Miguel Ángel Tovar, director asociado de Contenidos en Barcelona
Con el año a punto de concluir es buen momento para hacer una revisión y poner de manifiesto los hechos más destacables, constatando las tendencias y los retos que caracterizan en estos momentos a la industria farmacéutica global. Para la industria innovadora uno de estos retos lo constituye sin duda el precipicio de las patentes, sobre cuyo borde se encuentran ya algunas de ellas. Y en nuestro país incluso un poco más adelante, pues los dos productos de mayor facturación a nivel mundial, Lipitor (atorvastatina DCI) y Plavix (clopidogrel DCI), ya han comenzado a sufrir aquí la competencia de genéricos.
Compañías como Pfizer (el fabricante de Lipitor) o Merck (a quien le vence la patente de Singulair) optaron por adquirir, respectivamente, Wyeth y Schering- Plough, operaciones que se anunciaron durante el primer trimestre y que buscan, sobre todo, paliar las pérdidas de facturación y de beneficio previstas como consecuencia de los vencimientos de patentes. Estas dos megafusiones junto con la oferta hostil de adquisición que Roche lanzó a Genentech fueron los hechos que acapararon la atención informativa durante el primer trimestre del año.
En el lado opuesto se sitúan compañías como AstraZeneca, GSK o Sanofi-Aventis, cuyos consejeros delegados han manifestado su rechazo a tomar parte en grandes operaciones, prefiriendo ser más selectivos y asociarse o adquirir compañías más pequeñas, que tengan encaje en las estrategias de diversificación que desarrollan. Éstas incluyen ámbitos competitivos tan variados como vacunas, productos biológicos, mercados emergentes, genéricos o enfermedades raras, demostrando de este modo haber superado algunos de los prejuicios de los que hicieron gala en el pasado.
Una consecuencia importante de las fusiones es la reducción de puestos de trabajo, ya sea en plantas de fabricación, laboratorios de investigación o redes de ventas. Precisamente este año se ha destacado también por haber batido todos los registros de despidos de visitadores médicos. Para las dos primeras operaciones comentadas se prevé una reducción del 15 por ciento de la plantilla total. Lo que en el caso de Pfizer dará lugar a un recorte de 19.500 puestos, a pesar de que en 2007 se eliminaron 10.000.
Éste ha sido un año muy especial para Estados Unidos, el principal mercado farmacéutico mundial, donde la actualidad ha venido marcada por la nueva administración. Una de las metas que el presidente Barack Obama se marcó para la primera parte de su legislatura fue la de acometer la reforma del sistema sanitario. Con relación a la industria, en junio se hizo público cuál será su contribución en la reforma, que se concretó en un descuento de 80.000 millones de dólares distribuidos a lo largo de la próxima década. Esta rebaja se aplicará a los medicamentos financiados a través de los programas gubernamentales de provisión sanitaria, como Medicare.
Por último, 2009 ha sido el año del descubrimiento de las redes sociales por parte de las compañías farmacéuticas. Aunque algunas de ellas se resisten aún a poner un pie en el agua, otras en cambio han empezado a experimentar y a sacar provecho del uso de estas nuevas herramientas digitales. Y como muestra un botón: hace un año tan sólo Boehringer Ingelheim y Novartis tenían cuenta activa en Twitter. Actualmente la gran mayoría de las grandes compañías mantiene una o más cuentas activas. Con el fin de regular el uso de redes sociales la FDA convocó el pasado mes de noviembre una audiencia pública, tras la que abrió un periodo durante el cual se le pueden enviar comentarios. Es de prever que las normas que surjan como resultado de todo el proceso influyan y estimulen a la EMEA a adoptar sus propias políticas en este ámbito.
Miguel Ángel Tovar, director asociado de Contenidos en Barcelona
Con el año a punto de concluir es buen momento para hacer una revisión y poner de manifiesto los hechos más destacables, constatando las tendencias y los retos que caracterizan en estos momentos a la industria farmacéutica global. Para la industria innovadora uno de estos retos lo constituye sin duda el precipicio de las patentes, sobre cuyo borde se encuentran ya algunas de ellas. Y en nuestro país incluso un poco más adelante, pues los dos productos de mayor facturación a nivel mundial, Lipitor (atorvastatina DCI) y Plavix (clopidogrel DCI), ya han comenzado a sufrir aquí la competencia de genéricos.
Compañías como Pfizer (el fabricante de Lipitor) o Merck (a quien le vence la patente de Singulair) optaron por adquirir, respectivamente, Wyeth y Schering- Plough, operaciones que se anunciaron durante el primer trimestre y que buscan, sobre todo, paliar las pérdidas de facturación y de beneficio previstas como consecuencia de los vencimientos de patentes. Estas dos megafusiones junto con la oferta hostil de adquisición que Roche lanzó a Genentech fueron los hechos que acapararon la atención informativa durante el primer trimestre del año.
En el lado opuesto se sitúan compañías como AstraZeneca, GSK o Sanofi-Aventis, cuyos consejeros delegados han manifestado su rechazo a tomar parte en grandes operaciones, prefiriendo ser más selectivos y asociarse o adquirir compañías más pequeñas, que tengan encaje en las estrategias de diversificación que desarrollan. Éstas incluyen ámbitos competitivos tan variados como vacunas, productos biológicos, mercados emergentes, genéricos o enfermedades raras, demostrando de este modo haber superado algunos de los prejuicios de los que hicieron gala en el pasado.
Una consecuencia importante de las fusiones es la reducción de puestos de trabajo, ya sea en plantas de fabricación, laboratorios de investigación o redes de ventas. Precisamente este año se ha destacado también por haber batido todos los registros de despidos de visitadores médicos. Para las dos primeras operaciones comentadas se prevé una reducción del 15 por ciento de la plantilla total. Lo que en el caso de Pfizer dará lugar a un recorte de 19.500 puestos, a pesar de que en 2007 se eliminaron 10.000.
Éste ha sido un año muy especial para Estados Unidos, el principal mercado farmacéutico mundial, donde la actualidad ha venido marcada por la nueva administración. Una de las metas que el presidente Barack Obama se marcó para la primera parte de su legislatura fue la de acometer la reforma del sistema sanitario. Con relación a la industria, en junio se hizo público cuál será su contribución en la reforma, que se concretó en un descuento de 80.000 millones de dólares distribuidos a lo largo de la próxima década. Esta rebaja se aplicará a los medicamentos financiados a través de los programas gubernamentales de provisión sanitaria, como Medicare.
Por último, 2009 ha sido el año del descubrimiento de las redes sociales por parte de las compañías farmacéuticas. Aunque algunas de ellas se resisten aún a poner un pie en el agua, otras en cambio han empezado a experimentar y a sacar provecho del uso de estas nuevas herramientas digitales. Y como muestra un botón: hace un año tan sólo Boehringer Ingelheim y Novartis tenían cuenta activa en Twitter. Actualmente la gran mayoría de las grandes compañías mantiene una o más cuentas activas. Con el fin de regular el uso de redes sociales la FDA convocó el pasado mes de noviembre una audiencia pública, tras la que abrió un periodo durante el cual se le pueden enviar comentarios. Es de prever que las normas que surjan como resultado de todo el proceso influyan y estimulen a la EMEA a adoptar sus propias políticas en este ámbito.