A. N. / J. R-T. Madrid | viernes, 04 de marzo de 2016 h |

Tras ser nombrado, por quinta vez consecutiva, presidente de la Asociación Española de Medicamentos Genéricos (Aeseg), Raúl Díaz-Varela repasa la actualidad de su sector y hace un análisis sobre las políticas más adecuadas para que estos medicamentos puedan seguir contribuyendo a la sostenibilidad del sistema sanitario.

Pregunta. Quinto mandato consecutivo. ¿Podemos decir que el sector de los genéricos se encuentra en un momento crucial?

Respuesta. Yo no diría crucial pero sí que tenemos retos por delante. Aeseg ha considerado que quería estabilidad en su equipo y que siguiéramos liderando el debate sobre el medicamento genérico, pero tampoco estamos en un momento más complicado y complejo. Lo que sí hay ahora es inestabilidad ante la falta de gobierno, pero creo que podemos seguir adelante con los proyectos de los genéricos.

P. En 2015 sí se ha visto un récord para el sector pero en enero ha habido una caída tanto en valores como en unidades. ¿Será la tendencia para este año?

R. Creo que la bajada del mes de enero tiene que ver con la realidad del invierno que estamos viviendo, donde muchos medicamentos, ya sean genéricos o no, no se han utilizado porque no han hecho falta. No creo que sea una tendencia achacable ni a los genéricos ni a los cambios normativos que se han producido en la última parte del año pasado.

P. ¿Considera que esos cambios, las famosas enmiendas introducidas en la Ley de Presupuestos, afectarán negativamente al sector?

R. Nosotros ya venimos cuestionando que no existan elementos que favorezcan la introducción del genérico. No creo que las enmiendas en sí mismas sean muy importantes aunque sí hemos perdido la discriminación positiva. Pero mientras no haya grandes cambios en la prescripción por principio activo no esperamos que caiga el consumo de genéricos. Sí que es verdad que echamos en falta medidas concretas que nos favorezcan y desde Aeseg vamos a perseguir para que se vea realmente la diferenciación respecto a la marca.

P. ¿Qué medidas cree que son necesarias incluir?

R. La razón de ser del genérico es reducir el coste del tratamiento. Por tanto debe haber una diferenciación de precio. En estos años de crisis se ha intentado reducir más rápido la factura farmacéutica reduciendo también el precio de las marcas desde el primer día de la salida del genérico. Creo que esto debe ser una medida coyuntural interesante en un momento de crisis pero no una medida estructural que regule el mercado ni del genérico ni de la marca. No se nos debe utilizar únicamente como una herramienta para bajar los precios de las marcas. Debemos tener un tiempo en el que el genérico tenga un precio diferenciado. Esta es una de las principales reivindicaciones que vamos a plantear al nuevo gobierno.

P. ¿Cómo se debería articular este diferencial de precio?

R. Hay dos propuestas. Una es la más sencilla y es la que existía antiguamente con el mecanismo de los precios de referencia. En el momento que vence una patente, el medicamento genérico sale al mercado con un 40 por ciento de reducción pero no se obliga a la marca a bajar inmediatamente su precio, sino que sólo se le obliga cuando pasa un año y entra el sistema de precios de referencia y se recalcula el grupo homogéneo. Para nosotros ésta manera sería la más lógica porque permitiría un año de trabajo para conseguir la penetración adecuada. Si esta fórmula no es posible, se podría intentar el copago evitable u otras herramientas que permitieran que el paciente tuviera alguna preferencia por el genérico al pagar algo menos. Tenemos distintos escenarios y dependerá de los gobernantes que lleguen.

P. Durante esta legislatura se han desarrollado diferentes medidas que han tenido al genérico como protagonista. ¿Cree que han sido positivas?

R. Desde el 2009 en adelante el sector de los genéricos ha tenido un desarrollo positivo. No vamos a quejarnos de ello. Pero también es cierto que ha coincidido en tiempo con la expiración de varias patentes importantes. En este momento ni hay tantos vencimientos de patentes importantes ni por otro lado la evolución de las medidas aprobadas permite pensar que el crecimiento del genérico vaya a ser como antes. Desde 2013 la penetración de los nuevos genéricos es mucho menor a la que había antes. Este es un motivo de alerta que nos lleva a plantear nuevos objetivos y hacer entender que si no conseguimos una penetración más alta se nos va a desincentivar el desarrollo de nuevos medicamentos genéricos cuando venzan las patentes.

P. ¿Existe margen para ahorrar más con el genérico?

R. Recientemente hemos manifestado que cuando el mercado de gasto en farmacia ya se ha reducido un 27 por ciento, pasando de casi 13.000 millones a menos de 9.500, creemos que no hay más espacio. Cuando además el 70 por ciento de los genéricos que están en el mercado cuestan menos de tres euros. Por esto no creemos que haya mucho más espacio. Sí lo hay con los fármacos que pierdan la patente porque cuando llega el genérico el precio baja un 40 por ciento.

P. En la rueda de prensa posterior a su elección pedía desviar el foco del ahorro hacia el mercado hospitalario. Esta semana (por la anterior) han salido los datos de este mercado. ¿Qué valoración hace de éstos?

R. No sólo lo pedimos nosotros, también hay informes de la Comunidad Europea que así lo señalan. El foco de los gobernantes tiene que estar concentrado en el gasto sanitario en general y si hay que mirar en concreto alguna parte del gasto farmacéutico debería ser el hospitalario. Creo que el esfuerzo que han hecho los laboratorios, la distribución y las farmacias ya ha sido muy grande. Las terapias de precio elevado se dan en el mercado hospitalario y sabemos que la introducción de los biosimilares es lenta. La tendencia es muy clara: un mercado farmacéutico de farmacia en reducción y un mercado hospitalario con un crecimiento acelerado. El énfasis de las posibles medidas debe estar en ese escenario. Esto dentro de un entorno donde el PIB español crece y donde el mercado farmacéutico, después de haber soportado entre 6 y 8 años de crisis, también tiene que poder crecer. Eso de que ya no se puede crecer más no nos parece correcto.

P. El Real Decreto de Precios y Financiación se quedó también en el cajón. ¿Cómo valora este documento y qué piensa de los precios seleccionados?

R. Cualquier medida que pretenda seguir reduciendo el gasto farmacéutico no tiene sentido porque ya está controlado. Entiendo que si en algún momento el gasto se descontrola se puedan tomar medidas coyunturales. Por ejemplo, si alguna molécula creciera más de la cuenta sí se podría plantear una medida, pero creo que deben ser medidas excepcionales.

P. Otro aspecto que no consiguió cerrar Sanidad es el pacto por la sostenibilidad acordado con Aeseg. ¿Existió algún problema para que no se llevase a cabo esa rúbrica?

R. Creo que no deberías preguntarme a mí por este tema. Nosotros lo dábamos como cerrado y pendiente de firma. Si luego los ministerios implicados no priorizaron firmar el protocolo, sus motivos habrán tenido. Fueron varios meses de trabajo para alcanzar el consenso al que se llegó. Sí que es verdad que los tiempos no eran los más idóneos porque venían unas elecciones y algunas comunidades autónomas se habían manifestado en contra de este tipo de pactos. Pero sí que por el bien de todos debemos fijar unas reglas y una predictibilidad sobre hacia dónde va el mercado; y si hace falta lo ponemos en un convenio. Nosotros seguimos abogando porque haya pactos que permitan sostenibilidad a las compañías y al mismo tiempo que el gobierno cumpla con sus objetivos presupuestarios.

P. En el acuerdo al que llegaron se hablaba de una aportación al sistema si se producía un crecimiento exponencial de los genéricos. ¿Nos puede concretar?

R. Hay que entender que el medicamento genérico en sí mismo no genera más gasto. Nosotros sustituimos a un medicamento que ya existía y bajamos el precio un 40 por ciento. Lo que pretendía ese documento era prever que si se producía un gran incremento no esperado en el consumo de un fármaco por la entrada del medicamento genérico, por cuestiones como la cronificación de enfermedades o envejecimiento de la población, nosotros aportaríamos al sistema. Pero no pensábamos hacer aportaciones si el gasto estuviera en el entorno de un crecimiento lógico del genérico. Nosotros fijamos una cifra, que prefiero no decir ahora porque no es un documento público, pero era por encima del Producto Interior Bruto porque entendíamos que nosotros no contribuimos a un nuevo gasto; al contrario, nuestra salida al mercado conlleva una reducción inmediata del 40 por ciento del gasto de la molécula en cuestión. Por tanto, nosotros nunca somos un generador de gasto a no ser que haya un crecimiento muy importante en unidades, que tampoco es inmediato, será con los años.

P. En cualquier caso, ¿es un documento que presentaría al siguiente gobierno?

R. Sí, sin ninguna duda.

P. Hablemos ahora de comunidades autónomas. Una de las medidas que más daño ha hecho al sector han sido las subastas de medicamentos de Andalucía. Hace unas semanas el consejero habló de la posibilidad de revisarlas y parece ser que ahora ha quedado en el olvido. ¿Sigue la preocupación por este tema?

R. Este ha sido nuestro caballo de batalla durante los últimos cuatro años. Las principales compañías de medicamentos genéricos decidimos no participar de un sistema que limita la competencia y que no da libre acceso a los pacientes y las farmacias a todos los medicamentos. Además, conociendo, porque trabajamos en colaboración con la Asociación Europea de Genéricos, lo que implican a nivel industrial y qué había pasado en mercados de nuestro entorno como Alemania, Holanda o los países nórdicos, donde la entrada de mecanismos como las subastas habían provocado una desindustrialización y una pérdida de masa de empleo, pensamos que las subastas son negativas en su conjunto. Yo no diría que no se va a reformar porque aún queda la tramitación de la Ley de Sanidad de Andalucía, aunque es cierto que no se ha hecho caso a la enmienda presentada por el PP. Además, y es lo que todo el mundo debería analizar, es qué obtienen los andaluces de este sistema y qué han perdido. Es evidente que el ahorro no es mayor que el que producen los precios de referencia en el resto de España y los pacientes hoy están privados de tener las alternativas terapéuticas que sí tienen el resto de españoles. Hay una inequidad clara en el acceso y a las compañías nos ha limitado la libre competencia. Cogiendo esta suma de factores, digo que este sistema no tiene sentido y mostramos nuestra disconformidad.

P. ¿Teme que se legisle a nivel nacional una suerte de subastas que avalen las andaluzas, como pasó con el ‘cataloguiño’?

R. No es una preocupación dentro de Aeseg. Hemos visto las elecciones autonómicas y en varios territorios gobierna ahora el PSOE donde antes gobernaba el PP. En un momento hubo preocupación porque si era un sistema que se utilizaba en Andalucía podría existir la tendencia a que se usara en otras comunidades. Hasta ahora, y ya han pasado ocho meses, ninguna otra comunidad lo ha desarrollado y ni siquiera han mostrado interés en implementarlo. Por tanto a nivel nacional no esperamos que se desarrollen, pero estamos atentos y explicando lo que nosotros creemos. No queremos imponer nuestro criterio pero sí explicamos cómo está funcionando el mercado. Las subastas andaluzas no son la solución.

P. ¿Piensa que habrá un gobierno pronto que deje aclaradas todas estas dudas?

R. Esperamos que no haya otras elecciones y tengamos interlocutores claros. Pero independientemente del gobierno que haya, buscaremos medidas lo más favorables o lo menos lesivas para nuestro sector. Hemos hablado con todos los partidos y ya saben nuestras inquietudes.

Mientras no haya grandes cambios en la prescripción por principio activo no espero que caiga el consumo”

Desde 2013 la penetración de los nuevos genéricos es mucho menor que la que había antes; estamos en alerta”

Las subastas han provocado desindustrialización y pérdida de empleo en países como Alemania”