“Jamás he dicho que tenga un don para agradar” “Trabajo para los ciudadanos, no para agradar a los sindicatos” “Yo mantengo siempre mi frecuencia cardiaca, 55 pulsaciones en reposo” “Me temo que la epidemia que afecta a nuestra oposición no tiene vacuna posible” “Yo no me obsesiono por nada” “Cada cual está en política como puede y los socialistas se dedican a lo que saben hacer”
| 2008-11-02T18:00:00+01:00 h |

Juan José Güemes Barrios (Madrid, 1969) se hizo cargo en junio de 2007 de la ‘patata caliente’ dejada por Manuel Lamela: la Consejería de Sanidad de la CAM. Procedía de la de Empleo y Mujer, donde le había situado su gran avalista política: su jefa, Esperanza Aguirre. Otro lo fue el ex ministro de Economía Rodrigo Rato. Fue su asesor, su director adjunto y su secretario general de Turismo. Licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales por la UCM, padre de dos hijas y yerno del presidente de la diputación de Castellón, Carlos Fabra, no rehúye la pelea y nunca sale corriendo. “Sólo corro en busca de las endorfinas y eso me cuesta diez kilómetros todas las mañanas”, dice.

JUAN NIETO

Madrid

Pregunta. Para ser político, ¿hay que tener las espaldas anchas?

Respuesta. Hay que tener vocación política y ser consciente de que todo pasa, afortunadamente. Los políticos somos eventuales

P. Un eventual que cuando más grita más se deja ver, ¿no?

R. No es una cuestión de gusto, pero los insultos y amenazas no me afectan. En Madrid hay muchos liberados sindicales, pero no son suficientes para cambiar mi agenda de trabajo.

P. Al ser tantos, ¿no les tiene miedo?

R. ¿Miedo? ¿Por qué? Hacen ruido, pero poco más. Es su trabajo, les pagan para eso.

P. Está siempre a la que salta. Un día son sus compañeros de partido de Andalucía, otro el ex director de ABC, José Antonio Zarzalejos…

R. Zarzalejos hizo unas declaraciones groseras, injustas y falsas.

P. ¿También es falso que usted dijese que es un seductor y que tiene “un don para agradar”?

R. Nunca he dicho eso. Es una canallada de El País y del redactor que firmó la noticia. Jamás he dicho que tenga un don para agradar.

P. Pero, ¿alguna vez intentará a agradar a los sindicatos?

R. Los sindicatos de clase han aceptado la subcontrata de la oposición política. Yo estaría encantado de agradarles en su papel de sindicatos, que es el de defender los derechos de los trabajadores.

P. Usted no está aquí para agradar.

R. Trabajo para los ciudadanos, no para agradar a los sindicatos. Trato de que la sanidad esté a la altura de las expectativas de los ciudadanos.

P. ¿Está siendo usted el culo en el que pegan las patadas a Aguirre?

R. Es posible que sea la intención de algunos, de los que patrocinan el follón, pero eso nos da la oportunidad de comprobar lo que hemos hecho por la sanidad. Además, pasa con los consejeros de Sanidad de la comunidad. Lamela sufrió algo más que gritos y amenazas.

P. Desde su partido se dice que es más aguirrista que Aguirre.

R. Esperanza tiene autoridad sobre mí, y además se ha ganado mi admiración, mi respeto y mi amistad. Pero no estoy seguro de ser más aguirrista que la propia Aguirre.

P. Hablando de su jefa. ¿De verdad es una ‘dama de hierro’?

R. Es una mujer de principios, de convicciones y extraordinariamente trabajadora. Exige mucho pero no más de lo que ella misma se exige.

P. Hablemos de sanidad. Abren ustedes hospitales y están un día sí y otro también en la picota.

R. La izquierda inició este camino hace diez años con la apertura del Hospital de Alcorcón.

P. ¿Lo de la privatización de la sanidad o es sólo un eslogan?

R. Ésa es una falsa propaganda, y a los hechos me remito.

P. ¿Tiene algún plan de urgencia el consejero para hacerla frente?

R. Me temo que la epidemia que afecta a nuestra oposición no tiene vacuna posible.

P. ¿Y contra el estrés que sufre la política y los políticos?

R. Yo mantengo siempre mi frecuencia cardiaca, 55 pulsaciones en reposo. A la oposición le recomendaría honestidad.

P. ¿Echa de menos ser secretario general de Turismo para mandar a alguno a… dar una vuelta?

R. No soy partidario de mandar a nadie a dar vueltas, prefiero que la gente vaya donde quiera.

P. Dicen que es usted un deportista obsesivo…

R. Otra vez El País, que está tan obsesionado conmigo que hasta me diagnostica una enfermedad. Yo no me obsesiono por nada.

P. Pero sí le gusta el deporte, ¿o también es fruto de la obsesión?

R. Sí, soy deportista. Hago ejercicio todas las mañanas, juego al golf, esquío, nado…

P. ¿Le da tiempo a hacer todo eso?

R. Lo del golf lo tengo difícil, no sólo por la consejería sino porque tengo dos niñas de dos y cuatro años, y me ocupan todo el fin de semana.

P. Hablando de su familia… bueno, mejor no, que también le dan bastante caña por ese lado.

R. Cada cual está en política como puede y los socialistas se dedican a lo que saben hacer.