Martín Sellés

Presidente de Janssen-Cilag España

| 2010-06-11T16:55:00+02:00 h |

Pregunta. El año pasado Janssen-Cilag inauguró la ampliación de su centro de I+D en Toledo. ¿Están previstas ampliaciones para el futuro?

Respuesta. Afortunadamente, cuando vemos las fotos de lo que era el centro en 1985 y lo que es en 2010, podemos sentirnos muy satisfechos. Porque en ese periodo de tiempo hemos podido ampliar el centro en tres ocasiones, en las que hemos incrementado el número de laboratorios y el de recursos humanos que trabajan en él. Creo que eso, en una época en la que realmente lo que está habiendo es una deslocalización de todas estas inversiones poder, no sólo mantener el centro sino aumentar las inversiones, el tamaño del centro y el número de personas que trabajan, nos hace sentirnos muy orgullosos.

P. En los últimos años, tanto la planta de Alcalá de Henares como el centro de Toledo han incrementado su plantilla, incluso el número de investigadores. ¿Qué valoración hace?

R. Muy positiva. Nosotros competimos con nuestros colegas de otros países por estos recursos. Es un entorno muy competitivo, y el que seamos nosotros los que hayamos conseguido mantener el centro y que hayamos aumentado las inversiones y los recursos en ese centro, nos hace sentirnos orgullosos. Y eso es así también porque la gente que trabaja allí está haciendo una excelente labor. Podríamos convencer a nuestros jefes de que las autoridades españolas podían valorar muy positivamente las inversiones que se realizan. Y eso es lo que reclamamos en el futuro, porque será la única forma de mantener y seguir incrementando esas inversiones en nuestro país.

Carlos Arganda

Madrid

Janssen-Cilag recibió el galardón a la Compañía del Año en la última edición de los Premios Fundamed-El Global. Un premio que sirve de acicate a esta multinacional para mantener su inversión y su apuesta por España. Su presidente, Martín Sellés, cuenta a INDUSTRIA INNOVADORA los retos y situación de la compañía en nuestro país.

Pregunta. ¿Cómo describiría la apuesta que realiza Janssen-Cilag por España?

Respuesta. Nosotros en España afortunadamente siempre hemos tenido ejecutivos españoles que han dirigido la compañía, y creo que eso ha generado una sensibilidad especial a la hora de atraer a nuestro país el máximo de inversión.

P. Inversión que genera, por ejemplo, empleo, ¿no?

R. Sí, se debe señalar que tenemos un empleo altamente cualificado en la compañía. Johnson & Johnson tiene en España unos 1.300 empleados, de los que Janssen-Cilag tiene casi unos 600. Hablaba de empleo cualificado porque casi el 90 por ciento de los empleados que tenemos son titulados superiores e invertimos importantes cantidades de dinero en formación y en cualificación de nuestra gente. Pocos sectores realmente invierten tanto en formación de su gente como lo hace el sector farmacéutico en general.

P. ¿Y en materia de inversiones?

R. En ese sentido, con la intención de traer a España el máximo de inversiones, nuestra compañía tiene en España todo lo que una compañía farmacéutica puede tener en un país. Por una parte, contamos con un centro de producción en Alcalá de Henares, donde fabricamos varios de nuestros medicamentos, como Frenadol. Se trata de una instalación de 25.000 metros cuadrados, en la que producimos aproximadamente 16 millones de unidades. Por ejemplo, se produce Frenadol para toda España y el resto de Europa. Además, tenemos también un centro avanzado de distribución y logística en Toledo desde el que gestionamos más de cien presentaciones de nuestros productos. Servimos al mercado español unos diez millones de unidades al año y atendemos cada día unos 200 pedidos.

P. ¿Y en investigación?

R. Lo más destacable es el centro de investigación básica localizado en Toledo. Existe desde 1985, aunque empezó a tener unas buenas dimensiones en los años noventa. Es relevante porque Johnson & Johnson tiene tres centros de investigación básica en Estados Unidos y tres en Europa, y uno de ellos está en España. Es un centro muy especializado en SNC, en concreto en depresión y esquizofrenia, en el que nuestros colegas han conseguido en estos 25 años sintetizar unos 30.000 nuevos compuestos, de los que ocho han sido aprobados para administración en humanos. De ellos dos han llegado a fase IIb y sólo uno a fase III.

P. ¿Una baja productividad?

R. Aunque parece lo contrario es un centro altamente productivo. Y si se sigue invirtiendo allí es porque realmente lo es. Llevan 25 años trabajando y no hay ni un sólo compuesto que haya llegado a disposición de los clínicos, con el coste que eso tiene. Seguramente hasta 2015, tras 30 años de investigación, no habrá ningún producto sintetizado allí que llegue a manos de los clínicos. Por eso, al hablar de vocación investigadora lo hacemos también de vocación inversora a muy largo plazo.

P. ¿Y qué implicaciones tiene?

R. Tenemos que ser conscientes de que competimos por estas inversiones con todos los colegas de otros países. Y es clave que el Gobierno central y los autonómicos lo tengan en cuenta y valoren realmente a las compañías que invierten en España, que las reconozcan de alguna manera.

P. ¿Qué se conseguiría con ese reconocimiento?

R. Solamente así podremos mantener las inversiones en nuestro país. De esta forma podremos y tendremos argumentos para aumentar las inversiones en nuestro país.

P. ¿Qué nos puede decir de la investigación clínica?

R. Ahora mismo, por ejemplo, estaremos trabajando en más de cien estudios clínicos diferentes a lo largo del país.

P. Muchos de ellos en fases tempranas, ¿no es cierto?

R. En España siempre se había trabajado en fase III, pero ya hay muchas compañías que están trabajando en fase II y fase I en algunos hospitales. Hay muchos hospitales que están a la vanguardia de la investigación a nivel mundial. Afortunadamente tenemos clínicos de primer nivel en nuestro país, lo que permite traer esos ensayos en fase I y fase II a hospitales de primer nivel en España.

P. ¿En qué áreas investigan en Janssen-Cilag actualmente?

R. Las áreas terapéuticas son múltiples y variadas. La compañía trabaja en la mayoría de las áreas en las que se pueden desarrollar fármacos, pero destacaría en oncología el desarrollo de abiraterona DCI para el tratamiento de los pacientes con cáncer de prostata. También estamos desarrollando nuevas formulaciones en el área de esquizofrenia con palmitato de paliperidona DCI que permitirán tratar a los pacientes con esquizofrenia con una única inyección al mes. Para las familias es una complicación que el paciente se tome el tratamiento todos los días, por lo que va a mejorar enormemente la cumplimentación y la adherencia al tratamiento y, por tanto, la respuesta final.

P. ¿Algún otro?

R. Estamos evaluando un nuevo tratamiento, telaprevir DCI para los pacientes que presentan infección crónica por el virus de la hepatitis C (VHC), y puede ser el primer inhibidor de la proteasa para la hepatitis C. Creemos que puede ser un gran avance si se confirman los datos que tenemos, porque con los tratamientos existentes se consiguen porcentajes de respuesta de alrededor del 45 por ciento, y con telaprevir alcanzaremos porcentajes de respuesta del 75 por ciento. Si se confirman los datos, parece que se reducirá la duración del tratamiento a la mitad.

P. ¿Hay otras áreas?

R. Por supuesto. También seguimos investigando en áreas como Alzheimer, con el desarrollo de bapineuzumab DCI podremos tener el primer fármaco con capacidad para modificar la evolución de la enfermedad. Ésas son, quizá, las áreas más relevantes y los fármacos que podrían estar a disposición de los clínicos en el futuro, en un plazo entre uno y tres años.

P. ¿Participan hospitales españoles en el desarrollo?

R. Así es. Hospitales españoles han participado y están participando en estos estudios. Hay centros españoles participando en casi todos los ensayos clínicos de los compuestos en desarrollo.

P. ¿Y todo es intramuros?

R. No. Es importante resaltar que cada vez estamos yendo más hacia lo que llamamos el open innovation. Cada vez tenemos más contacto con las universidades, con las pequeñas empresas de biotecnología. Y cada vez estamos buscando más líneas de cooperación con ellas, con las que podemos colaborar en muy distintas facetas.

P. Con estos acuerdos se intenta solucionar uno de los problemas de la investigación farmacéutica: la productividad, ¿cierto?

R. Sí, debemos reconocer que el gran problema de la industria farmacéutica en los últimos años es la bajada de la productividad de nuestros centros de investigación. Lo que veo es que las inversiones en I+D en los últimos 10 ó 15 años se han triplicado y, sin embargo, el número de compuestos que tenemos en fase de desarrollo es cada vez menor. Si vemos los productos que aprueba la FDA cada año, en los últimos 15 años lo que vemos es que es una tendencia decreciente y cada año se aprueban nuevos productos. Por tanto, si las inversiones en I+D se están multiplicando por tres y los productos en fase de desarrollo están disminuyendo un 50 por ciento… pues algo no funciona.

P. ¿Y hay solución?

R. Hay que salir, estar más en contacto con las universidades, estar en contacto con otras empresas biotecnológicas, pequeñas o medianas, y hay que buscar nuevas vías para mejorar estos ratios de eficiencia y de productividad.

P. ¿El problema es interno de las compañías o tiene algo que ver con exigencias regulatorias?

R. Es multifactorial. Por una parte, creo que es muy relevante el que las exigencias regulatorias son cada vez mayores, cada vez se nos piden ensayos clínicos con una ‘n’ de pacientes mayor, y cada vez con mayor duración. Eso hace que el coste medio de los productos que llegan hasta el final se haya disparado.