David Cantarero Prieto, profesor titular de Economía Aplicada en la Universidad de Cantabria | viernes, 20 de enero de 2012 h |

Reducir el déficit y pagar a los proveedores sanitarios sin que la calidad asistencial se resienta serán las claves en estos primeros meses, aunque de lo que decida el Gobierno central dependerá lo que realmente suceda con las políticas sanitarias en muchas autonomías. La gran disparidad de recortes anunciados en las cuentas autonómicas para 2012 destinados a la partida de Sanidad se ven todavía más acrecentados por los producidos en Farmacia en términos de dos dígitos en presupuestos iniciales en regiones como Murcia, Cataluña o Aragón sin ir más lejos. Con un recorte medio de un 6,27 por ciento en Farmacia, desde luego es muy difícil de creer que dos años después (es decir, en 2014), como está sucediendo ahora con la estimación del déficit de 2010, estos presupuestos iniciales sean finalmente los reales.

El año pasado se caracterizó por graves problemas de impagos y en 2012 los recortes en los presupuestos alcanzan en muchas regiones españolas más del 5 por ciento. Como esos presupuestos también han de garantizar hacer frente a las deudas contraídas en 2011, la situación seguirá siendo muy complicada y la opción de aval del Estado es de las menos malas si es que no queremos convertirnos en un caso similar al de Grecia.

Lo que queda por venir creo no será solo ajustar oferta sino también regular la demanda para así poder cumplir las duras condiciones que se nos han marcado. Y es que, desde Europa muchos siguen dudando de nuestra solvencia en devolver lo que nos han prestado, así que desde el ministerio, en coordinación con sus homólogos autonómicos, habría de gestionarse ya los pagos pendientes mediante planes plurianuales de obligado cumplimiento, hacerlos públicos citando los plazos de devolución de dicha deuda y aflorar las ‘facturas en el cajón’. Básicamente, se trata también de reformar los mecanismos de la financiación sanitaria (pues el debate está ya en la calle) así como evaluar rigurosamente el gasto no generando más déficit ni deuda. Para eso, se necesita recuperar el Pacto por la sanidad que no llegó a buen puerto. El Gobierno central puede proponer y hacer cosas pero son los autonómicos los que nos lo están diciendo ya. Antes que recortar toca primero racionalizar y desinvertir en cosas que no añadan Salud.