Fernando Redondo

Presidente de la Federación Empresarial de Farmacéuticos Españoles (FEFE)

| 2010-04-16T15:32:00+02:00 h |

Pregunta. Uno de los temas polémicos de este real decreto-ley es la prohibición de descuentos. ¿En qué beneficia a las arcas públicas los acuerdos entre agentes privados?

Respuesta. Pues no sabemos qué intereses han actuado aquí. En cualquier acuerdo comercial se establecen unas condiciones que benefician a ambas partes y, hasta ahora, el farmacéutico ha invertido en stock a cambio de un mayor beneficio. Esto lo hacen todas las empresas.

P. Incluso las públicas, ¿no?

R. Sí, ahí está el agravio comparativo. En los planes del Gobierno está pensado crear una central de compras para obtener mayores descuentos de la industria, sin embargo, a nosotros nos lo limita. Nos piensan hacer competencia en una posición ventajosa.

P. Esta prohibición ata de manos a la oficina de farmacia para desarrollar la gestión, ¿no?

R. ¿Vas a comprar una gran cantidad de un medicamento cuando los puedes pedir uno a uno al mismo precio sin invertir dinero? Habrá riesgo de desabastecimientos.

P. Desincentivar la labor del farmacéutico.

R. Sin duda. Por ejemplo, en el tema del genérico y en la colaboración en la sostenibilidad del sistema.

P. Otra polémica: la salida de determinados medicamentos a los hospitales.

R. Todos los diputados dijeron que se atacaba a los más débiles, pero nadie hizo referencia, por ejemplo, al tema de dispensación en hospitales. Se estaba haciendo por la puerta de atrás y ahora el real decreto ley le da cobertura.

J. NIETO

Madrid

La validación por unanimidad del Real Decreto Ley 4/2010 por el Congreso de los Diputados no ha sorprendido a la patronal estatal de oficinas de farmacia, FEFE. Sin embargo, este apoyo unánime a la norma que, según el presidente de la federación, Fernando Redondo, ha visto la luz gracias a la habilidad de la ministra de Sanidad, Trinidad Jiménez, si ha creado cierto desencanto en FEFE hacia los representantes políticos.

Pregunta. El Congreso validó por unanimidad el real decreto-ley. ¿Le sorprendió?

Respuesta. No, lo teníamos asumido. Por ejemplo, el apoyo del PP, ya que sus consejeros se habían hecho la foto con la ministra. ¿Cómo iban a dar marcha atrás? Algunos diputados no estaban por la labor de apoyarlo, pero se han visto obligados.

P. ¿Prisioneros de la foto del Consejo Interterritorial?

R. Creo que sí. La ministra ha jugado esta partida con gran habilidad táctica y ha salido triunfante. El aprobarse por unanimidad refuerza su imagen de consensuadora. Ha sabido jugar muy bien.

P. En algún caso el apoyo fue crítico. Crítico pero apoyo al fin y al cabo, ¿no?

R. Sí. Pero, por ejemplo, no entendí muy bien la postura de CiU, ya que el real decreto ley es un ataque directo al medicamento genérico, y ellos han defendido mucho esta industria. Se ha modificado la ley sin que haya ninguna razón de alarma sanitaria o social, ni tampoco urgencia.

P. ¿Fue un error rechazar tramitarlo como proyecto ley por el procedimiento de urgencia?

R. En parte sí. Hay algunas medidas económicas que pueden ser urgentes, pero otras no. Sentimos una gran decepción, porque los políticos no son conscientes del daño que se hace al sistema.

P. Esta vía impide que se hagan matizaciones.

R. Sí, es una vía que se utiliza con excesiva frecuencia. Una vía extraordinaria que se utiliza de forma ordinaria. Se priva al Parlamento de sus competencias para discutir una ley y la participación de los agentes sociales y usuarios. ¿Urgencia? Es que no saben que año tras año presupuestan por debajo del gasto real del año anterior. Es un mal endémico.

P. Alguna intervención dejó la puerta abierta a nuevos recortes. ¿Tiene miedo?

R. Miedo no, seguridad. Esto sólo ha sido un aperitivo, aunque muchos saben que llevará a muchas empresas y farmacias al cierre. Nos sentimos decepcionados por la clase política: quiere el mejor sistema sanitario y tener la mejor prestación farmacéutica de Europa siendo el país que menos recursos dedica a este gasto.

P. Algún diputado, como Rosa Díez, también habló de racionalizar el consumo.

R. Sí, actuar sobre la demanda es la principal medida estructural que nosotros proponemos. Evitar financiaciones innecesarias, duplicidades de tratamiento… No quiero decir que los médicos sean irresponsables, sino que están sometidos a gran presión. Por ejemplo, si se hiciese una reducción de prescripciones en un 3 por ciento se ahorraría mucho dinero.

P. La ministra aludió a la necesidad de fomentar el consumo de genéricos.

R. Pues no sé cómo, porque el problema de los genéricos va a ser muy grave. ¿Cómo van a encontrar materia prima para poder trabajar a esos precios? Estoy seguro que el laboratorio que saque un genérico a ese precio lo hará con la misma calidad, seguridad y eficacia que lo está haciendo ahora, pero quien no pueda dejará de fabricar esa molécula.

P. Entonces, ¿con esta norma es imposible ese fomento?

R. El real decreto ley pone de manifiesto que no hay voluntad decidida para fomentar el mercado de genéricos. Han utilizado al genérico para rebajar precios y ahora hay una clara intención de acabar con él.

P. Desde FEFE se han propuesto medidas estructurales, aunque no han sido escuchadas, ¿no?

R. Sí, no sólo coyunturales como este real decreto ley. Porque para octubre o noviembre habrá un nuevo recorte a los genéricos, porque ahora los precios se pueden revisar “al menos una vez al año”.

P. Y para las farmacias…

R. Un impacto brutal, para todas, porque la propinilla de los márgenes fijos y la inclusión trampa en el RD 5/2000 de las Mutualidades… Por otro lado, creo que el próximo recorte le tocará a las innovaciones. Eso también nos afectará a nosotros, sin duda.

P. ¿La pérdida de rentabilidad afectará también a la puesta en marcha de servicios de valor añadido o a la implantación de, por ejemplo, la receta electrónica?

R. Claro. ¿Cómo vas a pedir ahora que alguien haga una inversión tecnológica? Hemos llegado a un punto en el que gratis ya no se puede hacer nada, porque nos han puesto en una situación muy difícil. Incluso hemos planteado si se puede seguir con el servicio de guardias con estos ingresos.

P. Entonces, ¿tiene en este momento sentido hablar de Plan Estratégico de Política Farmacéutica o Pacto por la Sanidad?

R. Lo primero que tiene que hacer el ministerio es conocer qué significa la palabra pacto y qué es un plan estratégico. Porque en estos momentos oye, pero no escucha a los agentes del sector.

P. Por lo que se ha visto es lo que pasó con su comparecencia en la Subcomisión de Sanidad, ¿no?

R. Lo que hice fue cambiar el discurso, porque el escenario era distinto. La ministra no nos oyó, sólo se hizo la foto con los consejeros. Se estaba trabajando bien, y lo que ha pasado ahora ha sido un palo.

Pregunta. ¿Cree que ha habido poca imaginación a la hora de afrontar el problema del gasto?

R. Más que falta de imaginación hubo una intencionalidad clara y una cesión a los intereses de otros que han sabido jugar sus cartas.

P. ¿Quiénes?

R. Me refiero a Farmaindustria o al Consejo General.

P. ¿Por qué?

R. Porque ni nosotros ni nadie tuvimos conocimiento de lo que se cocía en el ministerio, aunque parece ser que algunos privilegiados sí lo tuvieron.