Un nuevo estudio ha mostrado como un elemento móvil y específico de ADN, denominado retroelemento Line-1, está relacionado con un amplio rango de enfermedades, entre las que destacan el cáncer y la hemofilia, arrojando esperanza en el largo camino para paliar estas patologías. Varios proyectos llevados a cabo por el investigador del Centro de Investigación Oncológico de Granada, José Luis García-Pérez, junto con Óscar Fernández del CNIO, Simón Méndez, del CNIC, y Rocío Sotillo, del Laboratorio Europeo de Biología Molecular, han desarrollado la forma en la que estos elementos afectan al genoma humano. Concretamente, cómo afectan a las células madre pluripotentes humanas, su incidencia en otros tejidos somáticos humanos, al tiempo que también analizan los mecanismos que regulan su movilidad y la variación que se genera a nivel embrionario.
Una de las implicaciones directas de estas investigaciones es que ahora es posible conocer qué condicionantes hacen al genoma más estable y las implicaciones del Line-1 en el mismo, con el avance consiguiente para paliar el cáncer o la hemofilia. Este grupo de investigación fue seleccionado por el Howard Hughes Medical Institute estadounidense para recibir el premio International Early Career Scientists 2011, que reconoce a los científicos biomédicos que tienen potencial para convertirse en líderes a nivel mundial y que “en diez años podrán liderar la investigación de sus países”, dijo Robert Tijan, presidente de la institución norteamericana.