José Clérigues
Director general de Farmacia de la Comunidad Valenciana
alberto cornejo
Valencia
Desde el 18 de enero, cerca de 3.000 pacientes de la Comunidad Valenciana han tenido que cambiar sus hábitos a la hora de adquirir sus medicamentos de diagnóstico hospitalario (DH). Mientras que anteriormente visitaban cualquier farmacia para renovar el tratamiento, ahora sólo pueden hacerlo acudiendo al servicio de Farmacia Hospitalaria de su hospital de referencia. Una medida que ha sido criticada por la farmacia valenciana (colegios y patronales) por “innecesaria e incómoda para el paciente”. Incluso, estos organismos han llegado a cuestionar su legalidad por posibles choques con la Ley de Garantías. En una entrevista concedida a EG, el director general de Farmacia de la Consejería de Sanidad autonómica, José Clérigues, sale en defensa de esta decisión “que no sólo se ha implantado en nuestra comunidad”, recuerda al aludir a Madrid, y expone los beneficios que esperan obtenerse de ella.
Pregunta. ¿Qué objetivos se persiguen con la salida de ciertos fármacos de DH de las oficinas de farmacia para su exclusiva dispensación en hospitales?
Respuesta. Queremos abrir una nueva línea que complete la asistencia integrada que ya se da en los dos grupos de medicamentos que hemos escogido en el listado inicial (tratamientos de fertilidad y oncología). Entendemos que así se consigue reducir el tiempo de acceso a esta medicación, evitando trámites de visados, la petición de citas a especialistas… En definitiva, lo que queremos es mejorar la efectividad y seguridad de estos medicamentos.
P. ¿Es una medida que se gestaba desde hace tiempo?
R. Ésta es una de las decisiones tomadas tras el periodo de reflexión que en 2009 ha tenido este departamento sobre cómo optimizar el uso de los recursos públicos sanitarios para la asistencia sanitaria. Hay que tener en cuenta que están apareciendo nuevos tratamientos que requieren ser controlados por equipos multidisciplinares. No hemos sido los primeros en tomar esta decisión. En nuestros hospitales ya contábamos con unidades de Farmacia que atendían a pacientes externos y que ya asumían una serie de funciones que encajan perfectamente con los fines de esta medida.
P. Pero también tiene un objetivo económico, ¿no?
R. Obviamente, cuando nos planteamos implantar esta medida no sólo tenemos en cuenta el impacto sanitario o la carga de actividad que supone para nuestros hospitales, sino también su impacto económico. Evidentemente, la adquisición directa de los medicamentos supone una disminución de los costes, pero al tratarse de medicamentos de alto valor el porcentaje de reducción no es el habitual 27 por ciento (el porcentaje que abarcan los márgenes de la distribución y la farmacia) del resto de fármacos.
P. ¿Manejan posibles cifras de ahorro?
R. No queremos hablar aún de cifras. Disponemos de una memoria económica sobre las expectativas de ahorro que, de momento, estamos utilizando a modo interno. Una vez se superen los tres primeros meses de su puesta en marcha haremos ya un primer análisis sobre si nuestras previsiones parecen ajustarse a la realidad. Ahora bien, insisto en que las cuestiones económicas no son el componente más relevante de esta medida.
P. ¿Se revisará con cierta periodicidad el listado de medicamentos de DH que sólo se dispensarán en hospitales?
R. Hay que ir valorando cómo asumen los servicios de Farmacia la dispensación de estos dos primeros grupos terapéuticos incluidos en el primer listado, porque queremos que, en el mismo día de la cita con el especialista, el paciente pueda retirar su medicación. Sí puedo asegurar que, a corto plazo, no habrá revisión.
P. ¿Supondrá esta medida algún tipo de cambio en el funcionamiento de los servicios de FH?
R. Más allá de esta medida, ya teníamos en cartera la revisión del papel que se estaba realizando en la dispensación hospitalaria, ya que en los últimos tiempos han tenido que soportar también un incremento del número de fármacos catalogados de Uso Hospitalario.
P. ¿Se les dotará de mayores recursos, bien económicos o humanos, para afrontar este aumento de pacientes a los que atender?
R. Inicialmente no están previstos cambios. Abordamos la medida con los mismos recursos con los que actualmente cuentan estos departamentos. Si con el paso del tiempo se observan nuevas necesidades, se estudiarán.
P. La farmacia valenciana (colegios oficiales de farmacéuticos y patronales) han mostrado su rechazo a la medida al considerar que perjudica al paciente. ¿Cómo valora esta oposición?
R. Mi opinión es que la medida ha sido finalmente entendida por los colegios. La Consejería de Sanidad ha mantenido reuniones con ellos para analizar el impacto e incluso sus propuestas para sacar algunos medicamentos de la lista inicial han sido atendidas. Sinceramente, creo que al final han entendido los motivos y estamos de acuerdo en lo esencial.
P. Estos organismos alertaban que la norma podía ser contraria a ciertos artículos de la Ley de Garantías…
R. Cuando hemos tomado esta decisión es porque creemos que está amparada tanto por la normativa nacional como autonómica. De hecho, en el redactado de nuestra norma hay detallada una exposición de motivos con la correspondiente base jurídica en la que se sustenta.
P. Existe un artículo en dicha Ley de Garantías que reserva “en exclusiva” a las oficinas de farmacia la dispensación de todos aquellos medicamentos que no tengan la catalogación de Uso Hospitalario. ¿No hay aquí un choque legal?
R. Tenemos muy claro que no somos competentes para cambiar la calificación de un medicamento de DH a Uso Hospitalario. Y no ha habido cambio de catalogación. Pero en cambio sí creemos que, dentro de las prorrogativas referentes a la gestión del sistema público, somos nosotros los que tenemos potestad para ajustar nuestros mecanismos de accesibilidad a aquello que consideremos lo mejor para la Agencia Valenciana de Salud y sus ciudadanos.
P. Tras la salida de estos medicamentos de las farmacias, ¿están obligadas las boticas valencianas a seguir contando con estos fármacos en sus stocks?
R. De entrada sí, porque no es una salida absoluta de las farmacias. Nuestros pacientes van a tener este nuevo circuito de dispensación, pero nuestras oficinas de farmacia también están obligados a atender, si se da el caso, a pacientes de otras regiones. Además, también hay que tener en cuenta las prescripciones privadas.
P. ¿Y en el caso inverso? ¿Podrá acceder un paciente de esta comunidad a sus medicamentos de DH fuera de la región o dar continuidad a los mismos? Porque ya no obrará en su poder un visado que presentar.
R. No creo que le suponga problemas, puesto que en nuestros hospitales puede retirar su medicación hasta para un periodo de tres meses.
P. ¿Y si se trata de una estancia mayor a esos tres meses? Porque ya no dispondrá de un visado que presentar en las farmacias, ¿verdad?
R. Cualquiera de estos pacientes seguirá teniendo un informe del especialista, con el que podrá conseguir una prescripción con la que poder adquirir a posteriori su medicamento en cualquier farmacia del territorio nacional.
P. Hablemos de la tercera parte implicada en la medida: los pacientes. ¿Han podido sondear, bien antes de su implantación o bien después, la acogida que ha tenido entre el colectivo de pacientes afectados por ella?
R. Nos vamos a dar un tiempo hasta recoger valoraciones. Hay que dar plazo para que puedan verse sus consecuencias. En estas dos primeras semanas no tenemos constancia de ninguna incidencia. Aproximadamente son 3.000 los pacientes a los que abarca la medida y no creemos que vaya a haber colapsos o contratiempos ni para pacientes ni para el sistema sanitario.