| viernes, 02 de julio de 2010 h |

La farmacia española

Parece que el sector de oficina de farmacia español ha despertado de su letargo. De un sueño eterno en el que desde hace años se ha visto sumido por el temor a la espada de Damocles que se cernía sobre su cabeza de sector regulado y, por tanto, a expensas de los designios de los responsables sanitarios y económicos de turno. La farmacia española ha despertado y ha elevado su voz, en forma de manifestación frente a las puertas de Ministerio de Sanidad y de cierre en la Comunidad Valenciana, en unas acciones que son, más que nada, un acto simbólico. Han sido dos acciones comedidas (nada que ver con las del Metro de Madrid), como lo es la farmacia española, pero que deberían ser tenidas muy en cuenta por los responsables sanitarios.