| lunes, 23 de diciembre de 2013 h |

La farmacéutica alemana Grünenthal presentó una apelación contra la sentencia del Juzgado de Primera Instancia número 90 de Madrid que le condenó el pasado mes de noviembre a indemnizar a los afectados de la Asociación de Víctimas de la Talidomida en España (Avite) con 20.000 euros por cada punto porcentual de minusvalía reconocido. Esta apelación se debe a que la compañía, fabricante de la talidomida, cree que AVITE no ha proporcionado las pruebas “imprescindibles” para justificar sus reclamaciones y a que hay “otras alternativas” para los afectados que les permiten recibir ayuda económica. “El caso ha demostrado que después de un lapso periodo de tiempo de más de medio siglo un juicio válido resulta imposible y, por este motivo, la ley española tiene instaurado el principio de la prescripción de las acciones”, señala la farmacéutica.

No obstante, en la resolución de la sentencia, el Juzgado señaló que, a pesar del tiempo transcurrido desde los hechos, en la actualidad no se tiene un conocimiento “cierto, cabal, seguro, exacto y absolutamente definitivo” sobre el alcance de las lesiones y secuelas producidas por la talidomida. Por tanto, proseguía, los daños derivados de su ingesta “no están plena y absolutamente determinados ni consolidados”, por lo que, a su juicio, la acción rectora del procedimiento no podía considerarse prescrita. Además, calificaba como hecho “absolutamente notorio” que este fármaco tenía efectos teratogénicos y que, en aquella época, fue el origen de polineuritis en muchos bebés nacidos de madres que hubieran ingerido medicamentos con tal sustancia durante la gestación.

Por este motivo, condenó a Grünenthal a indemnizar a cada una de las víctimas con 20.000 euros por cada punto porcentual de minusvalía que les hubiera sido reconocido, más intereses legales desde la fecha de interposición de la demanda con el incremento previsto legalmente a partir de esta resolución.

Otros medios

Sin embargo, la compañía no ha aceptado dicha sentencia ya que, según ha manifestado la directora de Comunicación Corporativa, Rosa Moreno, existen “medios específicos y eficaces” para que todos los afectados puedan beneficiarse de importantes ayudas económicas. “No entendemos los motivos por los que personas de nacionalidad española que se consideran afectadas por la talidomida renuncian a estos recursos específicos que operan de manera satisfactoria y buscan compensaciones de Grünenthal. La sentencia confirma, de forma indirecta, que existen medios alternativos para proporcionar ayudas económicas, puesto que todos los beneficiarios de la Fundación Contergan, que en la actualidad ya reciben ayudas económicas, han quedado excluidos”, ha apostillado Moreno.

En este sentido, Grünenthal recuerda que desde 1972, la Fundación Contergan ha satisfecho más de 613 millones de euros a afectados de la talidomida y que la farmacéutica ha contribuido con más de 100 millones de euros a la Fundación Contergan. Además, recalca, recientemente el Gobierno Federal Alemán ha incrementado significativamente los recursos económicos de la Fundación Contergan que puede llegar a conceder hasta 6.912 euros al mes a las personas reconocidas como afectados por la talidomida.

Sobre este particular, la compañía avisa de que la sentencia reconoce que AVITE no ha probado que las malformaciones de los demandantes estuvieran causadas por la talidomida o por productos que contuviesen talidomida distribuidos por Medinsa, antiguo distribuidor de Grünenthal en España. “En España, varías compañías, sin ninguna relación con Grünenthal, fabricaron y comercializaron sus propios productos con talidomida. Esta actividad se llevó a cabo independientemente de Grünenthal e, incluso, antes de que su distribuidor local comenzase a comercializar productos con talidomida en España. Los demandantes no han probado qué productos específicos fueron administrados a las madres durante el embarazo, ni han revelado las fechas concretas de nacimiento de los miembros de la asociación, ni han aportado los informes realizados por el Instituto de Salud Carlos III”, recalca la farmacéutica.

Asimismo, asegura que la “escasa prueba” presentada ante el tribunal consistió en documentos del ‘Juicio Contergan’, celebrado en Alemania en los años 70, y recuerda de que la sentencia admite que la asociación no ha practicado “prueba alguna, ni intentado practicarla”, sobre las concretas lesiones que padecen sus asociados y sobre su vinculación o relación causal con la talidomida.

“Grünenthal lamenta sinceramente la tragedia de la talidomida que siempre formará parte de la historia de la compañía. Por eso, la compañía se preocupa por los afectados ofreciendo ayuda individual y específica a través de su propia fundación y continuaremos identificando y llevando a cabo proyectos que busquen estrictamente la mejora de los afectados más allá de las ayudas económicas y en estrecha colaboración con los mismos. Todos los afectados por un producto con talidomida de Grünenthal en España pueden solicitar las ayudas y nos ocupamos de una manera rápida, sin burocracia y personalizada”, ha zanjado el vicepresidente de Public Engagement y miembro de la Comisión de la Fundación de casos de especial dificultad, Frank Schönrock.