La ministra hace mutis por el foro y silba hacia otro lado mientras el SNS se resquebraja
| 2011-09-30T16:15:00+02:00 h |

Sergio Alonso es redactor jefe de ‘La Razón’

MSD cerrará su planta en Madrid. Pfizer anuncia expediente de regulación de empleo. Y Roche da la campanada al apuntar que España empieza a parecerse a Grecia, al menos, en lo que a retrasos en los pagos por parte de las administraciones se refiere. La industria farmacéutica está harta. Las farmacias, posiblemente, mucho más, pues su capital es infinitamente menor. En Castilla-La Mancha no cobran. Las arcas heredadas por María Dolores de Cospedal están más vacías que los nuevos hospitales de macro lujo de Oviedo y Toledo, en los que dilapidaron los fondos públicos las autoridades socialistas de ambas comunidades, en un intento estéril de ganar las elecciones. El problema de boticarios y compañías es solo el anuncio de una crónica anunciada que se irá replicando en toda España como un tsunami en mucha mayor escala, a la vuelta de unos meses.

¿Y a los médicos y demás sanitarios, qué? A los profesionales les llega también su turno. No contentas con el tijeretazo que el Gobierno aplicó hace poco más de un año a las nóminas, las autoridades sanitarias de algunas comunidades van a darle ahora otra vuelta de tuerca a las retribuciones que perciben sus trabajadores. La primera ‘gran andanada’ procede, cómo no, de Cataluña, en donde Artur Mas, Andreu Mas-Colell, Francesc Homs y Boi Ruiz planifican quitarles este mismo año alrededor de mil euros a cada uno de los 40.000 empleados del servicio del Instituto Catalán de la Salud (ICS). ¡Cómo sería la herencia que recibieron los dirigentes de CiU para acometer tales recortes! ¿Y luego, qué? Pues luego ocurrirá que el efecto dominó extenderá estos ajustes a otras regiones, como si de una plaga se tratase, ante la mirada átona de pseudo organizaciones aún hoy afines al PSOE, que pronto tratarán de echarse en brazos del PP para salvar la cara ante sus representados. Tiempo al tiempo.

¿Y Leire Pajín, dónde está, qué hace? Básicamente, ‘lazaretear’. Es decir, hacer mutis por el foro y silbar hacia otro lado mientras el SNS que debería comandar se resquebraja y se cuela por el desagüe de su inoperancia y de la del Gobierno. La pasividad de la ministra y su despreocupación sanitaria es grave, muy grave. Llega incluso a resultar insultante. Como lo es también la de los altos cargos que la rodean. Cierto que estamos a menos de dos meses para las elecciones, pero eso no es excusa para que la máxima autoridad sanitaria del país se empeñe en caminar con el traje socialista que hábilmente le birló José Blanco en la última remodelación gubernamental. Sus frases lapidarias y sus proclamas demagógicas sobre asuntos sociales aburren a las ovejas. La máxima autoridad sanitaria del país debería tener bemoles y negociar con las autonomías, ofreciéndoles alternativas razonables para la contención del gasto. También debería esforzarse en templar los ánimos del sector y en pedirle calma. Unas buenas palabras siempre reconfortan y vienen bien en los momentos críticos. En lugar de eso, se inhibe y anda desaparecida. Posiblemente porque sepa que ya está amortizada.

¿Qué posición ideológica se les atribuye a Alfonso Flores, Jesús Galván, Miguel Ángel Soria y a otros altos cargos fichados por José Ignacio Echániz en Castilla-La Mancha? ¿Qué miembro de presidencia de Castilla-La Mancha anda preocupado por los nombramientos, y dice que al final dirigirán los hospitales los mismos que los han sumido en la bancarrota?

¿Cuál de ellos llegó a trabajar en Moncloa como asesor sanitario de José Luis Rodríguez Zapatero? ¿Es cierto que José Luis de Sancho va a recalar también en Castilla-La Mancha? ¿Qué miembro de Génova está muy enfadado con estas designaciones?

¿Qué personaje sigue frecuentando un piso patera de Leganés? ¿Para qué?