La ministra presentó en el Consejo Interterritorial del SNS los proyectos de unificación de escalas, unidosis y la reforma del Fondo de Cohesión

Sanidad trabaja en procesos de autorización a laboratorios interesados en la fabricación industrial de fármacos en envases monodosis

| 2010-12-10T17:14:00+01:00 h |

c. r.

Madrid

La unidad y la cohesión del SNS no pasan por uno de sus mejores momentos. Las tensiones entre el Ministerio de Sanidad y las comunidades en el ámbito de la prestación farmacéutica no entienden de color político y sometieron a un tratamiento adelgazante al orden del día con el que Leire Pajín quería estrenarse en el Interterritorial. Al final, la ministra optó por el camino más fácil y eliminó dos puntos del debate. El Pleno de Santiago de Compostela, que se presentaba como el marco idóneo para hablar de la cohesión en la prestación farmacéutica y para proponer, como pedían las regiones del PP, medidas que realmente hagan viable el SNS, se despachó con un proyecto de unidosis con pocas novedades y otro de unificación en las escalas de deducciones a las oficinas de farmacia.

Por el camino se quedaron el proyecto de real decreto de márgenes de productos sanitarios y el de la prescripción enfermera. Las teorías se disparan al intentar comprender por qué el ministerio dio marcha atrás a estos textos. En realidad, los cuatro acumulaban numerosas críticas por parte de las autonomías, tanto del PP como del PSOE. Errores de bulto en algún caso, burocratización e invasión de competencias en otro, defectos de tramitación, ausencia de evaluaciones económicas… Todo ello bajo el prisma del enfrentamiento galopante entre el Ministerio de Sanidad y varias comunidades por la política farmacéutica.

Que algo tienen que ver estos proyectos con las iniciativas autonómicas da fe el hecho de que, a finales de noviembre, la Consejería de Salud de Andalucía estudió si estos decretos podían entrar en colisión con la estrategia andaluza para reducir el gasto en el suministro de medicamentos.

Hacer sostenible el SNS

En este contexto, la petición que trasladó el consejero de Sanidad valenciano, Manuel Cervera, sobre un pacto sanitario que elimine el debate político de la sanidad parece más oportuna que nunca. A él se unieron todos los consejeros del PP para pedir al Gobierno central que adopte las reformas necesarias para hacer sostenible en el tiempo el sistema sanitario.

No deja de ser curioso este llamamiento en un Interterritorial que, lejos de ofrecer nuevas soluciones a la sostenibilidad, aprobó que el Fondo de Cohesión, con menos recursos que nunca, financie la totalidad de los costes a desplazados de tratamientos en centros de referencia nacional.

Para el PP, alcanzar un consenso sobre las medidas a tomar en el SNS es importante para prevenir futuras interferencias. “No podemos permitirnos el lujo de que termine viniendo alguien de alguna institución europea o internacional a decirnos cuáles son las reformas que sabemos que se deben tomar”, aseguró el consejero de Madrid, Javier Fernández-Lasquetty. A la “incuestionable” tensión financiera que sufre la sanidad española se refirió la consejera gallega, Pilar Farjas. A su juicio, “es necesario adoptar medidas de forma urgente, tanto en el ámbito financiero como medidas estructurales”. Farjas añadió que las que se tramitan en el Parlamento gallego “van por buen camino” para garantizar la sostenibilidad.

Sin embargo, Pajín no entró en ninguna de estas cuestiones. Preguntada por los periodistas al término del Interterritorial sobre la posibilidad de que Galicia desarrolle su catálogo, apostó por el “consenso” y apeló a la “responsabilidad” para que “no haya 17 catálogos de medicamentos”.

Y sobre la financiación, al final, el mismo mensaje: en tiempos de crisis hay que ser más eficientes y por eso se ha impulsado el ahorro en el gasto farmacéutico, la ‘factura sombra’ o la monodosis.

Este proyecto es, precisamente, uno de los que más titulares acaparó al término del Interterritorial, a pesar de que sobre él apenas hay novedades. Quizá lo más destacable es que, junto al fraccionamiento de envases, que Sanidad reduce a fármacos con forma oral sólida o presentaciones monodosis de formas líquidas, se está trabajando de forma paralela en otras dos medidas: la revisión de los formatos de envases y la realización de procedimientos de autorización a laboratorios interesados en la fabricación industrial de fármacos en envases monodosis para conseguir que haya suficiente disponibilidad en el mercado.

“Se debería haber caído”

Los ahorros de la unidosis —el 2 por ciento de la factura total, según confirmó el secretario general de Sanidad, José Martínez Olmos— son todavía la mejor baza del Ministerio de Sanidad para defender un proyecto que, según FEFE, tendría que haberse caído del orden del día. “Es algo populista. ¿Acaso la Aemps no aprueba correctamente los envases?”, se pregunta la patronal.