| viernes, 09 de septiembre de 2011 h |

Alfonso Jiménez

El director general de Farmacia se gana un verde por poner coto de una vez por todas al pernicioso efecto de los laboratorios kamikaze, que desde años distorsionan la competencia y la disponibilidad de medicamentos en el mercado, forzando caídas más bruscas de precios para hacerse con un mercado que no son capaces de abastecer. La solución del ministerio no pasa por ningunas de las propuestas que algunos colegios de farmacéuticos o Aeseg han venido haciendo en los últimos años. El ministerio ha decidido implementar una nueva fase que actuará como repesca y que permitirá a las compañías sumarse al precio fijado por los laboratorios kamikaze. Tal vez no sea del todo del agrado del sector, pero la industria en general, la farmacia y los pacientes se lo agradecen.