alberto cornejo
Santiago de Compostela
El pasado 26 de noviembre el por entonces presidente de la Federación Empresarial de Farmacias de Galicia (Fefga), Fernando Guerreiro, enviaba una carta a sus asociados informando de la renuncia de la Junta Directiva que encabezaba a continuar dirigiendo la patronal. Guerreiro avisaba que de no presentarse ninguna candidatura a la presidencia en el proceso electoral que arrancaba ese día se procedería a disolver la patronal en su Asamblea General del 15 de enero. A falta de tres días para expirar el plazo límite, la salvación de Fefga llegó en la figura de José Luis Rodríguez, farmacéutico compostelano y vicepresidente de la Cámara de Comercio de esta provincia. Este jueves los empresarios farmacéuticos gallegos le nombrarán como su nuevo presidente al ser candidato único.
Pregunta. El primer objetivo, salvar a la Fefga de su disolución, ya lo ha conseguido. Más difícil se presenta el siguiente reto, devolverla su protagonismo, ¿no?
Respuesta. Siendo sinceros, hasta hace bien poco ni me había planteado presidir Fefga. Sin embargo, teniendo en cuenta esa posibilidad de disolución, y viendo que no se presentaba ninguna candidatura, decidí presentarme como candidato a la presidencia.
P. Quizás muchos profesionales le vean como salvador de la misma. ¿Usted se ve así?
R. No quiero que nadie me vea como salvador. Mi candidatura se debe exclusivamente a que creo necesario que la farmacia gallega cuente con una patronal en la que apoyarse y si para ello debía ser yo quien diese el paso adelante…
P. ¿Cuáles cree que son los motivos que han provocado esta mala situación por la que atraviesa Fefga (la junta saliente ya se vio obligada a prorrogar su mandato ante la falta de candidatos en otro proceso electoral celebrado a principios de 2008)?
R. Quizá los farmacéuticos pecamos en muchas ocasiones de individualistas y nos desentendemos de las asociaciones que nos representan. Sólo nos acordamos de ellas cuando hay apuros o problemas. Dedicamos poco tiempo a la parte social, a comunicarnos y a hacer fuerza conjunta dentro del colectivo. También es cierto que hasta hace unos años los boticarios gallegos apenas teníamos problemas, lo que favorece a que el profesional se desentienda.
P. Fefga necesita un impulso. ¿Es necesario un cambio radical de su gestión o es un problema de falta de implicación de los socios?
R. Nadie puede decir que no sabe cómo funciona o a qué se dedica nuestra patronal. Yo, como socio, he sido puntualmente informado de sus actuaciones, como el resto de compañeros. No cabe duda que la junta directiva debe trabajar para los socios, pero se necesita un cierto grado de implicación de todos en ese impulso.
P. ¿En qué objetivos basará sus cuatro años de mandato?
R. Estoy tomando contacto con la realidad de la federación, a lo que me está ayudando el anterior presidente, Fernando Guerreiro. Sólo conociendo el origen de la situación que atravesamos se puede buscar la mejor solución.
P. Accede al cargo en un momento de tensión entre Fefga y los COF gallegos, principalmente motivado por las discrepancias en la implantación de la receta electrónica (ver EG nº 408).
R. Una vez tome posesión de mi cargo quiero mantener reuniones con los presidentes colegiales con vistas a mejorar estas relaciones.
P. En este asunto, ¿es posible volver al clima de entendimiento?
R. Es complicado volver al inicio y buscar el consenso porque este sistema ya está en pleno proceso de implantación: Fefga ha criticado los plazos y costes de implantación. Sin embargo, si una vez implantada hay aspectos que se demuestra que no eran los adecuados, creo que debería haber oportunidad para modificarlos.
P. ¿Ve fundamental para la farmacia gallega que COF y patronal vayan de la mano en lo posible?
R. Sí, y sin olvidarnos de la Administración. No vale de nada la confrontación per sé. Los intereses económicos no deben desligarse de los profesionales.