre el sector público y el privado para fomentar la I+D precisa de una apuesta seria y estable que tendrá la colaboración de las farmacéuticas en entornos favorables. En los últimos días se han conocido datos que muestran que el mercado farmacéutico indio estará en el top 10 mundial en 2015. Parece que la India podría ser un mercado potencial de 8.000 millones dólares para las empresas multinacionales, correspondiendo entre un 8 y un 10 por ciento del mercado total a los medicamentos patentados y la estela puede ser seguida por otros países gracias a la inversión de privada, favorecida por lo público.

Recientemente el ministro de Fomento, José Blanco, declaró que el cambio de modelo productivo español es una “urgencia nacional”, y recabó la colaboración de las instituciones y los agentes sociales. Se trataría de hacer una apuesta el desarrollo sostenible para salir de la crisis en la que parece que vamos a salir con más dificultades que el resto. Blanco se quejó de que la economía española había crecido “mucho, pero mal”, y estableció una metáfora sanitaria: “Parecía saludable a pesar de tener un colesterol muy alto, por el excesivo peso de la construcción residencial y la baja productividad”.

No reparó en el detalle que indica que no podremos evitar el riesgo de hipercolesterolemia si no cambiamos a grasas más saludables como las procedentes de la innovación. El riesgo de la incontinencia verbal se evidencia una vez más.