Fernando Redondo

Presidente de la Federación Empresarial de Farmacéuticos Españoles (FEFE)

| 2011-06-03T16:14:00+02:00 h |

Juan Nieto

Madrid

Durante tres días, del 8 al 10 de junio, Castellón de la Plana se convertirá en el centro neurálgico de la oficina de farmacia española con motivo de la celebración del XI Congreso Nacional de la Federación Empresarial de Farmacéuticos Españoles (FEFE), “Buscando soluciones. Hacia una farmacia sostenible y de futuro”, un encuentro al que asistirán más de 350 titulares de oficina de farmacia que tendrá a la crisis como protagonista de los debates. El presidente de la patronal, Fernando Redondo, adelanta a EG las claves por las que transcurrirá el evento.

Pregunta. XI edición del Congreso Nacional de FEFE, la crisis como protagonista, ¿no?

Respuesta. Irremediablemente. Es el tema que ocupa y preocupa. Nuestro sector ha sido especialmente castigado, a pesar de que realiza importantes aportaciones desde 2000 a la sostenibilidad del sistema. En una época en la que cualquier actividad experimentaba crecimientos, nuestro sector sufría distintos recortes. Esto no se ha valorado, y ahora que la situación es especialmente difícil seguimos soportando las consecuencias de las ineficiencias del sistema. Nuestra preocupación se centra en encontrar soluciones para recuperar la rentabilidad necesaria que permita el mantenimiento y mejora de la prestación farmacéutica, ya que hemos entrado en una situación de grave riesgo en el deterioro de ésta.

P. En la edición anterior el lema fue: “30 años de credibilidad y compromiso con la farmacia”. ¿Ahora, más que mirar hacia el pasado se quiere mirar al futuro?

R. Siempre hemos mirado al futuro. Hemos trabajado duro y presentado continuamente ideas, trabajos, debates que han calado. El problema está en que podemos colaborar en la búsqueda de soluciones de futuro, pero no tenemos la potestad de la decisión última. Hay decisiones que, reconocidas como útiles y eficaces, son difíciles de tomar para un político con responsabilidad decisoria, se suele optar por soluciones fáciles y cortoplacistas. Miramos al futuro y buscamos gobernantes comprometidos que busquen soluciones eficaces de verdad. Estos pueden contar con FEFE plenamente.

P. ¿Hay solución?

R. Estamos seguros de que las hay, y esperamos que este congreso sea un punto de partida en su búsqueda y puesta en marcha. En cualquier caso, lo que parece inevitable es que las soluciones deben ser estructurales, duraderas en el tiempo y, a su vez, que aporten esa estabilidad social, jurídica y económica que permitan al sector hacer previsiones de futuro, buscar la eficiencia.

P. ¿Desde el sector se cargan las tintas sobre la actuación de las distintas administraciones?

R. Es que parece que la igualdad y la equidad de todos los españoles no cuenta. Cada administración toma las medidas que le conviene, sin mirar nada más que su caja vacía, pero sin apreciar el marco de igualdad que la legislación reserva a la prestación sanitaria. Las medidas deben adoptarse en el marco del Consejo Interterritorial, y las allí tomadas, y solamente éstas, deben hacerse efectivas en todos los territorios y poder obligar a que así se haga.

P. ¿Lugar para la autocrítica?

R. Por supuesto. Parece que algunos dirigentes de la corporación farmacéutica negocian o acuerdan con las administraciones de espaldas a los farmacéuticos. Quizá también ha existido por su parte falta de interés en las decisiones que se estaban tomando. Parece que esta situación se está corrigiendo, pero aún hace falta un mayor grado de implicación y compromiso, tanto en farmacéuticos como en sus dirigentes.

P. Vistas las distintas iniciativas autonómicas que últimamente se han puesto en marcha, ¿es posible revertir la situación?

R. Esa es la gran responsabilidad del Estado. La ley establece la igualdad. Las competencias en materia de prestación farmacéutica son del Gobierno, las comunidades autónomas tienen transferidas las competencias de la gestión, pero no de las características de la prestación. No solamente es posible, sino que el Gobierno tiene la obligación de revertirla utilizando todos los instrumentos que la legislación dispone.

P. Realidad económica de la oficina de farmacia. Soluciones ante un estado de emergencia. ¿Por dónde se debe comenzar?

R. Por hacer un estudio sincero y real de la situación. Ya no se pueden utilizar soluciones parche que luego se fosilizan. La prioridad es poder mantener la prestación farmacéutica en los niveles de calidad de los que hemos disfrutado hasta ahora y, en lo posible, seguir mejorándola. La acumulación de medidas restrictivas sobre el sector terminará por deteriorar gravemente lo que tanto ha costado conseguir. La clave está en buscar la eficiencia, no únicamente la reducción de la factura a costa de los operadores, porque éstos, para mantener su calidad en el servicio y realizar proyectos de mejora, precisan que se les remunere adecuadamente. Revisar el catálogo de prestaciones en términos de eficiencia se hace imprescindible e inaplazable.

P. Presente y futuro del sistema sanitario. El presente está complicado, ¿el futuro sigue el mismo camino?

R. No es fácil, está complicado. Pero estamos convencidos de que hay solución. Hay futuro, pero trabajar para este futuro exige un gran esfuerzo de sinceridad y profesionalidad. Necesitamos dirigentes que tomen decisiones valientes, viables y realizables.

P. ¿Ese futuro pasa obligatoriamente por mejorar la gestión en las oficinas de farmacia y por la aplicación de nuevas tecnologías?

R. En estos últimos años la farmacia ha hecho un gran esfuerzo humano y económico en inversión en mejoras tecnológicas, lo que ha permitido, por ejemplo, implantar de la e-receta. Es patente la mejora de la farmacia en imagen y servicios. La transparencia de la factura farmacéutica y los datos que de ella se extraen son consecuencia de un nuevo esfuerzo de los boticarios. La inversión en recursos humanos, con empleos estables y cualificados ha sido importantísima. Esto no ha salido de la nada. La farmacia seguirá mejorando si dispone del marco estable necesario para hacerlo.

Pregunta. ¿Por qué se debe acudir a este congreso?

Respuesta. Es una ocasión magnífica para compartir inquietudes, ideas y propuestas con otros compañeros. Una forma de demostrar el compromiso y responsabilidad con la profesión y la sociedad. La implicación y el compromiso exigen participación.

P. Ante el descenso de la rentabilidad, por lo menos queda el reconocimiento ciudadano.

R. Sí, pero debe expresarse claramente. El posible deterioro en la calidad de la prestación farmacéutica implica a todos los agentes de la cadena del medicamento. Prescriptores, usuarios y pacientes tienen mucho que decir. No hablamos del reconocimiento social de la farmacia sino de cómo percibe la sociedad la situación que vive la farmacia y cómo puede afectar a la prestación farmacéutica.

P. ¿Se hace necesaria una posición empresarial autonómica común?

R. Cada organización empresarial farmacéutica vive su propia realidad en su ámbito territorial pero, como es lógico, compartimos muchos problemas. Desde FEFE se ejerce una labor de coordinación e información. Por un lado, preventiva, analizando lo que pueda estar ocurriendo en una autonomía y cómo se afronta, a fin de evitar la expansión del problema. Por otro, canaliza la solidaridad y apoyo de todos los farmacéuticos ante un problema de ámbito local. Las organizaciones empresariales farmacéuticas, como agentes sociales, deben hacerse oír en sus ámbitos territoriales, participar activamente en su sociedad.