Aunque el Ministerio de Sanidad sube un 15,8%, las políticas sanitarias crecen un 0,2%

Ciencia vuelve a recibir los mayores recortes: el Instituto Carlos III baja un 10,1%

| 2009-10-02T17:15:00+02:00 h |

carlos b. rodríguez

Madrid

De entrada, ningún grupo parlamentario del Congreso apoya el proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado para 2010. No sólo por la polémica subida de impuestos. Pese a la capa de austeridad en la que se enmarca la congelación salarial de los altos cargos del Estado, y bajo el discurso oficial de que el proyecto incluye las mayores partidas de gasto social de la historia, a nadie le pasa desapercibido que las primeras cuentas públicas elaboradas por la ministra de Economía, Elena Salgado, arrojan en realidad cifras que en el mejor de los casos congelan, cuando no rebajan, la cuantía de muchas políticas. Es especialmente obvio en el caso de la Sanidad y la I+D+i, dos prioridades ‘claras’ del Ejecutivo.

En el conjunto del proyecto, el presupuesto de los ministerios cae un 5,4 por ciento de media. Que sólo Sanidad, Trabajo y Justicia se salven del recorte indica claramente que se trata además de unos ‘presupuestos de crisis’. El departamento que dirige Trinidad Jiménez sale especialmente bien parado. Su presupuesto global crece un 15,8 por ciento, si bien la comparación con el dinero que ha recibido en 2009 no es equiparable, pues las cuentas públicas en vigor no incluían la Política Social.

La Dependencia ya fue, junto con la I+D, la partida más beneficiada en los presupuestos de este año. Lo volverá a ser para 2010, y con 439 millones de euros más (un total de 1.581). De hecho, la partida dedicada a aplicar la Ley de Dependencia literalmente se come casi todo el incremento del ministerio de Jiménez, lo que deja a las políticas sanitarias en práctica congelación, con un leve incremento estimado en el 0,2 por ciento, hasta alcanzar los 4.633,4 millones de euros.

Congelaciones y recortes

Investigación sanitaria, Fondo de Cohesión, Bucodental, Organización Nacional de Transplantes… Son algunas de las políticas sanitarias cuyo presupuesto se congela, aunque en algunas, como el citado caso del Fondo de Cohesión, no suponga ninguna novedad. Otras no han corrido tanta suerte. Cohesión y Calidad y Oferta y Uso Racional de los Medicamentos bajan un 10,8 por ciento cada una. No obstante, los 350.000 euros menos anuales que recibirá la Dirección General de Farmacia quedarán compensados con un incremento del 3,58 por ciento en la Agencia de Medicamentos y Productos Sanitarios.

Tras conocer los datos, Jiménez se mostró satisfecha ante el incremento de la partida dedicada a su ministerio. También lo señaló su homóloga de Ciencia e Innovación, Cristina Garmendia, aunque su departamento, que acumula ya varias restricciones presupuestarias en lo que va de año, ha vuelto a llevarse la peor parte en lo que a recortes se refiere.

Por primera vez desde que José Luis Rodríguez Zapatero accedió a la presidencia del Gobierno se reducen los gastos en I+D+i, en concreto un 3,1 por ciento en cuanto a investigación civil. No es el único apartado que se reduce. Los gastos no financieros en I+D, aquellos que permiten iniciar nuevos proyectos científicos o incorporar nuevos investigadores, entre otras cosas, disminuyen un 17,7 por ciento. Al mismo tiempo, los gastos financieros —préstamos—crecen un 9,8 por ciento.

El Ministerio de Ciencia e Innovación niega los recortes, y asegura mantener su presupuesto global. “De hecho se incrementa un 0,2 por ciento”, asegura. Ello, unido a las actuaciones en I+D+i previstas en el fondo de Economía Sostenible y el Fondo de Inversión Local, hace que el gasto público de I+D+i “vuelva a subir este año notablemente”.

Asimismo, afirma que la austeridad se aplicará a los gastos corrientes del ministerio y a las transferencias destinadas a cubrir los gastos corrientes de los organismos dependientes, incluidos los organismos públicos de investigación (OPI). Según Ciencia, “cuentan con reservas suficientes”. Pero son, de hecho, otros de los grandes perdedores del proyecto. Sumados los siete OPI, sus presupuestos arrojan un total de 1.341 millones de euros, un 14,7 por ciento menos. Por su parte, el Instituto de Salud Carlos III recibirá, según el proyecto, 332,4 millones de euros, un 10,1 por ciento menos de los que ha recibido en 2009. El Consejo Superior de Investigaciones Científicas, organismo generador de casi la mitad de la actividad científica en España, baja un 13,5 por ciento (114,4 millones), hasta los 728 millones de euros.

Barbacid se va

No obstante, la cara más amarga es la del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas. Pese a no haber sido ‘castigado’ más que con una congelación de fondos (24,7 millones de euros), su director, Mariano Barbacid, fichaje estrella de la investigación española, anunció tras darse a conocer los datos que dejaba el cargo.

Según fuentes del centro y del propio Ministerio de Ciencia, la decisión es fruto de unos motivos estrictamente personales, ya que consideraba acabada su etapa al frente de este organismo. No obstante, ya en el año 2000 estuvo a punto de dimitir cuando la entonces ministra de Sanidad, Celia Villalobos, anunció una merma en el presupuesto del CNIO.

La dimisión de Mariano Barbacid es la guinda de un pastel que se anuncia difícil de digerir para los científicos. El Gobierno asegura que la inversión en I+D+i es todavía la apuesta clave para el cambio de modelo productivo. Sin embargo, la comunidad científica no lo tiene tan claro.