El modelo cooperativista es, según los distribuidores, un modelo admirado en la UE
La reducción de márgenes hace que este sistema de cobro deje de ser rentable
REDACCIÓN
Madrid
El modelo español de distribución de medicamentos tiene un elemento esencial que lo diferencia del que está instalado en el resto de países de nuestro entorno: su alto índice de cooperativismo. Un elemento esencial que hace que la propiedad de la distribución de medicamentos que opera en nuestro país se encuentre en manos de los propios farmacéuticos e impide el establecimiento de modelos de integración vertical. Es decir, que sean las grandes multinacionales de la distribución las dueñas de un gran número de oficinas de farmacia, como ocurre, por ejemplo, en Irlanda (con Celesio) o en Holanda (con Mediq, Alliance o Phoneix).
Esta característica hace que el modelo de distribución de medicamentos existente en España y el modelo farmacéutico lleven caminos similares. Un recorrido que provoca que el modelo de distribución sea solidario. Es decir, que gracias a este tipo de estructura de distribución todas las oficinas de farmacia españolas, y por ende todos los ciudadanos, puedan disponer de los medicamentos que necesiten. Un modelo que, tal y como señala el vocal nacional de distribución del Consejo General de Farmacéuticos, Ángel Moreno, es “un modelo envidiado en toda Europa”.
Con él se muestra de acuerdo el presidente de Federació Farmacèutica, Lluís Barenys, que precisa que “en Europa envidian nuestro modelo, que deja el 80 por ciento de la distribución en manos de los farmacéuticos, primando así el servicio a las farmacias por encima de los intereses económicos de empresas privadas”. Eso sí, un modelo cooperativo que, según él, “debe evolucionar de acuerdo con los nuevos tiempos: adaptar nuestros servicios a las nuevas demandas de la oficina de farmacia, saber qué nos piden y gestionar mejor nuestros servicios”.
Rebaja de márgenes
Sin embargo, el recorte de los márgenes de la distribución en los últimos años, que ha pasado del 12 por ciento al 7,6 por ciento actual, ha dibujado un escenario difícil para el sector. Así lo cree Francisco de Asís Echeveste, presidente de UFG, quien estima que “se debe ser consciente que el modelo de 60 distribuidoras de gama completa actuando en España es difícilmente sostenible.”
Un recorte de márgenes al que se ha unido la rebaja anual del precio de los medicamentos, que lleva a que ya se haya elevado la voz para alertar de que el cobro por margen deja de ser rentable, sobre todo en el caso de los medicamentos genéricos. Una situación que pone en riesgo el modelo.
A este respecto, cabe destacar que el margen del 7,6 por ciento sobre el precio de los medicamentos que recibe la distribución en nuestro país está lejos de, por ejemplo, modelos de distribución muy distintos como el del Reino Unido (12,5 por ciento), Holanda (hasta el 24 por ciento) o Irlanda (15 por ciento). Eso sí, está más en consonancia con los porcentajes que recibe la distribución en países con modelos farmacéuticos más similares como Francia (9,93 para precios inferiores a 22,9 euros) o Italia (una media del 6,65 por ciento más otro 8 por ciento que se reparten con las farmacias).
En este sentido, cabe destacar el caso de Alemania, que recientemente ha cambiado su modelo de márgenes (estaba establecido entre el 6 y el 15 por ciento hasta un máximo de 72 euros por envase) por un sistema que fija 0,60 euros por cada fármaco más un 1,7 por ciento sobre el PVL (que no excederá los 20,40 euros).