El objetivo es crear una plataforma estable de trasplante de donante vivo en el país en cinco años y llegar a toda la región subsahariana
| 2011-07-01T19:41:00+02:00 h |

C. O.

Barcelona

Realizar 42 trasplantes renales de donante vivo en Kenia en un periodo de un año y medio, con una tasa de supervivencia del 95 por ciento al primer año del injerto, es la sorprendente cifra (centros como el Hospital Clínic de Barcelona realizó 52 en 2010 con los mismos resultados) que se obtiene del primer año y medio de andadura del programa Interlife. Este programa es un innovador partenariado público-privado llevado a cabo entre Novartis y el Hospital Nacional de Kenia (KNH), cuyo objetivo es crear un centro de excelencia en trasplante renal en este país africano, que también se convierta en una referencia para todo el África Subsahariana.

Para ello, cuentan con la colaboración de un equipo del Hospital Clínic de Barcelona, que bajo los auspicios de la Sociedad Española del Trasplante forma y supervisa la labor del grupo keniano, tanto en hospitales españoles como en el KNH. A este respecto, tal y como explicó Antonio Alcaraz, jefe del Servicio de Urología del citado centro catalán, el objetivo es “darles herramientas, tanto en el manejo quirúrgico como en el médico, para que sean totalmente autosuficientes”. Así, pretenden construir en los próximos cinco años una estructura estable que permita multiplicar por diez el número de trasplantes que se realizan en Kenia.

Según John Ngigi, nefrólogo del KNH, la incidencia de la insuficiencia renal en el país africano es de alrededor de unos seis mil pacientes anuales, pero el acceso a diálisis es muy limitado. En este sentido, destaca que en el Hospital Nacional hay 160 pacientes en diálisis, de los que un 50 por ciento podría ser candidato a trasplante, si bien hasta 2009 esta práctica había sido esporádica y con un coste muy elevado. Ahora se ha alcanzado una actividad similar a la existente en nuestro país y se han mejorado significativamente los resultados, ya que el periodo medio de recuperación se ha reducido hasta la mitad.

Con el programa Interlife se alcanzó un coste medio de tres mil euros por trasplante y, como comentó Federico Oppenheimer, jefe de la Unidad de Trasplante Renal del Hospital Clínic, se trabaja actualmente en programas de microcrédito para lograr mantener el proyecto activo y poder ampliar la oferta a países limítrofes.

Aunque en Kenia sólo el 10 por ciento de la población tiene seguro médico, que además no cubre la diálisis ni el trasplante, Ngigi destacó que al menos por primera vez los pacientes han dejado de emigrar a países extranjeros para poder acceder a este tipo de intervención. No obstante, y como ocurre en otros países, las operaciones no son inmediatas y la lista de espera llega a septiembre.