P. ¿Qué papel juega Farmaindustria en este compromiso?
R. Intentamos gestionar con ministerios y comunidades autónomas que se produzcan los entornos más propicios para los asociados. Cómo hacer más competitivas las infraestructuras que tenemos en España para capturar y maximizar inversiones.
P. ¿Competir con otros países?
R. Competimos con países próximos y nuestro objetivo es cómo adelantarnos para presentar un escenario estable y atractivo que haga que las diferentes empresas opten por España.
P. Esos países también pensarán hacer lo mismo, ¿no?
R. Sí, pero por ahora llevamos ventaja al ser el primer país que ha hecho este tipo de compromiso. Nos consta que nos van a seguir, como siempre, pero quien da primero da dos veces.
P. La competitividad entre países se refleja en las exportaciones. Para que alguien venda otro tiene que comprar.
R. En las empresas nacionales está unido a sus políticas de expansión internacional. En el caso de multinacionales, siempre es mejor llevar producción a países con un escenario de estabilidad que a otros donde haya incertidumbre.
P. ¿Existe ese marco de estabilidad del que habla?
R. Percibimos que está y no lo ha negado la Administración, porque el propio presidente del Gobierno optó recientemente por la estabilidad de las prestaciones sociales como uno de los elementos clave a pesar de la situación de crisis. Prestaciones sociales que están en el marco de la Educación y de la Sanidad, donde nos vemos claramente reflejados.
P. ¿Esta apuesta por garantizar las prestaciones sociales es el aval para su compromiso?
R. Somos afortunados de estar en un área donde el Gobierno ha apostado por la estabilidad, y va a ser positivo para nosotros. En esa dinámica es en la que asumimos una serie de responsabilidades para maximizar esa oportunidad.
P. ¿No es, en estos momentos, aferrarse a un clavo ardiendo?
R. No, porque es un punto muy potente, ya que no ha habido ningún gobierno que en esta situación de crisis haya sido tan explícito a la hora de asegurar las prestaciones sociales, más bien al contrario. Nos parece de un gran valor estratégico el compromiso del Gobierno actual.
P. ¿Ese marco de estabilidad se rompería si se tocasen, por ejemplo, los precios?
R. No tenemos en ningún lado escrito que el Gobierno no pueda, si lo estima conveniente, modificar la política de precios. Por supuesto no nos gustaría, pero no estamos en un compromiso en el que se le pida a la Administración que deje de utilizar instrumentos que tiene por ley. Estamos convencidos de que el Gobierno, al garantizar las prestaciones sociales, va a crear un marco estable por definición y, en vez de quedarnos parados aprovechándonos de ese marco estable lo que queremos es ser más proactivos y aprovecharnos de esa oportunidad.
P. Dar un primer paso antes de que lo den otros, ¿no?
R. Exactamente. Parte del valor añadido es habernos adelantado a la situación.
P. ¿Cómo se puede decir que asegurará el empleo si, como en el caso de las filiales se depende de la compañía matriz?
R. Es complicado, pero con este compromiso queremos dar mayores instrumentos y seguridad a los responsables de las compañías en España. Ningún director general quiere hacer reducción de empleo…
P. Tampoco en el sector automovilístico, por ejemplo.
R. Exactamente. A los responsables de filiales nos encantaría no hacer ajustes de plantilla. ¿Qué podemos hacer para dar argumentos a las compañías? El entorno estable. Eso forma parte del compromiso: España tiene una estabilidad que podemos aprovechar, y si hubiese que hacer recortes de plantilla que miren a países con entornos más inestables.
P. ¿Existirá una comisión de seguimiento del compromiso?
R. Sí, estableceremos los mecanismos de seguimiento pormenorizado de cada una de las tres dimensiones.
P. ¿Este compromiso puede mejorar la imagen del sector?
R. También podría ser.
J. NIETO / J. M. LÓPEZ
Madrid
La patronal española de la industria farmacéutica, Farmaindustria, ha dado un paso adelante para hacer frente a la crisis económica al llegar a un compromiso con el Gobierno que se basa en tres puntos: mantener el empleo, aumentar las exportaciones e incrementar la inversión en I+D. Un cambio en el modelo productivo español que su presidente, Jesús Acebillo, explica en esta entrevista.
Pregunta. ¿Se trata de un acuerdo o de un compromiso?
Respuesta. Es un compromiso sectorial adquirido con la Administración Pública en el que no hay ninguna contraprestación. Es un posicionamiento del sector ante una situación específica y especial.
P. ¿Declaración de intenciones?
R. Va más allá. Es el compromiso de ir en una dirección.
P. ¿En estos momentos ese compromiso es necesario?
R. En realidad no. Nadie nos ha obligado, lo hacemos por convencimiento y como respuesta a una petición del Gobierno español, en concreto del ministro de Sanidad. Lo desencadena el análisis de la situación en la que se han producido unos hechos diferenciales por los que valía la pena recapacitar. Por un lado, la situación de diálogo abierto con las Administraciones Públicas, que no se daba en el ciclo anterior y que nos permitía profundizar sobre procesos de entendimiento futuro. Por otro, y más importante, la situación de crisis inédita. Así que llegamos a la conclusión de que teníamos que releer el contexto y ver exactamente si hacíamos lo correcto o no.
P. ¿Se trata de establecer un nuevo punto de partida?
R. Hasta ese momento continuábamos con un posicionamiento muy enfocado al tema de la innovación, que sigue siendo clave y central en la estrategia del sector. Pero la situación de crisis iba más allá y había otras variables que preocupaban más a la sociedad y que merecía la pena tener en consideración porque nunca habían sido relevantes para el sector.
P. ¿Empleo y exportaciones?
R. Sí. La dimensión del empleo nunca había figurado en nuestros planes estratégicos porque se daba por hecho. Por otro lado, el área relativa a la productividad, eficiencia e internacionalización, a la que tampoco se le había dado mucha relevancia porque teníamos un nivel de exportación aceptable. Estas dos dimensiones en esta situación de crisis eran relevantes y nos dimos cuenta de que ese era el camino, porque en España hemos crecido y nos hemos desarrollado en base a modelos productivos que ahora están en crisis.
P. Es decir, se necesita un cambio de modelo productivo, ¿no?
R. Los modelos emergentes que tienen que desarrollarse para salir de esta situación están ligados al conocimiento y a la innovación. Esas variables estaban muy integradas en la cultura del sector farmacéutico y vimos la película de una forma distinta.
P. ¿Película de oportunidades?
R. Sí. Nos dimos cuenta de que la crisis puede ser un aliado. Todo depende de cómo se posicione cada uno. En España la crisis va a condicionar una emergencia de modelos productivos basados en el conocimiento y la innovación. Vimos que podíamos capturar oportunidades relevantes si éramos capaces de liderar este contexto y eso nos impulsó a trabajar más en estas tres dimensiones. Y en ello hemos empleado los últimos cinco meses.
P. ¿Cómo se ha gestado?
R. Primero con los asociados, para ver qué podíamos conseguir en esta situación. Después con las distintas Administraciones Públicas: sobre empleo con el Ministerio de Trabajo, sobre competitividad internacional con el de Industria, la innovación con el Ciencia… Y, lógicamente, el de Sanidad en una posición de coordinador.
P. Entonces, ¿la paternidad de este compromiso es compartida?
R. Es un compromiso con el Gobierno que proviene de la oportunidad estructural en una situación de crisis y de una posición a principio de esta legislatura de diálogo con la Administración.
P. ¿Cómo ha sido recibido este compromiso por el Gobierno?
R. Entendemos que de forma muy positiva. La sintonía ha sido positiva no sólo con el Ministerio de Sanidad sino también con el resto de ministerios con los que hemos trabajado. Estamos en un punto de partida, no en un punto final, y ahora viene la parte más complicada, más relevante y bonita: la ejecución. Por eso, esperamos en los próximos meses avanzar con ministerios concretos en planes concretos que están dentro del paraguas del plan sectorial.
P. Se ha referido a una oportunidad en época de crisis. ¿Se puede permitir la industria farmacéutica ofrecer este compromiso?
R. Más que poder, se debe. Las oportunidades las tomas o las dejas pasar. Ha cambiado la forma de investigar y desarrollar fármacos, lo que hace que ya no compitan sólo las empresas por capturar cuotas más altas de inversiones en I+D, sino que lo hacen los países. España debe competir en igualdad de condiciones, y lo vemos enmarcado en esa oportunidad. Puede verse como riesgo, nosotros lo vemos como oportunidad.
P. Con este paso, ¿el sector farmacéutico se convierte en un modelo para otros sectores?
R. Sí. Estamos seguros de que tendrá un efecto de arrastre sobre otros sectores que son intensivos en el conocimiento y la innovación. El hecho de que nos hayamos lanzado a la piscina y hayamos mostrado de una forma proactiva nuestro interés de avanzar en esta dirección va a generar buenas vibraciones y hará que otros sectores vean con buenos ojos hacer lo mismo.
P. Nada de miedos.
R. Miedo no, aunque sí mucho respeto a la crisis. Pero independientemente de eso creemos que, como decía Peter Drucker, que detrás de cada problema hay siempre una gran oportunidad, e intentamos capturarla.
P. Ya, pero en otros sectores también se conoce a Drucker y no han dado ese paso adelante.
R. Ésa es la diferencia. Nosotros estamos convencidos de poder ir en esta dirección. No quiere decir que los compromisos sean fáciles de alcanzar, porque son ambiciosos, pero vemos recorrido para avanzar en esta línea.
P. Una línea arriesgada.
R. Bueno, queremos liderar los modelos productivos en España y ahí hay oportunidades. Pero no queremos ser las hermanitas de la caridad, ni hacer filantropía.
P. La industria no es una ONG.
R. No. Tenemos una oportunidad y la queremos capturar. Además, al hacerlo ayudamos a la Administración y a la economía española en general si somos capaces de hacer de arrastre para que otros sectores se lancen a la piscina como nosotros.
P. Es decir, no es un cheque en blanco.
R. No es un cheque en blanco a nadie. Es una inversión en un momento estratégico y en el que estamos mejor posicionados.
P. Y si el sector farmacéutico es un ejemplo, el Ministerio de Sanidad… ¿sería un ejemplo para el resto de ministerios?
R. Es un plan sectorial e intentaremos hacer lo que podamos, pero no nos podemos meter en esto.
P. ¿Han mantenido ya conversaciones con todos los ministerios?
R. Sí, pero lo más importante está por hacer y el camino de estos próximos meses no lo vamos a recorrer en solitario. El recorrido de los próximos años pasa por trabajar muy de cerca con los ministerios responsables en cada caso.
P. Eso sí, pero en la foto sólo apareció el Ministerio de Sanidad.
R. No es un acuerdo con Sanidad sino con el Gobierno, e intentaremos que haya una segunda presentación en La Moncloa, pero depende de la agenda del presidente. Lo que pasó es que no queríamos dilatar esta presentación.
P. ¿Cuándo se comenzará con las inversiones comprometidas?
R. Éste es un compromiso con las empresas en particular, que no han estado paradas sin invertir. Lo que harán es maximizar las oportunidades y la captura de capitales hacia España lo mejor y antes posible, y a ello dedicaremos todo el esfuerzo.
P. ¿Qué incremento en inversión en I+D está prevista?
R. Pensamos en un aumento promedio anual del 15 por ciento en el próximo trienio. Sólo hemos tenido incrementos superiores cuando se han establecido acuerdos que han garantizado una cierta estabilidad. Cuando no ha habido este tipo de escenario los incrementos han bajado.
P. Se demuestra otra vez que la industria farmacéutica es el motor de la I+D en nuestro país, ¿no?
R. Exactamente. Pasaremos del 18 por ciento de participación de los gastos en I+D a un 20 por ciento, es nuestro objetivo para 2011.
P. Ante este esfuerzo sin contraprestaciones… ¿sería deseable ampliar las deducciones por el Plan Profarma?
R. Sería un buen gesto, pero ni lo hemos hablado ni sabíamos quién gestionaría la renovación, aunque parece que será Industria. Seguro que nos llamarán y les daremos nuestra opinión.
P. ¿Hablaron con las CC.AA.?
R. Empezaremos. Son temas complejos y hay que tratarlos de una forma interministerial, pero ahora pretendemos entrar en contacto directo con las comunidades autónomas e intentar maximizar la articulación del actual sistema autonómico.
P. ¿No es un hándicap este sistema autonómico de cara a inversiones internacionales?
R. Es el sistema que hay. Se puede ver como un problema, pero yo intento ver las cosas como oportunidad. En vez de una Administración única hay 17, y cada una intenta hacer proyectos diferenciados y hay mayor diversidad de iniciativas. Tiene sus riesgos como el fraccionamiento del mercado, pero sí hay oportunidades.
P. Las CC.AA. tienen mucho que ver con las medidas de control de gasto. ¿Pueden poner en peligro el nuevo modelo productivo?
R. No. Son temas independientes. El gasto farmacéutico es el número de recetas por el coste de promedio. Nuestra contribución al precio promedio es un esfuerzo muy relevante en uno de los factores que influye en el gasto. Si le añadimos el diferencial de precios que hay con Europa, que está entre el 22 y el 25 por ciento, quiere decir que si en algún momento tenemos problema con el gasto será por la variable de volumen, que es la que gestionan las comunidades autónomas. Ahí intentaremos contribuir haciendo planes de educación e información para un uso racional del medicamento.
P. ¿Pero un aumento del gasto, aunque sea por volumen, no crearía alarma e impediría ese cambio de modelo productivo?
R. No es una hipótesis de trabajo que utilicemos. Estamos en una situación de crisis y el gasto en medicamentos es difícil que suba. No creemos que sea el elemento clave en los próximos meses. Me preocupa más la intensidad y duración de la crisis que este tipo de medidas.
P. Ha protagonizado dos pactos importantes con el Gobierno. ¿Es imprescindible la presencia de Acebillo para llegar a acuerdos?
R. No, que va. Es un tema que trasciende de personas concretas. Cuando entré en la presidencia de Farmaindustria había dos factores. Por un lado la situación de crisis y por otro una situación de diálogo. Si me hubiese tocado la presidencia dos años antes le aseguro que no estaríamos donde estamos ahora. La obligación de cada uno es intentar maximizar las oportunidades en el contexto que nos toca vivir, y ahora es más vistoso por el entendimiento al que hemos llegado.
P. También dependerá algo de su visión optimista, ¿no?
R. Intento ser optimista y realista. Creo que siempre que hay problemas hay oportunidades.
P. Optimismo y realismo. ¿Qué futuro dibuja?
R. Si hubiese que sonar me gustaría una empresa más potente, más internacionalizada, que tuviera filiales potentes en España que gestionasen áreas de relevancia de sus empresas, empresas locales muy internacionalizadas…