Santiagode Quiroga
No es éste el lugar para explicar lo que ya sabemos: los criterios que hacen que un medicamento pueda ser prescrito sin receta, a juicio de las autoridades sanitarias europeas, y de la OMS. Y también resulta evidente que Viagra® cumple los criterios de seguridad y que los síntomas de la afección del hombre—disfunción eréctil (DE)— son autorreconocidos. Un procedimiento centralizado —aquel seguido en toda la UE— que incluía a España como uno de los dos países de referencia, acabó con un informe desfavorable de nuestro país. Por eso, Inglaterra, con una visión más realista, decidió iniciar el procedimiento nacional de registro de Viagra®, decidiendo así acabar de un sólo golpe con la venta fraudulenta y peligrosa para la salud pública por Internet, facilitando su venta sin receta, y ofreciendo a sus ciudadanos afectados una solución para los casos ocasionales o más leves de DE.
GSK ha tenido más suerte con el primer medicamento sin receta por procedimiento centralizado: ya está disponible en España Alli® (orlistat DCI) sin receta. La EMEA lo aprobó en diciembre, Alemania lo lanzó en Enero… y en España seis meses después. En plena crisis, se debería valorar el perjuicio económico que suponen estos retrasos para una compañía. Especialmente cuando no tienen explicación, salvo que se quiera ser más papista que el papa. Y eso choca un poco.