EL GLOBAL Madrid | lunes, 23 de noviembre de 2015 h |

El laboratorio estadounidense Pfizer ha acordado la adquisición de su homólogo irlandés Allergan en una operación valorada en unos 150.500 millones de euros (más de 160.000 millones de dólares) que daría origen a la mayor compañía del sector farmacéutico con una valoración de mercado superior a los 282.000 millones de euros (300.000 millones de dólares).

Los términos definitivos de la operación incluyen una ecuación de canje de 11,3 acciones de Pfizer por cada una de Allergan, además de una pequeña porción en efectivo.

El fabricante de ‘Viagra’ actualmente ocupa el segundo puesto entre las farmacéuticas de EEUU, con un valor de mercado de unos 205.660 millones de euros (218.000 millones de dólares), mientras la irlandesa Allergan alcanza los 106.600 millones de euros (113.000 millones de dólares), lo que llevaría a una hipotética compañía combinada a alcanzar la mayor capitalización mundial entre las empresas de cuidados sanitarios, puesto que actualmente ocupa Johnson & Johnson, con un valor de mercado de 261.320 millones de euros (277.000 millones de dólares).

El actual consejero delegado de Pfizer, Ian Read, dirigirá la nueva compañía, mientras el consejero delegado de Allergan, Brent Saunders, será su segundo, ocupando los puestos de presidente y director de operaciones.

La compra de Allergan, domiciliada en Irlanda, permitiría a Pfizer reducir sustancialmente su factura fiscal, pasando el impuesto de sociedades a ser del 12,5 por ciento, frente al rango de entre el 15 por ciento y el 39 por ciento actual, lo que ha generado una gran controversia en EEUU.

Para garantizarse una menor carga fiscal, el acuerdo se estructurará técnicamente mediante una fusión inversa, por la que Allergan, la compañía de menor tamaño, adquirirá Pfizer, cuyo domicilio fiscal está en Nueva York, según las fuentes consultadas. El acuerdo entre Pfizer y Allergan llegaría días después de que el Tesoro de EEUU pusiera en marcha nuevas reglas con el objetivo de evitar acuerdos de inversión con fines fiscales. En este sentido, el propio secretario del Tesoro de EEUU, Jack Lew, reconocía la semana pasada que “las compañías estadounidenses actualmente se están aprovechando de un entorno que las permite cambiar su residencia para evitar pagar impuestos en EEUU sin realizar cambios significativos en sus operaciones”.

Pfizer persiguió infructuosamente el año pasado cerrar la compra de la británica AstraZeneca, valorada en unos 108.110 millones de euros (120.000 millones de dólares), y en septiembre de 2014 la de Actavis, laboratorio de Reino Unido que entonces dirigía Brent Saunders y que en marzo de 2015 se fusionó con Allergan.