psiquiatría/ 6º Congreso Nacional de Ansiedad y Trastornos Comórbidos

br

C.Ossorio Barcelona | viernes, 10 de febrero de 2012 h |

Las fobias son el trastorno de ansiedad más frecuente en la población general, con una prevalencia del 15 por ciento. Ahora bien, son minoritarios los casos que requieren tratamiento. Así, el principal parámetro que determina el carácter patológico de la ansiedad es la aparición de discapacidad funcional ante un estímulo determinado.

Durante el 6º Congreso Nacional de Ansiedad y Trastornos Comórbidos celebrado en Barcelona, Víctor Pérez, jefe de la Unidad de Psiquiatría del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau-Cibersam UAB, señaló que el mayor problema es encontrar el tratamiento adecuado para el paciente adecuado, debido a que hay muchos casos con problemas importantes, especialmente de trastornos por angustia, que tardan años en diagnosticarse. Sin embargo, hay personas con síntomas de ansiedad menores pero que los toleran muy mal, por lo que se les termina prescribiendo el tratamiento más efectivo disponible, las benzodiazepinas, con un alto potencial adictivo.

Evitar la adicción

En este sentido, se están buscando fármacos tan efectivos, pero que eviten la dependencia que ocasiona la terapia estándar actual. “Empiezan a aparecer fármacos del tipo anticonvulsivantes, o antipsicóticos atípicos, que a dosis bajas son buenos ansiolíticos y que alguno de ellos, como la pregabalina, tienen indicación para ansiedad generalizada”, detalla Pérez.

Otro gran problema que atañe al manejo de la ansiedad no tiene relación con la medicación, sino con el consumo abusivo de alcohol que, en mayor medida los varones, emplean por su efecto ansiolítico para mejorar su ansiedad a corto plazo, lo que les genera graves problemas de adicción a la larga.

En términos de prevalencia, la de la ansiedad generalizada, que es el trastorno más crónico, es de un 5 por ciento en mujeres y de un 2 por ciento en hombres. En cuanto a la mayor vulnerabilidad femenina, se desconocen las causas pero todo apunta a que se debe a los ciclos vitales como el menstrual, el parto, el postparto o la menopausia, que pueden aumentar el riesgo. Además, los hombres acuden menos al médico por los síntomas “porque los viven con más sentimiento de culpa o debilidad”, explica Pérez.

Ahora bien, cada vez se conocen mejor las bases genéticas de la ansiedad, que permitirán predecir el nivel de vulnerabilidad de una persona. Y Pérez destaca que en la actualidad se cuenta con muy buenos modelos animales de ansiedad que permiten probar nuevos medicamentos .