Que Peña consume sobre Sendín el triunfo que Capilla comenzó a fraguar en 1996 es cuestión de tiempo
| 2009-05-24T18:11:00+02:00 h |

Sergio Alonso es redactor jefe de ‘La Razón’

Friedrich Wilhelm Nietzsche esbozó la idea, Arthur Schopenhauer la corroboró y Miguel de Unamuno, inmerso en su sentimiento trágico de la vida, terminó incorporándola a su pensamiento: la historia es cíclica y, en contra del río que nos dibujó Heráclito de Éfeso, el “Oscuro”, todo el mundo termina bañándose siempre en las mismas aguas. La sanidad no escapa de este principio del que el pasado nos ofrece abundantes muestras, y la Organización Médica Colegial (OMC) debería aprendérselo, por el bien de sus dirigentes y, sobre todo, de sus representados. Consumada la insultante victoria de Máximo González Jurado desde el Consejo de Enfermería, que vapuleó a Juan José Rodríguez Sendín en el Congreso de los Diputados, y sentadas ya las bases para la instauración definitiva de la prescripción alternativa en España, a la corporación que supuestamente actúa como valedora de los facultativos en nuestro país le llega ahora otro tren que puede terminar de arrollarla: la Atención Farmacéutica (AF). Al igual que sucedió hace meses, la OMC permanece aletargada mientras sus rivales, los boticarios, desde el Consejo hasta los colegios, tienen todos los deberes hechos. Que Carmen Peña consume sobre Sendín el triunfo que Pedro Capilla empezó a fraguar en 1996 es sólo cuestión de tiempo.

La historia de la AF lleva camino de ser igual que la de la prescripción enfermera por varios motivos: mientras los farmacéuticos tienen clara su meta y se han granjeado estos años todo tipo de apoyos para alcanzarla entre la industria, las comunidades autónomas, los políticos y hasta la prensa, la OMC repite uno por uno los errores que cometió en su enfrentamiento con González Jurado, y demuestra carecer de una verdadera estrategia de defensa. En lugar de preparar argumentos, establecer sinergias y tejer toda una red de valedores para su razonable causa, la corporación que dirige Rodríguez Sendín tras la salida de Isacio Siguero sigue en sus trece, se escora hacia la izquierda y pone sus miras en otros objetivos totalmente distintos. O mucho cambian las cosas, o la triste foto de los abatidos miembros del Foro de la Profesión Médica en la tribuna del Congreso, el día que se consumó la derrota con las enfermeras, volverá a repetirse en breve en la ‘guerra’ con los boticarios.

¿Y en qué anda la OMC? Además de en sus cuitas internas, renovaciones de cargos y demás zarandajas, está enfrascada en asuntos locales de Madrid que interesan mucho al PSOE y a sus asociaciones ‘satélite’, como el área única. El 24 de junio, volverá previsiblemente a hacer de anfitriona de la llamada Red Municipal de Salud (RMS), una organización sin predicamento entre la clase médica española, partidaria —¡cómo no!— de la llamada “muerte digna”. Según confirmó esta organización a responsables de la Consejería de Salud madrileña, se celebrará una jornada en la sede colegial para debatir sobre la nueva zonificación en Madrid, lo que significa que habrá críticas y dardos envenenados contra Esperanza Aguirre y Juan José Güemes. Entretenido el Consejo General de Médicos en esto, a los boticarios se les despeja aún más el carril para rematar la faena.

¿Qué colegio de boticarios reactivó su estrategia para implantar la AF, sabedor de la debilidad de sus oponentes médicos en la provincia, y va a seguir los pasos de González Jurado con la prescripción enfermera?

¿Por qué era partidario el diputado Francisco Villar de respaldar a Sendín en la votación de la prescripción enfermera? ¿Quién dio personalmente la orden en el Grupo Popular?

¿A qué alto cargo de la OMC no le sirvió de nada la comida que mantuvo con dos diputados populares para recabar el apoyo de su grupo?

¿Cómo es posible que el Foro de la Profesión Médica asistiera al Congreso el día de la votación para ser testigo de tamaña derrota? ¿Carecían sus miembros de información de lo que iba a suceder?