La multinacional estadounidense cerró 2009 en positivo tras dos años de caída
Las acciones de la compañía cotizan actualmente un 60% por debajo de su máximo
L. Díaz
Madrid
La acción de Pfizer se ha situado cerca del límite superior de su rango de variación del último año. Su comportamiento en 2009 vino dominado por una fase alcista, que inició en marzo y que mantuvo de forma casi ininterrumpida hasta finales de año, con lo que actualmente cotiza muy cerca de su máximo anual. Este comportamiento ha supuesto una ruptura y superación de la senda bajista dominante en los años anteriores y en este último ejercicio recuperó prácticamente la mitad de lo perdido en los dos años previos.
A nivel de resultados, cabe comentar que los del tercer trimestre muestran unas ventas de 11.621 millones de dólares (8.000 millones de euros), con un descenso interanual del 3 por ciento, en gran medida debido a un impacto desfavorable del tipo de cambio que restó cinco puntos porcentuales de crecimiento. Las ventas en Norteamérica significaron el 41 por ciento del total (experimentaron una caída del 2 por ciento), mientras que las ventas internacionales, el 59 por ciento restante, disminuyeron un 4 por ciento debido al impacto del tipo de cambio. Depurado este efecto, presentarían un crecimiento del 5 por ciento.
Por áreas de negocios, la división de cuidados primarios aportó el 47 por ciento de los ingresos del grupo, con lo que presentó una evolución plana una vez depurado el tipo de cambio. Por importancia le siguieron otras tres áreas con un peso similar en los ingresos (un 14 por ciento aproximadamente cada una): cuidados especiales, oncología y productos establecidos. Todas ellas presentaron crecimiento a tipo de cambio constante. Por su parte, el beneficio neto del tercer trimestre fue de 2.878 millones de dólares (1.980 millones de euros), un 26 por ciento superior al de 2008.
Al apartado de I+D Pfizer destinó en este trimestre 1.632 millones de dólares (1.100 millones de euros), cifra un 13 por ciento inferior a la del pasado año y que representa casi un 14 por ciento de los ingresos del grupo. Igualmente, destacó que en los nueve primeros meses del año las ventas ascendieron a 33.472 millones de dólares (23.000 millones de euros), un 7 por ciento menos que en 2008, mientras que el beneficio neto fue de 7.868 millones de dólares (5.400 millones de euros), en línea con el del ejercicio anterior.
Como hecho destacado cabe mencionar el cierre de la adquisición de Wyeth, operación que afianzó a Pfizer en el liderazgo mundial de la industria farmacéutica, con una facturación anual superior a los 70.000 millones de dólares (48.000 millones de euros) y cuotas de mercado del 12 y del 10 por ciento en Estados Unidos y Europa, respectivamente, y del 6 por ciento en otros mercados relevantes como Japón o Latinoamérica.
En este sentido, se debe señalar que Pfizer ya ha iniciado a el proceso de integración de ambos grupos con el objetivo de poder maximizar lo antes posible las sinergias que conllevan una operación de esta envergadura, una de las mayores realizadas en la industria farmacéutica y que supuso una inversión de 68.000 millones de dólares (46.700 millones de euros). Por otra parte, el interés creciente de Pfizer por potenciar su presencia en el mercado de genéricos, le ha llevado a suscribir acuerdos como el firmado con el laboratorio indio Strides Arcolab, por el que añade 40 nuevos genéricos a su cartera.
En relación con su previsible comportamiento en bolsa en el corto y medio plazo, los analistas tienen fijado un precio objetivo medio de 20,6 dólares, un 10 por ciento por encima de su precio actual. Se trata de un objetivo alcanzable si se tiene en cuenta el perfil que ha mostrado este valor, así como el amplio campo de recuperación del que dispone, al cotizar un 60 por ciento por debajo de su máximo histórico.