En 2015, el presidente de Cofares, Carlos González Bosch, se puso al frente de la Comisión de Sanidad de la CEOE. Desde este puesto ha trasladado una afilada visión de la política sanitaria. Dada la situación actual, es imprescindible contar con ella. EG ha hablado con él.
Pregunta. En breve se publicará el Libro Blanco de la Sanidad de la CEOE. ¿Alguna conclusión preliminar?
Respuesta. El Libro está elaborado, pero su presentación se ha retrasado porque hay un gobierno en funciones. Tiene conclusiones importantes. La primera es una apuesta por la colaboración público-privada. Estamos persuadidos de que el SNS es inviable económicamente sin ella. El segundo punto es la existencia clara de un espacio socio-sanitario. Y una tercera es que, si realmente perseguimos el objetivo de garantizar el estado de bienestar, hay que contar con la sanidad privada.
P. ¿Se insistirá en un Pacto?
R. Sí. Tarde o temprano tendrá que venir. Y tal vez venga más fácilmente sin mayorías absolutas. Hoy, el pacto sólo tiene un problema y es que la ideología no ha salido de la sanidad. Muchos políticos han hecho de la sanidad el último estandarte ideológico que queda.
P. ¿Hacen falta perfiles más técnicos en las administraciones?
R. La ideología en sí misma no es el problema. Lo que achaco es la absoluta ideologización. Cuando la ideología se lleva al máximo no hay debate posible. Los que quedan intentando gestionar con ideología hacen un flaco favor a las causas que dicen defender.
P. ¿Qué opina del trabajo realizado en los nuevos gobiernos regionales?
R. Muy discutible. Allí donde la ideología ha entrado a formar parte de la sanidad estamos en una clara regresión porque estamos creando conflictos donde no debería haberlos y creando expectativas que no son ciertas.
P. ¿Tiene consecuencias empresariales la incertidumbre política?
R. Percibo un retraso en la toma de decisiones, sobre todo por el debate sanidad pública/sanidad privada. Las empresas que tienen concesiones o vinculación a ellas están ralentizando decisiones. Pero el resto del sector está tranquilo porque entiende que el futuro va por lo que estamos defendiendo.
P. ¿Pero cuánto tiempo se puede aguantar esta situación?
R. El punto de inflexión será si hay o no elecciones. De haberlas sería un fracaso de los partidos y de la sociedad. El tema podría ser de calado porque ningún país europeo ha repetido elecciones en los últimos tiempos.
P. ¿Qué puede ser más preocupante? ¿Un gobierno poco estable en el corto plazo o esperar a un posible gobierno en el largo plazo, tal vez más estable, tras las elecciones?
R. Lo que me preocupa es la falta de cultura democrática y de diálogo. En una situación electoral similar a la española hay 8 ó 10 países europeos. En alguno, como Dinamarca, había gobierno al día siguiente. En España la sociedad ha pedido diálogo, no cambio. Si esa cultura no se establece, tendremos problemas.
P. Además de la incertidumbre está el déficit. ¿Qué opina de la relación establecida entre el gasto en hepatitis C y el desvío de los objetivos?
R. Es muy injusto que se diga que la desviación es porque hemos curado enfermedades muy prevalentes que además iban a originar en el futuro muchos gastos que ahora no se van a producir. El gasto en hepatitis no ha sido un gasto, ha sido una inversión en salud.
P. ¿Hay desviación en el gasto farmacéutico?
R. En España el gasto farmacéutico ha disminuido de forma drástica. Ignoro a qué objetivo se le quiere llevar, por lo cual doy por sentado que no existe desviación. En los años más duros de la crisis, la disminución del gasto farmacéutico en países como Francia, Alemania e Italia ha sido nimia, mientras que nosotros hemos bajado casi un 25 por ciento. Le doy un dato: había una empresa alemana que en el año 2008 facturaba menos que Cofares. Por arte de la disminución del gasto farmacéutico en España ahora factura más que Cofares habiendo subido Cofares desde esa época casi 8 puntos su cuota de mercado.
P. ¿Han gestionado bien las CC.AA.?
R. Han intentado gestionar con eficiencia pero muchas han fracasado. Y el Estado ha fracasado en la tarea de tutelar y controlar esa falta de eficiencia. Tengo fe en que esa situación se puede revertir. Este año va a ser difícil pero el 2017 puede ser el año de inflexión porque España no tiene un problema de gasto sanitario ni farmacéutico, sino de generación de recursos. Seguimos teniendo un porcentaje de recaudación de impuestos sobre PIB muy bajo.
P. ¿Toca priorizar o toca recortar?
R. Se necesitan las dos cosas: las comunidades deben priorizar y el Estado tiene que tomar decisiones sobre las competencias que tiene.
P. ¿Qué decisiones son esas?
R. Todas las relacionadas con la organización administrativa del estado. Tenemos un estado hipergestionado. No necesitamos tantos organismos. Pero esa tiene que ser una iniciativa del Estado.
P. Precisamente como consecuencia del desvío del déficit se ha establecido la adhesión forzosa de las regiones FLA a los mecanismos de control del gasto farmacéutico. ¿Qué opina de ellos?
R. Me parecen bien. Querer controlar un gasto sin que se establezcan criterios, requisitos o referentes me parece muy complicado, casi imposible. En la medida en que los criterios o requisitos sean más transparentes, mejor.
P. ¿Ha llegado la hora de replantear la devolución de alguna competencia?
R. En todo caso la iniciativa de una posible reversión no debe partir del Estado, sino de las comunidades. Probablemente en zonas donde existen hospitales de cabecera muy utilizados por autonomías circundantes sí se podrían establecer relaciones específicas para que esas competencias, sin ser revertidas del todo, al menos pudieran ser asumidas de otra forma.
P. ¿Cómo se posiciona la CEOE en el debate sobre acceso y financiación?
R. Nos parece muy interesantes las fórmulas que se están negociando en Europa. Pero hay un principio básico: la industria hace una labor encomiable. El que se busque debe ser un escenario tranquilo, en el que las dos partes se posicionen con argumentos razonables.
En las CC.AA. donde la ideología ha entrado a formar parte de la sanidad estamos en una clara regresión”
El SNS es inviable desde el punto de vista económico sin la colaboración público-privada”