| domingo, 09 de noviembre de 2008 h |

La farmacia española es una de las más preparadas para hacer frente a la lacra que supone la falsificación de medicamentos. Las cifras que se manejan son escalofriantes, con un riesgo considerable, ya que la propia OMS estima que serían falsos el 10 por ciento de los medicamentos comercializados. Pero si nos centramos en lo que es la Red, el peligro deja de ser un riesgo para convertirse en una realidad casi absoluta, con cifras de falsificación que alcanzan el 62 por ciento de los medicamentos.

No me cabe la menor duda de que la farmacia española y todo el canal de distribución son una de las garantías de seguridad frente a la entrada de medicamentos falsificados. La farmacia y la distribución actúan de cortafuegos frente a las mafias que trafican con la salud. Por eso, el sistema español es uno de los más seguros, aunque no hay que relajarse en la vigilancia. Pero en el caso de la venta de medicamentos por Internet, no hay más cortafuegos que el sentido común y la información.

En este sentido es muy importante la campaña de concienciación que llevarán a cabo las farmacias gracias al convenio firmado entre el CGCOF y el MSC para informar a los pacientes de los riesgos en los que incurren si tratan de conseguir medicamentos por vías no sólo ilegales sino profundamente peligrosas. Además, la Oficina de Vigilancia que pondrá en marcha Sanidad para controlar el mercado de medicamentos en la Red debería servir para crear un perfil de comprador que permita hacer campañas dirigidas más eficaces para acabar con estas prácticas.