Isis Daniela Sarmiento Madrid | viernes, 10 de enero de 2014 h |

Antonio Bernal, presidente de la Federación Nacional de Enfermos Hepáticos y Trasplantados Hepáticos C (Fneth) , comenta que para conseguir evitar trasplantes hepáticos y ante la inequidad entre autonomías, ha reorientado el objetivo principal de sus actividades a la formación de pacientes expertos, e insiste en que un paciente curados un ciudadano activo, mientras que uno sin tratar, es un enfermo crónico, trasplantado y pensionista.

Pregunta: En este año nuevo, ¿cuáles son los propósitos a corto plazo de la Federación?

Respuesta: Conseguir que la Administración sanitaria tome conciencia de la importancia que supone la hepatitis C, ya que es la enfermedad transmisible crónica más importante del mundo. El objetivo de 2014 es lograr un paciente curado, esto es, un ciudadano activo, en lugar de que se recorten los tratamientos, lo que conlleva a un ciudadano con discapacidad, enfermo crónico y pensionista. En la actualidad, se puede curar con los nuevos medicamentos que ya hay aprobados y con los que están por salir a corto plazo. Si logramos que la Administración le ponga un mínimo de sentido común y preste atención a los casos de hepatitis C, lograremos una relación de coste-efectividad en la atención a esta enfermedad.

P. Recientemente ha declarado que considera que el Estado obstaculiza la administración de nuevos fármacos, ¿podría ofrecer detalles al respecto?

P. Los enfermos de hepatitis C somos afortunados de que la investigación farmacéutica haya encontrado caminos reales de curación de la enfermedad. Por fin nos podemos curar. Pero, lamentablemente, los nuevos fármacos justo han aparecido cuando se están sufriendo los recortes más duros en sanidad y en gasto farmacéutico. El Sistema Nacional de Salud (SNS) está gestionado por economistas más que por médicos y esos profesionales piensan más en cómo gestionar presupuestos que en los derechos de los pacientes. Además, se dedican a aplicar políticas de ahorro cortoplacistas. Estos nuevos tratamientos se han aprobado en España con muchas limitaciones, pudiéndose aplicar solo a pacientes en fases avanzadas de la enfermedad, dejando sin posibilidades de curación a los pacientes de fases intermedias de , que son la mayoría, los que responden mejor a estos tratamientos y con menos efectos secundarios. Estos medicamentos se aprobaron hace dos años y hay comunidades que han empezado a tratar a algunos de los pacientes en marzo de 2013, quince meses después de su aprobación y, aún así, en casi todas no los aplican para todos los pacientes en los que está autorizado su uso, sino con serias restricciones, tras pasar un comité y después de tener la suerte de que el hospital que le toca a cada paciente por zona disponga de presupuesto para poder disponer de estos nuevos tratamientos.

P. ¿Cómo valora la reciente información según la cual La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps) permitirá el uso compasivo de nuevos fármacos para el tratamiento de la hepatitis C?

R. Positivamente y es acertado. Poder tener la posibilidad de curarse es, sin duda es un motivo de ánimo e ilusión. Los tratamientos de uso compasivo para la hepatitis C, en los casos muy concretos en que se han aprobado, considero que son acertados, ya que, en todos los que se citan, será una posibilidad de vida, cuando el afectado empieza a perderla. Esperemos que lleguen a todos los pacientes que necesiten recibirlos. Pero esto nos demuestra que la Administración sí se preocupa de la hepatitis C y sus consecuencias (el trasplante, el cáncer hepático y la cirrosis), pero solo cuando las situaciones ya son graves; hasta que no se llega a estas situaciones, la ignora.

El SNS estágestionado por economistas que aplican políticas de ahorro cortoplacistas”

Ante la inequidad entre autonomías, hemos creado un grupo de pacientes expertos en hepatitis C”