Sergio Alonso es redactor jefe de ‘La Razón’ La industria farmacéutica anda en problemas serios. De ahí que muchas de las dudas que tiene para resolverlos y para frenar la voracidad recaudatoria de las administraciones le lleven a dar pasos que parecen de ciego. El nombramiento de Pijar Farjas ha sentado como un jarro de agua fría, pues pocos esperaban que la misma persona a la que se deseaba desterrar por mor de su cataloguiño se convirtiera de la noche a la mañana en mandamás del medicamento. Había también confianza en que con las elecciones se ralentizara la aplicación de los precios de referencia o se dulcificaran. No se ha producido, mientras se disparan los rumores sobre nuevas medidas adicionales con las que contribuir, desde la Sanidad, a los 40.000 millones extras de ahorro que exigen Bruselas y el abultado déficit español. El debate que se produce en el seno de los laboratorios es difuso y oscila a medida que llegan nuevas informaciones, pero es revelador de los tiempos que corren y de las posturas que se toman a medida que se desarrollan los acontecimientos. De las conversaciones que mantienen los directivos de los laboratorios cabe inferir que el medicamentazo es la medida adicional de ahorro que contaría con mayor aceptación, toda vez que exime de penalización a la gran industria, que en el fondo es la que manda. Más allá de este proyecto con el que parece que va estrenar su mandato económico-sanitario el PP, la industria siente el hierro de los nuevos precios de referencia y de la prescripción por principio activo. Tal es la dimensión de la herida que esta medida provoca a las marcas, que una buena parte de la industria, encabezada por varios miembros de su patronal, estaría dispuesta a sustituir el nuevo modelo de prescripción del PSOE por la extensión del cataloguiño a todo el país. No en vano, se espera que el mercado en farmacia caiga este año sobre un 13 por ciento. Puede parecer increíble, después de la campaña que se desató en su contra en Galicia, pero el debate se ha producido. Si no lo sabe ya, el estupor que se pintará en la cara de Farjas al oír un trueque de medidas de ahorro de este estilo será de órdago. Tan revueltas están las cosas ante el temor de que se sumen nuevas medidas a las ya mencionadas, algunos laboratorios estarían por la labor de pactar con el Gobierno un techo de gasto a cambio de frenar las posibles acometidas excepcionales. La idea que cuaja consiste en devolver todo excedente que sobrepasara dicho tope y alejar de paso iniciativas como los temidos jumbos, muy del gusto de algunos sanitarios del PP. En materia hospitalaria, la situación sigue igual que hace semanas, francamente mal. Los laboratorios creen que 2012 el gasto cerrará plano en este apartado, con el agravante de que la rebaja presupuestaria autoimpuesta por las propias comunidades dilatará aún más los pagos, haciendo insostenible la situación para las empresas con menor músculo financiero. De ahí que siga adelante la idea de la titulización de la deuda y hasta los descuentos por pronto pago. | viernes, 20 de enero de 2012 h |
Algunos laboratorios están por la labor de pactar con el Gobierno para pactar un techo de gasto
¿Qué resolución del Ministerio de Sanidad sometida sin necesidad al dictamen del Consejo de Estado ha quedado casi blindada e irrecurrible por los laboratorios, al incorporar ahora las alegaciones de este órgano consultivo?
¿En qué cuantía se ha multiplicado el porcentaje de PPA, teniendo en cuenta que a principios de 2011 la tasa se situaba en el 25 por ciento?
¿Qué fórmula jurídica ha elegido Andalucía con el subastazo, con el fin de frenar un hipotético recurso de Farmaindustria?
¿Por qué quiere Urzay titulizar la deuda de los fármacos siguiendo el modelo que tienen las eléctricas con el déficit tarifario?