redacción Washington | viernes, 17 de febrero de 2012 h |

Las espaldas de las compañías farmacéuticas estadounidenses tendrán un nuevo saco de piedras que soportar. Las medidas presupuestarias que ha presentado el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, para 2013 plantean en la financiación sanitaria un ahorro progresivo de hasta 362.000 millones de dólares para los dos programas públicos de Salud, Medicare y Medicaid, en la próxima década. De este ahorro, Obama propuso que el 43 por ciento, 156.000 millones, recaigan sobre la industria farmacéutica, que tendría que acometer un descuento en sus productos para las rentas bajas de la tercera edad. Con esta medida, las compañías tendrían que hacer un esfuerzo de casi el doble de lo que se había pactado, que rondaba los 80.000 millones de dólares.

Las reacciones al plan presupuestario no se han hecho esperar en el sector, y el director ejecutivo de la organización de Investigadores y Fabricantes Farmacéuticos de América (Phrma), John Castellani, recordó al presidente la, en su opinión, “incongruencia” del presupuesto. “Tras las numerosas declaraciones de Obama para apoyar la innovación, avanzar en la investigación biomédica, promover la creación de empleo y controlar los costos de la atención sanitaria para las personas mayores, su propuesta va en contra de estos importantes objetivos”, indicó. Asimismo, señaló en que un estudio reciente de Battelle Technology Partnership concluía que “la reducción de 20.000 millones por año en ingresos del sector biofarmacéutico se traduciría en 260.000 pérdidas de empleo”.

Además del rechazo frontal de la patronal farmacéutica, el presupuesto que ha anunciado Obama tiene varios escollos que salvar. Uno de los más espinosos es la mayoría en la Cámara Alta de congresistas republicanos, que ya han expresado en más de una ocasión su rechazo a financiar con más impuestos los programas de salud pública norteamericana, Medicare y Medicaid.

En este sentido, Castellani también criticó la regulación que propone el presidente norteamericano a ambos entes. “Medicare está funcionando bien para las personas mayores. Gracias a la competencia, los costos se están colocando muy por debajo de las previsiones iniciales. No debemos interrumpir este exitoso programa con un abaratamiento por ley del medicamento”, aseveró Castellani.

2.000 millones para la FDA

En los presupuestos presentados por Obama se ha incluido un aumento en el presupuesto de la FDA de un 17 por ciento, con lo que se alcanzan los 4.500 millones de dólares. Para financiar este montante, el presidente estadounidense detalló que el 45 por ciento del mismo recaería sobre los hombros del sector privado, lo que supondría 2.000 millones de dólares. En lo que se refiere específicamente a la industria farmacéutica, las aportaciones alcanzarán los 1.032 millones, un 23 por ciento del presupuesto. Por su parte, el Gobierno, para cumplimentar el presupuesto, ha previsto un incremento en sus cuentas del 0,5 por ciento.

Desde la FDA, la comisionada Margaret Hamburg valoró positivamente la medida que plantea Obama. “Existe un bien común y no es inapropiado que el sector privado ayude y apoye a este servicio que es importante tanto para la salud como para la economía del país”, precisó.

El incremento de 654 millones en el presupuesto de la FDA con respecto a 2012 tendrá un protagonista principal: la industria de genéricos, que se hará cargo del 48,7 por ciento del aumento previsto. De hecho, este sector experimentará la mayor subida con respecto al curso anterior de todas las partidas participantes, ya que la industria de los medicamentos de marca, donde recae el mayor esfuerzo económico para sustentar a la FDA, solo prevé un aumento de 11 millones de dólares, lo que supone un 2,4 por ciento menos con respecto a su contribución en 2012. A cambio, Obama ya ha anunciado que bajará de doce a siete los años de exclusividad en el mercado para los medicamentos biológicos de marca. Con esta medida, el presidente norteamericano prevé un ahorro progresivo en el gasto farmacéutico de Medicare y Medicaid.

Acerca de la irrupción de los genéricos en los presupuestos de la FDA, la comisionada Hamburg se mostró esperanzada en lograr mayor eficiencia en el sistema sanitario americano. “Nuestros incrementos presupuestarios se dirigen a las áreas estratégicas que ayuden a acelerar la disponibilidad de nuevos productos médicos. Frente a los desafíos de la creciente globalización, permitirá a la FDA cumplir con sus funciones de respaldar una salud pública más eficiente”, aseveró.

En cuanto a la partida de gastos que se han presupuestado para la agencia, la industria farmacéutica volverá a repetir como líder de inversión al ser destinado 1.259 millones de dólares, 218 millones de dólares más que el curso anterior, lo que significa un 28,6 por ciento más.