Alexia Lario Presidenta de Adefarma | viernes, 14 de marzo de 2014 h |

El COF de Madrid vive uno de los momentos más convulsos de su historia reciente. Todo parte de la convocatoria de elecciones a cargos de la junta de gobierno y de lo mal que se ha gestionado un proceso electoral, que ha adolecido en todo momento de las garantías, ecuanimidad y transparencia que le tienen que ser propias. Jamás pensé que algo tan aparentemente legítimo como es el presentar una alternativa a las elecciones de tu colegio, pudiera generar tal cúmulo de problemas. Pero reconozco que desde que anuncie mi decisión de participar en este proceso empecé a tener sensaciones negativas, que se iban transformado en percepciones a medida que el proceso avanzaba y la mesa electoral (y todo lo que a ella rodeaba) se convertía en algo blindado e inaccesible, que imposibilitaba cualquier consulta o interlocución.

Las percepciones pasaron a ser constataciones cuando el 13 de febrero se anunció que nuestra candidatura, la única que no incluía a ningún miembro de la actual junta de gobierno, no había sido proclamada. En todas las candidaturas la mesa electoral había detectado deficiencias aparentemente subsanables. Cumplimentamos el requerimiento de subsanación y acreditamos documentalmente extremos insólitos, discriminatorios y fuera de la normativa, como que el hospital Fremaph, en el que ejerce desde hace más de 20 años como jefe del servicio de farmacia nuestro candidato a esa vocalía, tenía la “calificación administrativa de centro hospitalario conforme a la definición recogida en el RD 1277/ 2003”. Al final, la mesa electoral mantuvo la exclusión de nuestra candidatura bajo el argumento de que este candidato, si bien “había acreditado suficientemente el ejercicio efectivo de esta actividad en oficina de farmacia (…) de la documentación aportada no se certifica que esté inscrito en ejercicio en la citada modalidad en este colegio” en una clara extralimitación interpretativa de la normativa reguladora.

Agotados los recursos en vía administrativa e incluso la solicitud de amparo que hicimos al presidente del colegio, nos vimos en la necesidad de presentar un recurso y el titular del Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 15 de Madrid acordó la suspensión del proceso electoral en curso, así como la retroacción del mismo al momento inmediatamente anterior al de proclamación de candidaturas. A pesar de que nos sitúa en una clara posición de desventaja frente al resto de candidaturas, que han desarrollado en este tiempo su campaña electoral, creo que esta decisión judicial reconduce una situación que no era buena para nadie, ni siquiera para el supuesto ganador de unas elecciones en las que, de forma injusta, se había privado a unos compañeros de ofrecer una alternativa para dirigir la profesión en momentos de carencia absoluta de liderazgo. Espero y deseo que acatemos todos la decisión judicial y que a partir de ahora sepamos estar a la altura del colectivo al que pretendemos representar.

Todo parte de la convocatoria de elecciones a cargos de la junta de gobierno y de lo mal que se ha gestionado el proceso electoral

Espero y deseo que acatemos todos la decisión judicial y que a partir de ahora sepamos estar a la altura del colectivo al que pretendemos representar