J. Ruiz-Tagle Madrid | viernes, 30 de noviembre de 2012 h |

La Red de Agencias necesita aportar independencia, objetividad y toma de decisiones vinculantes

Durante los últimos diez años la celeridad en la aprobación ha disminuido considerablemente

La gravedad de la crisis económica, unida a las políticas de austeridad que imponen los acreedores de deuda nacional, sigue erigiéndose en una barrera para el acceso a medicamentos que aportan innovación terapéutica. Este problema sanitario fue evidenciado de nuevo por el Ministerio de Sanidad a través de su subdirector general de Calidad de Medicamentos y Productos Sanitarios, Carlos Lens, que precisó durante el transcurso de la jornada “Evaluación Económica y Red Europea de Evaluación de Tecnología Sanitaria: presente y futuro”, organizada la semana pasada por Pfizer, que si no aumenta el Producto Interior Bruto (PIB) “difícilmente se podrán financiar las innovaciones en Sanidad”.

En esta batalla por la eficiencia del Sistema Nacional de Salud (SNS), José Luis Poveda, presidente de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH), apuntó a un colapso económico si no se revierte la tendencia actual en financiación pública de fármacos. “En la última década ha habido un gasto muy alto en medicamentos que no se ha correspondido con la evolución del PIB y, encima, ahora hay recortes en el presupuesto”, dijo.

En este callejón sin salida, la priorización se convierte en un arma necesaria para apostar por aquellas innovaciones que mejoren la salud de la mayoría de pacientes. “El SNS financia el 90 por ciento de las aprobaciones de la Aemps”, señaló Poveda. De hecho, Lens manifestó a este respecto que, por ejemplo, “el gasto en tratamientos de VIH se lleva un 15 por ciento de la financiación que se destina, mientras que el cáncer, que tiene muchísimos más pacientes, dispone de menos presupuesto”.

Durante su intervención, el subdirector general de Calidad de Medicamentos y Productos Sanitarios también alentó a pacientes e industria con un objetivo que será primordial en su gestión: la celeridad de aprobación de nuevos fármacos. “Tenemos claro que existe una demanda para que no se dilate la entrada al SNS de nuevos medicamentos por tener que repetir evaluaciones”, afirmó.

En este punto, Lens aseguró que en los últimos diez años la celeridad de aprobación ha menguado considerablemente y detalló la iniciativa que planteará en el Consejo de Ministros para revertir la tendencia. “Siendo consciente de que son las comunidades autónomas las que tienen las competencias, el Estado debe coordinar el sistema de evaluación, porque la pluralidad no aporta ni claridad ni eficiencia al sistema sanitario”, argumentó.

Esta unión de criterios, según apuntó Lens, se traducirá en tiempo útil para una aprobación de innovaciones más eficaz. “Utilizaremos el tiempo que transcurre desde que la EMA da el visto bueno hasta que llega a las agencia para evaluar el medicamento con las comunidades. Así, ya tendremos un documento básico para establecer precio y financiación según el artículo 90 del RDL 16/2012”, confirmó.

Esta pincelada sobre el borrador que se prepara en el ministerio para regular los precios de los productos sanitarios se unió a la intención de dar cabida a una de las tesis mantenidas al respecto por Farmaindustria: desvincular las patentes del Sistema de Precios de Referencia. “No va a ser un real decreto que cambie radicalmente el panorama, pero es verdad que no quiero cargar a la industria con más estudios de los que ya presentan”, dijo Lens en relación a la obligatoriedad de reducir el precio de los medicamentos un 40 por ciento cuando entran en el sistema de precios de referencia (SPR). En este sentido, aseguró que el real decreto que elaboran “prepara un SPR más simplificado”.

Deficiencias de la Red

La búsqueda de la agilización en el proceso de aprobación y seguimiento de medicamentos y productos sanitarios tuvo respuesta ministerial con la creación de la Red de Agencias de Evaluación. Sin embargo, son varios los interrogantes que plantearon algunos expertos durante la jornada organizada por Pfizer. Juan José Polledo, director de Relaciones Institucionales de la compañía americana, señaló la urgencia de “aclarar el método de evaluación que se va a seguir y asegurar la independencia del órgano”.

Por su parte, Poveda, en la misma línea de Polledo, ahondó en las áreas de mejora que, desde su punto de vista, presenta la Red. “El artículo 90 del RDL 16/2012 que se está desarrollando debe aportar, además de independencia, objetividad”, apuntó, al tiempo que explicó las deficiencias que existen en la actualidad y que no permiten el acceso a innovaciones terapéuticas. “Hay que reducir la variabilidad que provocan las 17 metodologías, hay que trabajar juntos”, concluyó.

La independencia a la que apuntaron los dos ponentes fue la línea argumental de Marta Trapero, vicepresidenta de la Asociación de Economía de la Salud, quien precisó que “la necesidad de conciliar el acceso a las innovaciones con la sostenibilidad financiera del SNS pasa por establecer criterios más transparentes a los existentes a la hora de evaluar”. En este sentido, señaló que “la Red de Agencias no es suficiente, solo hace informes y no toma decisiones; debemos caminar hacia un ‘Hispa-NICE’ para asegurar su verdadera utilidad”.