| domingo, 08 de marzo de 2009 h |

P. Si Luxemburgo confirma la validez del binomio titularidad – propiedad, la CE no debería atacar más a la farmacia, ¿no?

R. Creo que en el caso de una sentencia positiva no hay más margen de maniobra para que la Comisión siga los procedimientos de infracción. Tras el rechazo de esta estrategia, parece poco práctico que, a través de la adopción de la Directiva de servicios, se modifiquen las normas sobre la propiedad y el establecimiento de farmacias. Por otra parte, no parece que el momento adecuado para que la Comisión Europea presente propuestas para ampliar las competencias de la Unión detrimento de la nacional.

P. ¿Tiene buena relación con sus colegas españoles para defender intereses comunes?

R. Sí, muy buena, habida cuenta de nuestra relación en el GPEU. Concebimos el ejercicio de la profesión y tenemos un marco normativo similar. También, como sucede con los colegas portugueses y franceses, tenemos una visión común de denominado modelo de farmacia mediterráneo, que es, sin duda, superior al anglosajón. Estamos orgullosos de compartir este modelo y hemos estado muy unidos en su defensa, especialmente en los últimos años tras los insistentes ataques de la Comisión a través de procedimientos de infracción. Si el fallo de Luxemburgo confirma la opinión del abogado general tendremos la satisfacción de ver que este modelo resistirá, más allá de los ataques llevados por intereses comerciales.

ALBERTO CORNEJO

Roma

P. El informe del abogado general Yves Bot sobre el ‘caso italiano’, ¿lo esperaba tan positivo para el modelo italiano de farmacia?

R. Esperaba que un tribunal no pudiese poner en cuestión las normas nacionales que regulan nuestro modelo farmacéutico, porque no creo que sea una cuestión que pueda ser modificada a través de una sentencia. Por esta razón, esperaba que el abogado general no considerara nuestra legislación contraria al derecho comunitario.

P. ¿Cree usted que, después de este informe, el Tribunal de Luxemburgo considerará válido el binomio propiedad-titularidad?

R. Espero que el Tribunal de Luxemburgo se pronuncie a favor de mantener indisoluble la combinación de farmacia y farmacéutico. No hay ninguna razón para pensar que el Tribunal encuentre motivos para decir que las normas italianas contravienen las comunitarias, ya que la organización de los servicios de salud son competencia de los Estados miembro y de ninguna manera pueden ser limitados por la Unión Europea.

P. ¿Los próximos meses son los más importantes para la farmacia europea en los últimos decenios?

R. Ciertamente. Nunca antes se habían vivido días como estos en toda la farmacia europea. Nunca habían sido puestas en tela de juicio las normas nacionales sobre las que se sostienen los modelos farmacéuticos, como son la propiedad y la planificación farmacéutica. Acerca de este último aspecto me refiero a la causa remitida por el Tribunal Superior de Justicia de Asturias, que está a la espera de la audiencia oral.

P. ¿Y cómo se viven estas semanas precedentes a la decisión del Tribunal de Luxemburgo sobre el ‘caso italiano’? ¿Hay optimismo?

R. Son, sin duda, unos días de espera inusuales para nosotros y para todos los farmacéuticos en Europa. Y es que parece claro que la próxima sentencia del Tribunal de Luxemburgo será seguramente un hito y marcará el camino para futuras sentencias del este tribunal relativas a la farmacia. Una decisión positiva, como esperamos y deseamos, pondrá fin a varios intentos por buscar la liberalización del sector farmacéutico a través de los tribunales.

P. ¿Ha tenido el pleno apoyo del Gobierno y las autoridades sanitarias italianas en la defensa de su modelo farmacéutico?

R. Debo decir que el apoyo del Gobierno italiano nunca ha fallado y ha sido especialmente importante. Además, hemos recibido el apoyo de los distintos partidos políticos. Es decir, hemos sido apoyados tanto por los gobiernos de la derecha como por los de la izquierda. Esto quiere decir que, aparte de las diferentes formas que la derecha y la izquierda quieren poner en marcha para modernizar el servicio de farmacia, a fin de avanzar con los tiempos y las necesidades cambiantes de la sociedad, todos los partidos políticos italianos están de acuerdo en que un cambio impuesto desde arriba no es adecuado, y mucho menos que el cambio sea impuesto por un tribunal.

P. ¿Considera que ha habido algún tipo de presión para liberar la farmacia italiana?

R. En cada Estado miembro hay corrientes que exigen la liberalización, no sólo del sector farmacéutico sino de otros muchos sectores comerciales e industriales. Estas exigencias están a la orden del día, pero lo importante es ver si esas opiniones tienen el respaldo de la sociedad o simplemente se deben a movimientos a favor de los fuertes intereses de las grandes empresas. Por ejemplo, en 2008 los italianos pusieron a las farmacias, por su calidad, al frente de los servicios públicos, así que no se debe liberalizar para mejorar un servicio que es percibido como excelente. Por eso creo que la liberalización es impulsada por poderosos grupos de presión que están interesados en la creación cadenas de farmacias de gran alcance, así como en vender fármacos en cualquier supermercado.

P. Respecto al ‘caso español’, debería seguir un camino similar al italiano, ¿no?

R. Sin duda. No puede haber diferencias, ya que lo cierto es que el ‘caso italiano’ debería aplicarse a los españoles. La sentencia que dicte el Tribunal de Luxemburgo en el ‘caso italiano’ marcará un principio que se aplicará en todos los casos similares.

P. Es decir, ¿usted cree que si el Tribunal de Luxemburgo falla a favor de Italia la Comisión debería retirar las causas y dictámenes abiertos contra otros Estados en casos similares?

R. Si el Tribunal de Luxemburgo falla a favor de dejar la propiedad en manos del farmacéutico la Comisión no podrá más que retirar los procedimientos de infracción que tengan por objeto la propiedad de la farmacia. Pero personalmente también espero que desista de todos los demás procedimientos similares que se refieren, por ejemplo, a la planificación farmacéutica. Este aspecto, la organización de los servicios del sector farmacéutico para sus ciudadanos, es una cuestión que corresponde decidir a los Estados. Incluso más que en el caso de la propiedad.

P. El pasado mes de diciembre la Comisión abrió un nuevo dictamen motivado contra Italia por limitar el número de farmacias que pueden estar en manos de los farmacéuticos y de las sociedades. ¿Cree que es una estrategia de la Comisión para abrir nuevos frentes de lucha?

R. La Comisión dispone de una estrategia que puede resumirse fácilmente. Primero, quiere abrir la puerta a la propiedad de la farmacia. Después, eliminar las limitaciones sobre el número de farmacias en manos de una sociedad, como ha sucedido en los caso de Italia, Portugal y Alemania, con el fin de dejar el campo libre a las tres grandes compañías de distribución. Eso sí, sin poder abrir la puerta en la propiedad de la farmacia, la segunda parte de la estrategia es menos útil.

P. ¿Cree que Italia se plegará a esta petición de la Comisión?

R. Incluso en este último procedimiento de infracción Italia ha decidido defender sus normas. Quizás sean cambiados sólo unos pocos aspectos para satisfacer las demandas de la Comisión, pero los cambios no van a tocar ninguna cuestión sustancial de la normativa actual.