Así lo pone de manifiesto una encuesta llevada a cabo por El Club de la Farmacia de Almirall

Pese a ello, el 97% cree que se debe mejorar uno de los grandes defectos del sistema: la interoperatividad

| 2010-07-23T15:37:00+02:00 h |

redacción

Madrid

La implantación de la receta electrónica en la mayor parte de las comunidades autónomas españolas ha recibido el visto bueno de los profesionales farmacéuticos. Así lo pone de manifiesto una encuesta llevada a cabo por El Club de la Farmacia de Almirall a 1.200 boticarios de 27 provincias españolas: el 78 por ciento de los farmacéuticos consideró que la implantación de la receta electrónica ha sido positiva y valora su utilidad para la detección de problemas relacionados con medicamentos.

La encuesta, que tiene por título “Receta Electrónica. Una realidad”, analizó cinco aspectos claves a la hora de valorar las mejoras que para el sector puede representar la implantación de este sistema: detección de problemas relacionados con los medicamentos; adherencia terapéutica en los pacientes con tratamiento crónico; relación y coordinación entre los diferentes agentes implicados; interoperabilidad entre las comunidades autónomas; y agilización del proceso de facturación de la farmacia con su colegio de farmacéuticos.

En este sentido, respecto a la detección de problemas relacionados con los medicamentos, los farmacéuticos valoraron que la implantación de este sistema evita muchos errores que tienen que ver con la lectura equivocada de las recetas, las duplicidades, las interacciones y las dosis, pautas o duración del tratamiento. ¿Por qué? Por el hecho de que a través de la receta electrónica el boticario puede conocer el tratamiento farmacológico del paciente.

La detección de estos problemas es especialmente relevante en pacientes crónicos y polimedicados mayores de 65 años. Por este motivo, según refleja la encuesta, el 80 por ciento de los boticarios consideró que este sistema ayuda a mejorar la adherencia terapéutica en los pacientes crónicos, debido a que establece un mayor control del paciente por parte del farmacéutico.

Sobre este punto, el 65,9 por ciento de los encuestados consideró que la mejor herramienta que podría incorporar la receta electrónica para mejorar la adherencia terapéutica del paciente sería el disponer de una comunicación directa con el médico del paciente. A este respecto, Vicente Baixauli, vicepresidente de la Sociedad Española de Farmacia Comunitaria (Sefac), consideró que “ésta es una de las cuestiones más importantes del sondeo, ya que ha permitido al farmacéutico indicar qué quiere de la receta electrónica para demostrar su implicación en un aspecto tan importante como es el incumplimiento terapéutico”.

Pese a ello, en referencia a la relación y coordinación entre los diferentes agentes implicados, sólo el 40 por ciento de los farmacéuticos encuestados consideró que esta relación se ha mejorado con la implantación de la receta electrónica, mientras que el 60 por ciento estimó que se mantenía igual que antes de la implementación de la misma.

Por otro lado, respecto a otro de los puntos que analizó la encuesta de El Club de la Farmacia de Almirall, la agilización del proceso de facturación con sus colegios, una gran mayoría, el 81 por ciento, estimó que la implantación de este sistema “simplifica enormemente el proceso de facturación a través del colegio”, aunque el 50,5 por ciento estimó que era un procedimiento mejorable.

De otro modo, y a pesar de la valoración positiva del sistema de receta electrónica por parte de estos profesionales sanitarios, los farmacéuticos encuestados pusieron un pero al mismo: mejorar la interoperabilidad entre las distintas comunidades autónomas. Así, el 97 por ciento de los boticarios consideró que este aspecto era un problema sin resolver.